domingo, 30 de diciembre de 2012

XC



XC

Ambarinos ojos de la cordura,
Cansinos suspiros contra el silencio,
Crujidos que despiertan la conciencia,
Añoranzas que estrujan el corazón,
Lágrimas que despiden la ilusión.

El verso del suspiro teje un lamento,
El beso del anhelo riega el muérdago,
El matojo de recuerdos enreda el pensamiento.
El paso firme se vuelve tambaleante a alta mar,
Con un soplo se izan las velas al viento salado,
Y en su esplendor se tienden al sol un nuevo lienzo de favores
en colores y matices que solo un soñador alcanza a rozar..

El balanceo adormece el arpón pesimista,
La marejada juega con el bote a la deriva,
Las frías aguas lagrimales estancan el presente…


Esperando la señal de la estrella del norte,
En una mirada esperanzadora se ajusta la brújula
Hacia un nuevo futuro de destino incierto.

Ávida locura de la vida que arrastra en corrientes,
Abandonando en páramos e imponiendo montañas,
Prueba de voluntades que se abraza a la locura de vivir…


IXC



IXC

Decide tú si te amo,
Decide tú si lo que soy no es tu rigor,
Decide tú si mi ser no te complace,
Decide tú si mis intenciones fueron legales,
Decide tú si la traición es tal,
Decide tú si mi palabra valió algo,
Decide tú si la verdad es lo que crees,
Decide tú si mi vida es correcta,
Decide tú si mis decisiones van por buen camino,
Puedo ser un cabo suelto a la marea,
Puedo ser una gaviota que extiende sus alas,
Puedo ser un viento sibilante,
Puedo ser un contrato censurable,
Puedo ser una ilusión sin sentido,
Puedo ser una voluntad sin voz,
Puedo ser una balsa sin rumbo,
Siempre seré dueña del próximo paso,
Siempre seré la mirada incierta,
Siempre seré un pues… antes o después…
Siempre seré una voz olvidada,
Siempre seré esa pasión que desborda el vaso,
Siempre seré esa bailarina sin zapatillas,
Siempre seré el verso que no se pronunció,
Siempre seré la inspiración de la escritora que renace al anochecer,
Siempre seré la flor que despierta tras la lluvia,
Siempre seré el beso que cubre una joya,
Siempre seré algo, alguien, un instante o un recuerdo,
Siempre seré el deseo de vivir un sueño,
Siempre seré el cristal de mis pensamientos.





sábado, 29 de diciembre de 2012

IIXC



IIXC


Belleza salvaje que en tus manos sostienes la luz redentora,

En tu raíz atas la voz de mi existencia,
En tu belleza desatas la pasión divina,
En tus cabellos se enredan mis palabras,
Mientras tu piel seduce a la mía,
Sois el pecado de mis fantasías,
En vos renazco y crezco a un único fin,
Siendo cubierta por vuestra savia,
Emerjo como una hoja más al viento,
Para ser llevada en su baile indecoroso,
Siempre añorando vuestra presencia,
Para volver en un rayo de sol a acariciaron,
Para volver en gota de lluvia a saciar vuestra sed,
Como un alma mas enamorada de vos,
Regresaré para morir en vuestro lecho y no escapar,
Pues seria la muerte del espíritu fiero que fielmente
Sirve a vuestro propósito, el deseo de armar y desarmar,
Las palabras de la seductora prosa que vos inspiráis de mis labios.



viernes, 28 de diciembre de 2012

LXXXVIII


LXXXVIII


En los cantos de la vida esta el secreto,
En las elecciones el significado,
En las esquinas las dudas,
Y siempre un camino a seguir,
Con bifurcaciones con nuevas preguntas,
Todas en su debido momento,
Nos guían al instante que sin remedio
Llega a marcar nuestro destino,
Un nuevo pensamiento nos sostiene,
Como la guía hacia la fortuna,
La conciencia siempre mantiene su criterio,
Acrecentando las ansias,
Ilusionando los sentidos,
Emocionando cada paso con una esperanza,
Y siempre la fe de la llegada a ese paraíso,
Donde la promesa es el encuentro con nuestros sueños,
El recuerdo por el que luchamos en esta existencia
De sin sabores y tonadas mal sonantes.

lunes, 24 de diciembre de 2012

NATIVIDAD DEL REENCUENTRO









Un Ding-Dong suena por estas fechas en las memorias de todos, en los primeros años la ilusión de la gran llegada y el feliz encuentro con el afectuoso abrazo de los seres queridos, llegando a nuestro umbral con esa sonrisa de gloria en las que nos cobijamos dejando a un lado el día a día que a tantos agobia….

