jueves, 19 de julio de 2012

CONTINUACION DE MI DESCONOCIDA


TIARA


Me superaba, el dolor era tan atroz que las lágrimas se me escapaban, lo único que no quería era que ella despertara para verme así, indefensa y adolorida, suplicaba por que solo fuera dolor, que todo lo sucedido no hubiera empeorado otra vez mis lesiones. Era difícil no pensar en ello y recordar lo mal que estuve y su marcha, en especial el como me sentí en el pasado y la quise alejar de mí, sabia que ahora no seria capaz, pero también que sufría con la idea de serle una carga si las cosas asemejaban tan mal como yo me encontraba.

Con todo lo que mas me preocupaba era que ella no despertara, temía que tuviera una conmoción cerebral o alguna lesión que impidiera que se recuperara,  el temor aumentaba con las horas, sabia que tenia que confiar en Estela pero a esas alturas el miedo me superaba y padecía más por ella que por mí, cada vez me importaba menos mi estado pese a lo que me dolía, solo deseaba volver a verla abrir los ojos y que estuviera bien…

La puerta comenzó a desencajarse de su lugar, algo la aporreaba con fiereza y me sentí horrorizada al pensar que la pesadilla de anoche se volvía a repetir apenas amaneció, hice esfuerzos por alcanzar una vara para protegernos, apenas la puerta cedió la luz del exterior me deslumbró cegándome, apenas alcancé a alzar la vara frente a nosotras para protegernos, quien fuera no hizo intento de tocarnos, más bien se quedó a la puerta esperando algo en silencio, conforme me fui acostumbrando a la luz de fuera, vi que no era un ser sobrenatural, sino varias personas, luego una de ellas se acercó cargando algo y se paró a mis pies, comenzó a hablar pero su voz no me llegaba con claridad, era como escuchar chirridos y tambores a mi cabeza a la vez que intentaba comprender, al cabo de un rato pude reconocerla…. Mel, la madre de Serena, bajé instintivamente el palo y sintiéndome en paz me deje recostar al lado de Serena, solo pude suplicar que la curara, seguía sin pensar en otra cosa, ella acepto mis palabras o lo poco que pudiera entender con que podía acercarse sin peligro, y comenzó a escoltarme a mí tras comprobar que su hija seguía viva, no escuchaba con claridad nada, solo percibía como me limpiaba aquí y allí con gasas, daba detalles a Edmundo que tomaba notas a su espalda y de vez en cuando percibía como se volvía hacia su moto que posaba tirada de lado junto a la pared, no recuerdo en que momento se movió del lugar que ocupábamos ahora, y me di cuenta que me perdí muchos detalles de lo ocurrido la noche pasada durante el ataque.

Percibí como pasaban una tabla bajo mi espalda y casi sin moverme me recolocaban sobre ella y ataban a la misma para que no se moviera mi espalda ni nada, se me colocó un collarín y me pedían que no me durmiera, procuré cumplir con la petición pese a que en ocasiones no estaba muy segura de si seguía despierta o no.

Pude comprobar que realizaban el mismo proceso con Serena, su madre lloraba mientras cumplía con esfuerzo con las técnicas para evitar mayores lesiones, un móvil volvía sonar, ignoraba las veces que había timbrado rompiendo la calma de la mañana, para mi era como un despertador que impedía que cayera dormida.

De alguna manera no me preguntaban por lo ocurrido yo tampoco tenia valor de hacerlo, solo guardé silencio e intentaba no perder detalle de lo que sucedía a mi alrededor y ver si ella despertaba.

Ignoro cuanto tiempo transcurrió pero la habitación comenzó a llenarse de personas, mi abuela se arrodillaba con dificultad a mi lado y la doctora la abrazaba y consolaba diciendo que estaría bien, varios hombres como el carnicero o el hijo del panadero se agolparon a las tablas siguiendo instrucciones de la doctora, nos sacaron con sumo cuidado de que no se desquilibrara la tabla ni sufriéramos golpes, una vez en el exterior, Natalia aparecía con unos goteros y la doctora nos los colocaba antes de que nos introdujeran en la ambulancia, hacia años que no la veía moverse por la isla y casi ni me acordaba de ella, primero me metieron a mí por detrás y cerrando unos asientos delante colocaron a Serena, asegurando su posición y la mía, mi abuela se sentó a mi lado con la doctora y Natalia con su sobrina, eso me decía que yo corría mas peligro que ella y me sentí aliviada, mas que asustada la verdad.

