XIC
El sortilegio del recuerdo
Maldice a la perdición los amaneceres,
Fiel veneno contra la redención de sueños,
Aspiraciones y pasiones primaverales.
Son frágiles los sentimientos,
Tiernos y sensibles que peligran
En este suspiro glacial que el invierno
Atrae a tu espíritu.
Le regalaste al cielo tus lágrimas,
Para que no volviera a lucir el sol,
Tras jurar rencor eterno encadenada al dolor,
Enterrando los alaridos de tu corazón
En el precipicio que a tus pies crece,
Ahogando su existencia en las sombras de tu agonía,
Supliendo las imploraciones del pasado
Por la promesa del olvido…
Son largas las dagas que te atraviesan,
Tras yacer en sus garras rendida,
Con astucia atraparon en tu pesar
Tu alma corazón y esperanza,
Para en un tenue suspiro renovar
Ese recuerdo agridulce
Que te sostiene y motiva,
A seguir y esperar un reencuentro,
Un final y un todo…
Los recuerdos son siempre así, agridulces, pueden ser felices y llenarte de gozo, que despues se sustituye por dolor, cuando son recuerdos de algo que has perdido. Con el tiempo, los sentimientos que surgian al traer a tu mente aquellos momentos, se van desvaneciendo, dejando solo la alegría o el dolor, segun sea el caso. Y te permiten ser feliz, si valoras lo que un día recibiste.
ResponderEliminar