Son fechas tan doradas, para unos la llegada del salvador, para otros el hombre del pijama rojo y para algunos el reclamo del aguinaldo, pero en especial la llegada de todos aquellos que nos rodean en los más y menos de nuestras vidas a compartir esos días de alegría alrededor de una mesa con el plato principal y sus entremeses…. Y que decir para los pequeños pillines con los dulces de temporada, la gran delicia de la navidad, los turrones.




Las luces son el principal espectáculo, con ellas traemos alegría a nuestro alrededor y nunca se ha de olvidar que la luz mas grande que ilumina a todos es la que nace en nuestros corazones y resplandece en nuestras sonrisas, ese don de la felicidad con la que regalamos a nuestros semejantes ese aliento para acompañarnos y ser testigos del milagro que encerramos en nuestro interior, aprender a vivir en armonía y en el seno de la paz para crecer en una unión mas feliz.

El viaje siempre es largo pero estas fechas son sagradas en el corazón de todos, para algunos lúgubres y sin la ilusión que a tantos inundan, pero siempre queda el esfuerzo de reunirse y encontrarse con la mirada de cariño de cuantos hemos conocido, de cuantos hemos acompañados, de tantos que en algún momento han crecido un paso mas a nuestro lado, es una fecha para celebrar la reunión y el afecto, demostrándolo con nuestro cariño y esfuerzo.



MUCHAS FELICIDADES A TODOS EN ESTAS FECHAS DE NATIVIDAD DONDE RENACE LA UNIÓN DE CUANTOS AMAMOS.

martes, 18 de diciembre de 2012

SUEÑOS DE FANTASIA Y HEROISMO




No son horas decimos muchos, mientras alguno de nuestros pequeños sigue fascinado frente al televisor viendo unos dibujos con mucha aventura o en cambio, frente a un ordenador haciendo las delicias de un personaje interactivo con un sin fin de pruebas y entuertos a los que enfrentarse.

Los observamos en silencio, esperando que se acuerden que nosotros estamos aquí a su lado y no en la pantalla, la atracción por los colores es total para ellos, mientras nosotros poco a poco nos vemos aislados de su mundo.

Samuel es uno más de tantos que mira la pantalla y se siente parte de esa fantasía que han creado para su disfrute, desea que ese mundo de seres fantásticos y divertidos, incluso de grandes poderes y combates, sean reales, porque como piensan la mayoría no encontraran nada tan increíble a su alrededor como ese mundo de color y amistades animadas.

Samuel sueña con ser un corredor de bicis que es capaz de hacer increíbles acrobacias con la bici, mira la suya al balcón con el ansia y la satisfacción de que al día siguiente hará un ejercicio que acaba de ver a la tele y superara a sus amigos siendo la envidia de todos, su bici es su tesoro, tiene 8 años y ya piensa que de mayor se hará famoso con su bici.

Andrés es un niño como Samuel, ambos son vecinos, al primero no le gustan tanto las bicis, su ordenador es su mejor amigo, en el descubre nuevos mundos, nueva gente y aprende a realizar todo tipo de operaciones que algunos adultos desconocen, es hábil con la informática, pero su mayor afán son los juegos de guerrilleros en los que combate contra otros equipos y desea ser el mejor, mas que eso desea ser mayor y entrar al ejercito y luchar y viajar a lugares tan distintos a su hogar…. Su madre se ve sola y su papa ya no está, el no quiere verla llorar y quiere ser grande y fuerte como un soldado de los que maneja a su pantalla.