Llegamos a la taberna y nos metieron al mismo dormitorio que yo ocupaba, Sofía seguía en el mismo dando ordenes, haciendo que la gente fuera y viniera de arriba a bajo, la farmacéutica y Sam aguardaban que nos metieran al mismo por la puerta con cuidado mientras sostenían varias cajas de las que asomaban vendas, gasas, algodón e incluso algo de instrumental, ahora si que tenia miedo, me hice el animo de que seguía viva y eso pasaría más rápido que la noche pasada, y decidí no pensar más en ello, era como si los recuerdos me desencajaran la realidad de la pesadilla.

La puerta se cerró, nos desligaron y colocaron en dos camas que aparecían cercanas la una de la otra,  a su lado colocados unas barras de metal para los goteros, a un lado un teléfono, se escuchó que el helicóptero estaba de camino, las mujeres se pusieron manos a la obra, nos sacaron las ropas destrozándolas con unas tijeras, las curas sobre mi que estaba llena de rasguños e incluso rupturas ande pensé que aun estaba libre de espanto, casi todo mi cuerpo fue cubierto de algodón y vendas y mis cabellos cortados, para suturar varios cortes, uno de ellos cerca del oído, con razón el terror en los ojos de la doctora y mi abuela cuando me miraban, luego le tocó a Serena, gemía en su inconsciencia e incluso gritaba como si todavía luchara contra eso, su madre comprobó cada parte de su cuerpo palpando tomó notas, pidió ayuda para hacer trasvistillos a pierna izquierda y colocó un corsé a su abdomen, el collarín seguía colocado, su rostro aun magullado no sufría cortes de gravedad como yo…

Al cabo de una hora apareció por la puerta unos enfermeros con sus camillas, todas salieron y nos movieron de las camas a la camilla y así nos llevaron con la ambulancia de una en una esta vez al helicóptero, nos metieron con prisas dentro, mi abuela subió conmigo y Sofía nos despedía, a su lado subió Sam, al lado de Serena se colocaron su madre y tía, mis ojos ya se cerraban no me quedaban fuerzas, y fue cuando la voz de Mel me animaba a ello pidiéndome que descansara, que estaba fuera de peligro, quien le preocupaba al igual que a mí era su hija que seguía inconsciente pero no en coma al parecer.


Me dormí con los cascos protectores a las orejas y el zumbido de fondo de la hélice, cuando llegamos a nuestro destino me devolvió a la realidad el aterrizaje y que el motor parase, fue escuchar las voces apresuradas lo que recordaron que nos pasaba, Mel no se separaba de ambas, dando detalles apresurados al médico de guardia y encargado de nosotras, por ser madre de Serena no le permitieron acompañarla pero al ser mi medica y no familia a mí si, la mujer necesitaba hacer algo tanto que ni se había cambiado de camisa y seguía con la misma con la que me realizó las curas, pringada de sangre e incluso Betadine en las mangas, y eso que las llevaba arremangadas, con las prisas no se preocupó de su apariencia como de costumbre siempre miraba por los demás y nunca de si, admiración es lo que sentí por ella conforme nos introducían  a la sección de rayos X, de ahí nos pasaron a otras exploraciones mas desagradables además de analíticas, me escayolaron los brazos e inmovilizaron la cadera y vendaron el esternón para sujetar unas costillas dañadas, dijeron de hacerme otro tac cuando la inflamación craneal disminuyera, horas y horas, de pruebas y especulaciones hasta que nos subieron a distintas habitaciones, mi abuela sumida en la desesperación había perdido color y sus ojos hinchados me indicaban que era incapaz de dejar de llorar, vaya manera de hacerme promesas y caer siempre en que soy la única que la hace sufrir así…

A los veinte minutos el director se presento a nuestra habitación y nos consulto si en verdad preferían que ocupáramos una habitación con la paciente que nos acompañó o por el contrario teníamos alguna reticencia, me dieron ganas de reír por su aspecto inmaculado y su gesto que finalmente me encogí de dolor cuando un sonido ronco salió de mi garganta, asemejaba mi risa pero más un gruñido, el hombre me miró y luego a mi abuela la cual pidió que nos colocaran juntas que era una petición de ambas familias.

Al estar sujeta a menos maquinas, me trasladaron a mí al otro dormitorio, allí nos esperaban Natalia y Melissa, comprendí que Sam al no ser familia directa no le permitían subir, de pronto vestida de enfermera apareció por la puerta se sacó la bata que la identificaba como tal y la guardo en la taquilla de enseres del dormitorio, se sentó al lado de Nat y suspiró; desde luego tiene recursos para todo esa mujer.

