miércoles, 14 de septiembre de 2011

EL CATALIZADOR DEL TIEMPO, EL ENLACE, Y ELPROYECTOR UNIVERSAL.






Noche anterior al comienzo…..



-                        Los sueños son los transeúntes de nuestro subconsciente, que van y vienen sin que lo sepamos en la vigilia.

El anciano ponía así fin a la conversación que había mantenido con el muchacho que esa misma noche vino en busca de consuelo ú orientación, ante sus inquietudes o lo que a fin de cuentas eran sus pesadillas y desvelos de varias noches

-                        Transeúntes, si claro, el miedo, el dolor, los olores, también, ¿verdad?, yo no  creo que sea así, algo va a pasar, lo presiento y mis sueños me avisan, y además, no se que hacer, pero no es para quedarse tranquilo, anciano, entiendo que usted es la sabiduría de nuestra cultura, pero no me puedo estar en paz, cuando me siento acosado por mis sueños…

-                        Muchacho, no te precipites, no sería aconsejable alterar la tranquilidad, sin razón, no es cuestión de atraer la desconfianza, por unos sueños de los cuales no se sabe su procedencia o causa, entiendo que en algunas familias han nacido descendientes con capacidades poco comunes, pero si tomáramos al pie de la letra el sueño y nos equivocáramos….  Las familias darían de lado a ambos, la desconfianza las guiaría y sería peor; primero hay que hallar comprensión a tus palabras y por supuesto una veracidad y origen de procedencia, de esas visiones que tu llamas sueños, en mi opinión seria lo más prudente de momento, muchacho y lo más correcto para con todos.

-                        Lo siento… entiendo lo que me explicas, y se que me siento ansioso y me he precipitado por entenderlo, o que me escucharan y me pudieran ayudar…

-                        No estés dolido Delwan, no has actuado mal, pero te encuentras nervioso y asustado, lo comprendo, ves y descansa, mañana veremos por donde se puede empezar a mirar, y que podemos hacer, pero por ahora es muy tarde.

Delwan se marchó molesto y afligido, sentía como si una gran responsabilidad hubiera caído sobre sí mismo; quería evitar sus pesadillas y el dolor que estas le causaban.

-                        Delwan… - alguien lo llamó desde las sombras de la frondosidad que rodeaba la casa del anciano, de la aldea –
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-                        ¿Quién es? – pregunto el muchacho algo desconcertado, pues no se le ocurría quien podría merodear a esas horas por allí, ya que en teoría no era seguro, pero sin embargo reconoció que la voz le era familiar, sin embargo seguía sin saber quien era –

-                        Yo… Lean, no podía dormir y te vi….

-                        Me seguiste. – afirmo de un modo desconcertado y a su vez desconfiado, pues temía  que se corriera la voz de lo que hubiera escuchado, si es que en realidad, había estado escuchando la conversación, y si era así tendría que dar explicaciones que en ese momento no se hallaba en condiciones de poder contestar-.

-                        Mas bien, perdona, no quería molestar, así que me esperé aquí, a que salieras….

Sin tener ganas de discutir, menos aún, de lo que acaecido en la cabaña, pensó que ya no sería capaz de dormir, tras lo ocurrido esa noche, se le presentó una duda, ¿Qué hacer?...

-                        Lean, voy a tomar una cerveza, ¿me acompañas?

-                        ¡Es mejor que estar a oscuras!

El frío acariciaba mi piel, como si fuera el roce de los espíritus de antaño, indicándome que no estaba solo, que me acompañaban, es irónico pensar de esta manera, pero me hacia sentir bien, al fin y al cabo no es tan distinto de la realidad…. Y ya puestos tampoco un imposible.

La taberna quedaba un poco apartada, del pueblo, para evitar alboroto y molestias a los vecinos, así no se quejaban, o mas bien para tener algo mas de intimidad de cualquier mirada curiosa, así los trapicheos que se frecuentaban quedaban lejos del mundo, fuera del conocimiento de la población, o eso se creía, pues dudo de que se ignoren tales echos, ahora eso de ignorarlos de un modo voluntario…. Es otra cosa, claro esta, pues lo mas seguro es que favorezcan a muchos, y tengan sus ventajas.

Lean caminaba silencioso, tranquilo y alzaba su rostro al cielo, mirando a la luna, como un soñador, que envidia daba esa paz que reflejaba, provocaba deseos de disfrutar de esa tranquilidad que te hace olvidarte del mundo.

Ya se podía ver el local, no quedaba mucho camino y Lean seguía sin decir palabra, a veces cuando entraba en este estado de mutismo, se hacia extraño estar a su lado, siempre se le ha visto como un muchacho jovial y alegre, pero bueno imposible quejarse, ya que tampoco es que Delwan sea el mismo, de momento, solo sabia que no podía dejar de pensar, igual él hace lo mismo, y no pudo evitar preguntarse en que cosas pensaría él, si se parecerían por casualidad un poquito, a sus pensamientos, así podrían compartirlos, de vez en cuando, en algunas noches como esta, en la calidez de un buen fuego; hoy es un día dado a la nostalgia….

El deseo de olvidar y relajarse, era cada vez más apremiante, sentía la anticipación del gusto de la cerveza, en la boca, que ganas tenia de llegar, aprieta el paso, deseoso de llegar cuanto antes, y Lean se ve obligado a correr tras Delwan, sorprendido por el súbito cambio en el paso, lo mira curioso, no dice nada, solo anda, esperando llegar cuanto antes, a la taberna, sentarse y disfrutar de esa delicia….  En se momento, Lean le refrena amarrándole del brazo, le mira directamente a los ojos, esperando una explicación, no sabe que decir, sólo lo miro, sin entender a que espera, finalmente decide hablar el, esta serio, y eso lo preocupa, pues es cosa rara que tome esa actitud, tan rara como que solo se la ha visto en contadas ocasiones, ahora no entiende que le pasa a él.

    - ¿Te sientes mal?, no conozco la razón de tu prisa, pero de lo que estoy seguro que no eres el mismo desde hace unos días, y te veo muy cansado, dime que te pasa, lo mismo yo te puedo ayudar, pero tampoco hablas como antes conmigo, y esa repentina lejanía tuya me apena….  

A Delwan le gustaría tanto hablar con él como antes… pero teme confiarse y contarle mas de lo que debe, no quiere que sepa lo que le pasa, no quiere que le tome por loco, pero no puede ocultarle su malestar, es doloroso no poder confiar, y a la vez desear ser escuchado….

-                        Lo siento no era mi intención darte de lado, es solo que tengo mucho que pensar…. Y no tengo ganas de hablar –soberana mentira- perdona si te he molestado. Por favor no te sientas mal, cuando sepa como expresarme, hablaremos todo lo que tu quieras, solo te pido paciencia amigo, ya sabes que hay veces que me cuesta contar lo que me pasa, sobretodo si no tengo las ideas claras…..

Le sigue mirando, siente su desconfianza, eso le abate, pero se mantiene firme, le dio su palabra al anciano, así que no puede abrirse al desconsuelo y desahogarse en su hombro… finalmente se rinde visiblemente y decide dejarlo estar, es un alivio, no quiere que sufra por su causa, aunque puede que ya lo este haciendo…. Sin mediar más palabra, continúan su camino, pero ya no tienen los mismos ánimos que antes…

Al llegar al lugar, observan que la noche está muy animada, así que piensa, que podrán disfrutar de un rato agradable sin preocupaciones, el uno del otro, será un alivio.

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