Son niños decimos los mayores, pero algunos olvidan que ser  niño es ir mas allá de la línea de seguridad y Samuel no ve el peligro, al día siguiente todos se llevaran una sorpresa piensa el niño.

Ya en el colegio Andrés observa sin mucho interés las explicaciones eufóricas de su amigo al patio sobre algo que va hacer con la bici, todos aplauden ansiosos por verlo, algunos en cambio se ríen diciendo que es muy infantil y que lo que a la tele hacen es imposible hacer a la vida, Samuel no los escucha, piensa lógicamente que son unos cobardicas y tienen envidia. En cambio Andrés piensa que otra vez va hacer el ridículo y no tiene ganas de estar, pero ya lo ha prometido.

Al salir todos corren con su merienda a tirar sus mochilas a sus camas o asientos y huyen a la calle con ganas de ver lo que su amigo va a mostrarles, una vez en el parque ven dar vueltas al niño con la bici por la zona de columpios, aún no han llegado los mas pequeños y sienten que el lugar es de ellos por unos minutos.

Al verlos llegar seguidos de Andrés que los sigue silencioso, se emociona y toma impulso a la vez que se lanza con todas sus fuerzas hacia el tobogán para escalarlo y saltar desde arriba cayendo en pie con la bici, hay que admitir que no es algo tan simple y en ese momento lo descubre el fantasioso Samuel, su bici se engancha con el bajo del tobogán y se frena en seco, el de cara sale despedido contra la plaza del tobogán y se golpe de lleno en el rostro quedando en una postura fortuita en el aire, luego cae sin moverse ni decir un ay…. Los amigos se asustan y gritan aterrados diciendo que esta muerto, Andrés corre a su lado y frena a un muchacho que pretende moverlo, sabe que no es aconsejable alzarlo si el golpe se lo ha dado en el cuello, pide que llaman a la policía que esta al otro lado del parque poniendo multas, mientras mira si respira pensando que no quiere tocar un cadáver, algo en su interior se remueve al recordar los personajes de sus juegos que morían y debía robarles la munición, el no quiere tocar un muerto ni ahora ni nunca, ya no quiere ser soldado que haga daño a otros ni ver a su amigo sangrando, pero su amigo sigue ahí sin abrir los ojos, lleno de sangre y sin moverse, se siente inútil sin poder hacer nada mas que mirarlo.

La mujer policía llega a su lado pidiendo un servicio de ambulancia a la vez que revisa el estado del niño, mientras que la enfermera y medica de la zona acuda urgentemente, varias madres sujetan a sus hijos alrededor, su madre no esta y piensa en correr a avisar que Samuel se ha hecho daño, la policía lo ve marchar sin mas, al llegar se encuentra a la madre sacando la basura antes de ir con ellos al parque, le cuenta lo de Samuel y dejando allí la bolsa corre con el niño al lado de su hijo, la ambulancia ya ha llegado y la policía al ver como los demás gritan que esa es la madre felicita al niño por correr tanto y no dejar que lo movieran, la policía se ha enterado de todo y Andrés se siente realmente importante, mientras se marchan al hospital, la doctora del consultorio se acerca a él y le da las gracias por no dejar que lo movieran y le cuenta que se pondrá bien si despierta pronto, no sabe si es así pero se siente feliz de haberlo echo bien.

viernes, 14 de diciembre de 2012

LXXXVII



 LXXXVII

PÉTALOS MARCHITOS QUE EL VIENTO ARRASTRA,
AROMAS DEL ALMA QUE SIEMPRE VUELVEN,
LAGRIMAS SIN RECUERDO QUE TODAVÍA DUELEN,

SONRISAS SIN FONDO QUE OCULTAN LAS MIRADAS,
LATIDOS PERSISTENTES QUE DAÑAN EL EQUILIBRIO,
PASOS A LO DESCONOCIDO SIN UNA RAZÓN NI UN SENTIDO,
MAÑANAS OSCURAS DE SOL RELUCIENTE,
NOCHES SILENCIOSAS CON GRILLOS QUE CHIRRÍAN,
SUSURROS PASADOS QUE TRAEN EL RECUERDO,
VOCES QUE ALIENTAN
UNA MIRADA AL CIELO,