Melissa no comentaba nada al dormitorio de nuestro estado, algunos colegas acudieron a realizar diversos diagnósticos en el transcurso de tres días, al tercero Serena volvió en sí,  y todas nos echamos a llorar de alivio, con todo la cosa no terminaba  ahí tocaba realizar mas diagnósticos y pruebas que no pudieron mientras se encontraba sin sentido, apenas se aseguraron que sabia quien era, y el resto quienes éramos e incluso lo sucedido con su padre, es decir su reciente muerte, el especialita de neurología deshecho el concepto de trauma y debían asegurarse de que no sufriera ningún otra consecuencia por el golpe, antes de llevársela ya comprobaban que pudiera mover los dedos de pies y manos,  se me saltaron las lagrimas al saber que si podía, las cosas no estaban tan mal tras tanto padecer.

Repetidas veces se me pregunto por lo ocurrido, por mas que insistieran era algo imposible de explicar, por lo que implique una posible amnesia temporal o traumática, Mel se mostraba escéptica al hecho de que pudiera ser algo así, en cuanto el personal hospitalario marchó con su hija impidiéndole seguirles, me miró directamente, por un instante pensé en reproches y acusaciones, pero su mirada no demostraba ese sentimiento de acusación, mas bien como si esperara el momento de encarar algo o como si guardará algo, me dije a mi misma que imaginaba cosas, pero de vez en cuando percibía su duda de volverse a mi y preguntar otra vez, en otras como si desear ser confidente de algo que tampoco pudiera decir delante del resto, en esos momentos Nat la tomaba de los hombros y le indicaba que se sentara como protegiéndola de si misma…. O a mí de ella.

Al cabo de dos horas devolvian la cama de Serena a la habitación, ella de nuevo descansaba, la miré alarmada, se acababa de despertar, para verla otra vez con los ojos cerrados, la enfermera al volverse para salir debió notar mi desasosiego y simplemente me dijo que tras días en un estado de agotamiento y un ataque el metabolismo tarda más en recuperarse en especial si se ve bajo una presión emocional que provoqué más agotamiento. Asentí agradecida, mientras observaba como la madre de ella se acercaba a mirar a su hija y le acariciaba el rostro.

Mientras pasaban las horas me preguntaba que pensaría ella de lo ocurrido al faro, si la marcaría de un modo negativo o no, sobretodo si seria capaz de vivir con un recuerdo tan escalofriante y aterrador como el que un espíritu tenga el poder de atacar bajo el deseo de la venganza y la posesión, peor es que supiera que fuera su padre el que nos atacó…

Durante la noche, todas salieron a intervalos del dormitorio, finalmente quedaron mi abuela y Mel, cuando ya pasaba de las 2h. de la madrugada, resolvieron salir a tomar aire y un café para despejarse, mi abuela iba a marchar sola pero al notar Mel que sus movimientos eran vacilantes, la tomó del brazo acompañándola, volví mi rostro a mirarla, y ahí estaban sus ojos abiertos, mirándome  interrogantes y silenciosos….

-         ¿Recuerdas lo ocurrido al faro?

-         Sí.

-         No cuentes nada, nos tomarían por locas, nos pondrían a un especialista y ninguna de las dos podemos explicar lo ocurrido sin el perjuicio del resto, es difícil que nos crean o mismamente que podamos dar una explicación coherente, sólo se me ocurre que ambas salimos y nos cayó algo pesado por la tormenta además de ser arrastradas por la misma, aparte de refugiarnos al interior, será difícil que nos crean al menos que digamos que todo fue confuso por la lluvia el viento y la oscuridad…. ¿estas de acuerdo?.

-         Sí, Tiara, mi padre intento matarnos, Estela nos protegió, me dijo….

-         Calla… Espera a que salgamos de aquí, ahora es mejor no tocar más el tema, evitar que nos escuchen, recuperare tranquila, todo terminó, salimos vivas y gracias a dios sin enloquecer, ten confianza en lo que te digo Serena, solo espera, tu madre no paró de preguntarme, hasta el momento ignoran todo por que creen que tengo lagunas amnésicas….

-         Bueno al menos no tengo que corroborar a ciegas, ¿Cómo te sientes?, yo molida y con la mente espesa.

-         Igual pero como si me hubieran destrozado todos los huesos, pero parece que no es tan grave como se pensó en un principio, ya casi  estaba recuperada del accidente que sufrí con la moto, incluso  comencé a andar, ahora me queda saber si perdí los avances.

