viernes, 28 de octubre de 2011

CONTINUACIÓN DE MI DESCONOCIDA

SERENA


La mujer no se movió del lugar y mantuvo la mirada pacientemente sobre mí, yo en cambio me quedé muda de asombro…

Intenté decir algo coherente, pero sus ojos se mantenían firmes escrutándome de tal manera que más nerviosa me ponía  y me veía incapaz de pronunciar palabra sin tartamudear.

Al percibir un movimiento a su espalda se vuelve a mirar y ahí estaba Sam intentando comprender  que ocurría, sin perder la compostura se hizo cargo de la situación y se presento ante la mujer, la cuál  responde con un gran aplomo y una especie de fuerza personal que me impide retirar la mirada de ella, ignoro por qué, pero ella me atrae…

Ella tras unos minutos de conversación vuelve su atención sobre mí, y  sonriendo suavemente se dirige a ambas.

-         Os veo agotadas y no sois de por aquí, ¿ya tenéis dónde hospedaros o pasar la noche?

Yo negué con la cabeza inconscientemente, mis sentidos seguían atentos al rastro de su voz, ésta no era dura, no carrasposa, tampoco aguda o maleflua, era como escuchar una voz de ángel con una acentuación grave, sin que llegara a ser siquiera seca, mas bien la volvía mas calida y sensual….

Sam me miró fijamente unos instantes, volviendo acto seguido a controlar la situación, explicándose con calma a la mujer, mientras le contaba que era una amiga de mi familia y bueno nos habíamos alejado un poco de todos y las circunstancias que se vivían en esos momentos, yo no pude evitar comparar las voces y fui consciente que la de Sam era pausada y bueno casi sin vida como monótona, su todo era dulce como quien le habla a un niño y en algún momento un cierto tono de autoridad casi imperceptible, mientras yo me percataba de estos detalles ella continuaba explicándose, como que a través del folleto buscábamos alquiler para pasar un tiempo y todavía no habíamos tenido suerte…

La mujer con una sonrisa de comprensión y paciencia esperó a que ella terminara de relatar un poco los pros y los contras, pidió el folleto y al observar los anuncios señalados nos miró de nuevo, con un gesto nos indicó de seguirla y algo intrigadas así lo hicimos, a fin de cuentas no conocíamos a nadie y tampoco teníamos dónde ir que no fuera el coche.

A dos fachadas de dónde  conversamos con ella se detiene y saca un manojo de llaves, tras abrir un gran portón metálico, nos invita a entrar, aun mas curiosas traspasamos la entrada yendo a parar a un gran patio interior, con la apariencia de un vivero, pese a la escasez de luz se apreciaba la cantidad de plantas y la variedad de aromas que inundaban el patio,  era como entrar en otro mundo, y al levantar la vista en el hueco central del follaje, se apreciaba allá en lo alto la luna alumbrando con su tenue luz el camino hacia una fuente de origen marroquí  de las que en lugares históricos se podía admirar su arquitectura, de pronto me sentí en otra época ahí en medio del follaje, las voces de mi espalda ya sólo eran susurros incomprensibles, me volví a sentir cautivada, y esta vez por la belleza del lugar…

Me encontraba tan ensimismada  que cuando apoyaron una mano en mi hombro pegué un respingo de sobresalto que me di, mi reacción provocó las risas de Sam y la curiosidad de nuestra anfitriona, sus ojos seguían atentos sobre mí y ésa atención me inquietaba todavía más…

Ella avanzó delante nuestro abriendo paso entre las plantas y el recuerdo de su mirada se me hacía familiar en su brillo, era como ver los ojos de ella en la noche que nos besamos.

Esa noche supe todo lo que sentía y deseaba, supe que sólo quería estar a su lado, y ahora me confundía lo que sucedía, ella estaba en mi corazón y ésta mujer me provocaba una atracción a la que no  sabía resistirme.


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