AFECTOS QUE POR DEFECTO TE EMPUJAN,
AMIGOS QUE SUJETAN EL EXTREMO OLVIDADO,
CUERDAS ESPARCIDAS A RECOVECOS ANTES QUERIDOS,
SILENCIOS QUE TODO DICEN SIN VOZ MIRADAS QUE LLAMAN 
CON EL CORAZÓN.....                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  

LXXXVI



LXXXVI


Aliento marchito 

de una ilusión apagada,
voz del pasado que martiriza la voluntad,
fe y conocimiento encadenados al dolor,
amargor de limones 
en los dulces deseos,
del alma apasionada que extiende sus alas,
cayendo en picado tras mirar al sol 
y en su inconsciencia perder la orientación,
en ese cielo que antes llamaba a gritos,

en esa felicidad que crecía sin horizontes,
para perderse en los nubarrones,
perdiendo las plumas bajo la piedad de la tristeza
y finalmente arrastrada por el vendaval del reproche,
aquel al que nunca escuchó y ahora mordaz
clava sus garras en su presa ya perdida en sus fauces,
dignos grilletes de la culpa o las dudas 
que arranca a tiras el espíritu que antes caminaba firme.

domingo, 2 de diciembre de 2012

PALPITOS EN LAS SOMBRAS







PARTE I

La noche cae suavemente en el exterior, mientras en el interior la incertidumbre carcome a Celina, otra vez se retrasa Setar para sus obligaciones y como siempre la perdonará, tras unas atenciones  con su sonrisa y un par de caricias… Comienza a dudar si la sigue amando o mantiene esa relación imaginativa por todo lo que en un pasado han compartido, también se pregunta si es tan fácil deslumbrarla con su belleza o engatusarla con uno de sus coqueteos, algo le dice que ya no, que las cosas comienzan a cambiar, y finalmente se pregunta si se estará desilusionando de ese amor tempestuoso que en un pasado la llenaba y la consumía. Quizás tras las decepciones y las traiciones acalladas, ya no le pesan las cadenas del corazón, puede que ya empiece a liberarse de su deslumbramiento y los lazos que en un pasado la ataron, puede que al fin tenga poder de tomar decisiones al respecto.

Tras merodear por las hiervas y aceites dando vueltas a sus dudas y desconsuelo, Celina decidió salir a pasear, todo ungüento podía esperar y así aprovecharía para repartir algunos, ver algunas caras más animadas y por supuesto enterarse de los últimos chismes, de paso alguien le daría la luz sobre de dónde se había escondido Setar.

Hacia semanas que tenia muy presente algunos descubrimientos y noticias, de los cuales algunos la obligaron a realizar cambios al servicio privado del harén, debía cuidar su nombre y honor, si descubría que era digna de lastima le seria difícil salir de sus aposentos cómodamente, ante todo con la idea de perder el respeto de las más jóvenes.

Setar estaba dejando a la luz su verdadera naturaleza, traicionera y rastrera como su alma, de fidelidad inconstante, verdades a medias y palabras falsas con promesas vacuas, toda su adoración se consumía en el oscuro desprecio mientras caía por los urinarios. La decepción que recibió al descubrirlo, fue un gran golpe para su confianza y visión de todo cuanto compartieron en el pasado.

Atendió varias consultas en el camino, tomando notas con su pergamino, era tedioso pero luego entrar a su taller era su paraíso personal, una descompuesta Junaana se retiraba presurosa de una de las entradas a las termas, allí descubrió la escena que reconfirmó todo sus temores pasados y las angustias que la atenazaron en las noches de desvelo, se retiró en silencio reconociendo su falta y que nada podría hacer por el momento dado que Junaana las había descubierto, el escándalo se le venia encima, si así las encontró la joven, ¿cuántas más antes?...