-         Tiara, no tuve oportunidad de decírtelo clara mente, de frente y temo que no llegue a tener la oportunidad… Te amo y aunque me fui de tu lado, en el fondo nunca dejé de hacerlo.

Mi respiración se cortó de la impresión de escucharla decirme lo que tanto anhelé, también que temiera perderme después de lo que habíamos pasado juntas, sentí ganas de gritar de júbilo, de llorar de emoción, de abrazarla contra mí y no dejar que se volviera alejar, la miré a los ojos viendo como derramaba lágrimas…

-         Te amo Serena, desde el día que te conocí has sido la única en mi vida que me devolvía la alegría, siempre me arrepentí de no tener las agallas de afrontarlo y pelear contra mis miedos por lo que sentía…

-         Tiara, algún día tendremos que explicarle a mi madre o tu abuela eso…

La puerta se abrió, con suma calma Mel entró y atrancó la puerta antes de volverse a nosotras con un brillo en los ojos que temí, era como ver la locura o una alegría tan inmensa que era incomprensible dadas las circunstancias.

-         No hará falta dudar de que os crea, ni que me expliquéis la razón que os ha dejado en tan lamentable estado, durante horas temí no llegar a tiempo y me creyeron desquiciada, pero en ningún momento me rendí. Cariño, tu hermano vino a mí, me insto a salir a tu busca, a ayudarte, me contó de tu padre de su locura y sus intenciones, que alguien más cuidaba de ambas, pero que no podrían daros asistencia, que corriera…. Tu tía me creyó desquiciada, (se volvió a mí), tu abuela se aterró pensando en mis palabras en si habría perdido la cordura o si en verdad estabais en tan grave peligro, como no fueron capaces de retenerme me acompañaron, al encontraros tan mal ninguna tuvo valor de preguntarme o detenerme, me temen algo, pero también están agradecidas de no haberos perdido, algún día hablaremos con calma y alejadas de todo esto, pero como dijo Tiara esperemos.

-         Si sabias por que me preguntabas.

-         Necesitaba confirmar que no soñé escuchar y ver a mi hijo, que en verdad no sufría ningún desequilibrio mental, y que supieras que estaba con vosotras y no temierais por vuestra credibilidad.

-         Mama, yo no vi a Derek, pero si….

-         Tranquila, algún día, quien sabe, ahora se que vela por nosotras.

Las tres quedamos en silencio, evitando recordar o pensar más allá de ésa habitación, de que al fin nos confesamos y declaramos nuestros sentimientos, reconociendo que si podíamos compartir un futuro juntas, en que circunstancias era algo que todavía quedaba por descubrir, simplemente ya nada nos podría separar.

-         Antes de que os durmáis, tengo una noticia muy buena para ambas, pronto disfrutaremos de una boda en la familia.

-         La miré confundida pensando si en verdad mi abuela y ella se iban a casar, la idea me produjo extrañeza, sobretodo por que nunca considere que se volviera a casar, y menos tan pronto desde que ellas dos comenzaron.

-         Ya se que piensas, pero te equivocas cariño, Nat y Sam recuperaron la sensatez y digamos que han superado sus diferencias y tomaron la decisión final que tuvieron miedo tanto tiempo, ya fuera por terceros o por inseguridades entre ambas, así que disfrutaremos de su enlace en cuanto os den el alta decidirán una fecha, así que animaros que algo bueno ha nacido después de todo.

Eso sí que era una noticia muy buena, quise imaginármelas al altar pero en vez ellas siempre acababa imaginándonos a nosotras en un momento tan primordial, la idea me regocijaba y me animaba a soñar cuando llegaría nuestro momento de unirnos ante todos, sin medias tintas.

Tardamos semanas y el tema principal a la habitación desde esa noche era la boda, sonrojar a las novias, mosquearnos a nosotras por estar atadas a la cama y no poder salir a tomar el sol u otras cosas mas apremiantes que se reflejaban en nuestros ojos cuando nos mirábamos olvidándonos del resto…

Siempre se quedaba alguna para asegurarse que no nos volvíamos temerarias y nos levantábamos para salir a los pasillos, lo que no se es si se planteaban  que nos urgía mas tener contacto e intimidad, la química era transparente entre nosotras, una mirada nos bastaba para reconocer lo difícil que nos era estar tan cerca y no besarnos ni apaciguar el fuego que nos comenzaba a consumir constantemente, era recordar ciertos encuentros y siempre deseábamos lo que nunca llegamos a disfrutar. El deseo de lanzarles un jarrón de flores y echarlas era muy tentador.


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