martes, 18 de octubre de 2011

CONTINUACION LA MUERTECITA

Que distinta era a un pasado, como en aquel entonces no se planteaba ni se cuestionaba absolutamente nada, simplemente se entregaba a su fin y daba cuanto podía por superar esa acritud que en el fondo siempre llevó en su interior y es ahora cuando la comprensión ha dado con las respuestas en su mente, el por que esa cierta infelicidad e insumisión, no conoció nada a lo que se sintiera ligada que no fuera su deber.

Y ahora, en su mente en sus emociones, había una fuerza superior a cuanto ha conocido algo que la doblega, pero no le crea desdicha ésta viene a razón de no poder dar rienda a cuanto lleva y así alcanzar esa meta que siente que es suya pero por la que no puede luchar.

Los ojos de ella con esas lágrimas contenidas la siguen en ése páramo, ella sabe que está sola pero con todo siente su mirada o mas bien no es capaz de alejar de si esos ojos que apenas vislumbro unos instantes antes de marcharse con esa puñalada de dolor en su pecho, algo a lo que no estaba acostumbrada y que la hacia sentir débil.

Al alcanzar el punto álgido de una pendiente que se extiende hasta donde alcanza la vista como un cinturón que atraviesa una gran extensión, toma asiento en una roca maciza que parece clavada a la misma pendiente y de la que al menos no duda de ser arrastrada hacia abajo deslizándose sobre ella, esa sensación no se le hace agradable en esos instantes, con todo no puede evitar pensar en la algarabía que provocaría ella deslizándose pendiente abajo así…

Algo en su interior le recuerda que no llegara ese momento y que tan solo podrá mirarla de lejos sin apreciar momentos cómplices algo que sin haberlo vivido le crea añoranza.

Con la cabeza gacha ahí se deja pasar los minutos mientras derrama lágrimas en ese sentimiento de perdida que la embarga y así sigue mientras algo en su interior quiere revelarse contra esa injusticia que le roba aquello que siempre espero y por lo que desea luchar rebelarse como un adolescente ante sus padres y revolver cielo y tierra por volverla a tener entre sus brazos y es cuando una revelación se abre antes sus ojos y se enciende una incógnita en su mente, será capaz de soportar la distancia y el aislamiento de aquello que más quiere, o por el contrario saltara cualquier cautela y dará alcance a su mayor anhelo con tal de saciar así sus sentimientos como el de mantenerla a su lado pese como pese…

Una brisa le roza el rostro y es cuando siente un cambio a su alrededor, se encontraba tan sumergida en si misma que no prestó atención a su alrededor pero también es cierto que no había necesidad en un lugar donde no existe ni un ser vivo y teniendo en cuenta que no es visible para nadie.

Volviendo la mirada con la confianza de ver quién era y echar de su lado a esa presencia no invitada ya que su deseo era el de estar sola… para su sorpresa ese alguien se mantenía invisible algo que por alguna razón le causó gran frustración y un deje de desconfianza pues el pensar en las intenciones ajenas tras lo ocurrido recientemente la inquietaba.

Busco alternativamente de un lado para otro sin tener suerte, hasta que se percató de un cambio en el ambiente, el mismo efecto que la avisó de su presencia, un rasgo inusual en ese inhóspito lugar, la brisa no es algo frecuente y menos que se pueda notar con facilidad, entonces pensó en su dueño, seria ella o alguno de sus ayudantes… pero si estaba tan dolida, por qué seguirla y si era ella quien en verdad la siguió por qué no mostrarse, ¿acaso la temía ahora?.

Muerte se alza con decisión, volviendo a girarse con la determinación de hallar algo significante, la intersección de las corrientes, éstas se encontraban sobre su cabeza, con intención de dar un mensaje claro mira hacia ese punto fijamente dando a interpretar que para ella era visible su presencia, en instantes todo el despliegue de corrientes se transforman en un vendaval que se arremolinan a su alrededor creando un torbellino, levantando con su fuerza polvo del desierto, cegando momentáneamente a la Dama.

El remolino cambia de posición a la vez que de vértice, ampliándose y cerniéndose sobre ella hasta envolverla por una capa de fuerzas que la protegen y de arena, de alguna manera presiente que no es una trampa sino mas bien una intención distinta, como si buscara acercarse a ella en una especia de duda, algo que oculta con el viento y la arena pues todavía no ha tomado forma humana… en su presunción busca el vórtice de fuerza donde nace esa corriente y lugar en el que se halla el ente, ya no aguanta la curiosidad, sólo una cosa repiquetea en su mente, “que sea ella”, pese al último recuerdo de sus ojos llorosos, pese a la maldición de saber que no debe desearla y menos tocarla… sigue en esa aspiración irracional de tenerla cerca y conformarse  con mirarla… si ha de ser sincera, no cree que pueda conformarse con tan poco jamás.

 Cuándo la certeza de ésa verdad la sacude por dentro los ojos de ambas se encuentran en una mirada intensa, Muerte se olvida de todo excepto de la claridad de sus ojos que no se retiran de los suyos, con un deje de tristeza provocando otra sacudida que la traspasa como una corriente.

Vida toma forma humana dejándose caer en brazos de Muerte y la estrecha con fuerza, como si fuera lo único que existiera en el universo y crea en Muerte una calidez interior, que la reconforta y con cierta timidez le devuelve el gesto en un estado de feliz conformidad.

El ansia del principio queda apaciguada, con cierta reticencia deshacen el abrazo evitando con timidez la mirada de la otra, mientras se les escapa alguna que otra sonrisa mientras se sientan cogidas de la mano, disfrutando de la caricia del atardecer donde el frescor de la noche toma su lugar en ese inhóspito páramo.

Con el fulgor de las estrellas van llegando las primeras palabras, con calma se va asentando esa confianza mutua compañera  de la intimidad y el conocimiento, los relatos de antaño se suceden como una historia sin fin creando una mezcla ambigua de añoranza y diversión, en algún  que otro relato donde la sorpresa era la protagonista por alguna predilección, así se va recuperando ése lazo el cuál nació tras un encuentro un tanto confuso y curioso, y que desencadenó una pasión insospechada.

Sus deberes habían sido aparcados, sus sentidos liberados y la complicidad tocaba el aura de ambas en un tierno empuje a ése beso prohibido…

Muerte todavía siente interés por la razón que ha impulsado a Vida a seguirla,  no es algo que le preocupe simplemente le embarga la felicidad y la paz de volver a tenerla a su lado, así que mas tarde intentara desentrañar esa duda.

Detrás  de tanta paz ella descubre que ésta tomando ese lugar como su refugio, un lugar de encuentro para ellas, y como definirían los humanos, su nido de amor.

Un lugar desolado y sin recursos en el que aislarse de todo, que no influyan sus esencias negativamente… conforme ese pensamiento se hizo presente, se dio cuenta de lo ingenua que fue al no idearlo antes cuando le cayó en su conciencia la prohibición… no dejó de observar a su alrededor esperando ver cambios intentando percibir si el abrazo causó alguna repercusión, pero no, y ése no le daba una tranquilidad que a su vez la llenaba de gozo y euforia…


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