Terminó de entregar el último ungüento a la doncella que lo precisaba para su señora, se retiró silenciosamente y pudo observar como Junaana volvía a estar pendiente de la morena Shamsir, algo le preocupaba a la pelirroja, pero mas le iba a preocupar cuando se descubriera en publico la mancillación de sus votos. Se retiró a la terraza superior de la biblioteca esperando que la soledad de los vientos del desierto apaciguaran su ira y las recriminaciones que la recorrían… en cambio allí se encontró con su hermana con la mirada perdida en las dunas.

-         hermana, veo que los vientos te han traído a mi lado.

-         Ojalá hubieran sido los vientos y no el infortunio Asalah.

-         Cuéntame que te aflige.

-         Estoy bajo la mancha de la traición y la deshonra hermana, Setar hace tiempo que no me es fiel, hoy ya pensaba en las consecuencias de sus actos y renunciar, pero se me ha imposibilitado esa opción, por su ultimo escarceo.
-         Entiendo, hace tres o cuatro días que supe y necesitaba confirmarlo, no tenía valor de remover dichas dudas entre vosotras sin antes tener pruebas.

-         Pues las tienes de mis ojos, los de Junaana, de la criada que impuse recientemente como servidora a Junaana y retiré a la propia Setar por sus implicaciones, y si así lo deseas, Shamsir, la joven a la que descubrí hacerle hoy mismo el amor a las termas… estoy perdida.

-         Entiendo, pero pensemos con algo mas que tu derrota y desesperación, Druha esta controlada, Junaana fue testigo y suele ser muy cauta y cabal, y con respecto a la joven Shamsir, hace tiempo que la observo calibrar al resto como si fuera una loba a falta de alimento y observa con apetito a la delicia del harén y con cierta ambición, busca la belleza como si fuera el propio Sharif, así que por ahí podría atajar la situación y luego hallar el como zanjar tu situación de una manera discreta.

-         Queda en tus manos, pero aun así me veo obligada a marcar mi territorio con ella pese a que no se lo merezca ya de mí.

-         Cierto, tómalo como una conveniencia nada más. Además necesito saber que pretende esa víbora de Setar, desde que falleció la doncella personal de Junaana envenenada y casi cae con la misma ella, no puedo evitar pensar en que la causante es Setar, demasiada casualidad que se rompiera el antídoto justo ése día y gracias a dios que en mis aposentos siempre poseo de reserva por si no estuvieras a tiempo.

-         Eso son asuntos que luego podremos tomar en consideración, por ahora solo decirte que Junaana anda vigilando a la morena Shamsir, no es un comportamiento habitual en ella hermana.

-         Tienes razón, la llamaré a cenar a mi lado y conversare de distintas cosas buscando el modo de abordarlo.

-         Podría retirarme a las habitaciones de huéspedes de Sharif esta noche con la excusa de haber sido requerida a su presencia.

-         Como gustes, pondré en aislamiento por 24 horas a Setar y se le prohibirá salir de sus aposentos o acercarse a tu taller si necesitaras más tranquilidad, solo te pediré que tras solucionar tu inconveniente, debemos zanjar el problema.

-         Así será hermana, si me disculpas me retiro, ahora no deseo la compañía de nadie, discúlpame.

-         Que la paz te de descanso hermana.

-         Que la paz vaya contigo hermana.

Con el pensamiento bajo las brumas de la tristeza y el dolor, Celina marchó a sus aposentos, antes de llegar se encontró con su doncella personal a la que le confió su reclusión a las habitaciones privadas de Sharif, también le encargo que le llevara las pertenecías que le interesaba tener a mano, ante todo le exigió discreción y silencio, su localización debía ser secreta excepto para su hermana, la joven comprendió así que su situación con Sétar pasaba por un mal momento, una sonrisa de la joven le confirmó que tenia idea de las causas, lo que obligó a Celina a tomarla del brazo y tirar de ella lo suficiente para acercarla a su rostro y hablar entre susurros.

-         Nunca reveles las razones a nadie, más que cuando yo te lo pida me darás los detalles, me ocupare de ella a mi manera, si las circunstancias no preceden a mis actos. Sino cumples con mi mandato ten por seguro que no podrás rehuir las consecuencias.

-         Vuestra palabra es mi camino señora.

-         No lo olvides.

-         Jamás.

Sintiendo que se había excedido en su rudeza marcho dándole la espalda, sospechaba que la furia que la recorría la consumía y empujaba a un estado muy virulento, necesitaba calmarse y alejarse de allí, esperaba que al pasar  esa noche fuera suficiente para recuperar el control y la serenidad..

Sus pasos fueron presurosos y altivos, dando a entender que no se la molestara, su molestia era tal que se retiraban a su paso y la evitaban, ya fuera por sus gestos al andar o por su rostro adusto y dios sabe que más reflejaría, pero funcionaba y ese detalle lo agradecía, pronto atravesó las puertas al área restringida y a la cual sólo las esposas tenían libre entrada, el resto de harén sólo con un acceso o petición especial de su señor, ese pensamiento le concedió cierta sonrisa irónica al visualizarlo tal como era en realidad y la imagen que debía dar a su vez.

Paseó con más tranquilidad por los pasillos decorados con gran opulencia, algo que era muy de Sharif, disfrutaba de la belleza en todas sus formas y le agrada ser él mismo quien diseñara la imagen del palacete, siempre con nuevas ideas y novedades, algunas de sus innovaciones a su palacio fueron tomadas en consideración para la remodelación de uno de los palacios del Sultán, eso por supuesto le otorgó cierta fama y renombre, atrayendo a muchos artesanos a sus puertas en busca de una oportunidad y su agrado, por supuesto el señor los atendía pero a su vez evitaba tomar palabra por alguno, ya que lo que mas valoraba era ver al artista en sus talleres y sus habilidades en plena acción. Así descubrió sus habilidades en las curas en el pasado, también las de su hermana, era un hombre que adoraba lo peculiar.

Al fin llegó a una sección mas sencilla que dado los gustos excéntricos del califa nadie diría que eran las habitaciones personales del señor, le gustaba ostentar pero a la vez sentirse cómodo en sus estancias y no pendiente de tanto lujo, sobretodo cuando se encontraba con algún amante. Paso por los dormitorios sin parar en los mismos y llegó a una gran estancia acristalada en mosaicos aparentando un jardín de colores en sus ventanales, en el centro presidiendo con su inmaculado brillo blanquecino, una pica a modo de gran bañera en la que una persona se adentraba descendiendo unos peldaños hasta el mismo centro, para ser agasajado con las atenciones de unos sirvientes y perfumada para presentarse ante el califa o el mismo se unía a la joven en el mismo lugar, sobre la suave caricia de las losas de mármol blanco bañadas por las aguas. Así fue tomada ella su primera vez en brazos del califa al atardecer, recordaba con nitidez aquel atardecer en el que los haces coloridos de la cristalera bañaba de multicolor las losas y sus cuerpos, tenia que admitir que el lugar era un esplendido escenario de color y sensualidad.

Se desnudo con sumo cuidado colocando a un lado sus prendas, deseaba darse un baño a solas y apartar de si la decepción y el malestar antes de acostarse o retirarse a leer, una vez en las aguas se recostó y en la superficie de la escalinata, olvido coger una superficie de corcho para apoyar su cabeza, ya sentía pereza por salir a buscarlo así que cerró los ojos y pasó los minutos escuchando la paz y el correr del agua en la estancia. Ésa calma fue interrumpida por el batir de las puertas acristaladas que daban paso al dormitorio de Sharif, la presencia del mismo se hizo notar cubriéndola con su sombra y ocultando la luz del atardecer sobre su rostro, eso era un gesto muy de él y que a ella le molestaba, pues pocas veces acudía allí a disfrutar de la paz, excepto en aquellas ocasiones que le hacían falta, abrió los ojos pacientemente esperando a que se retirara, así lo hizo para acercarse a su lado por el borde y sentarse en el mismo, y sumergir los pies en el agua, chapoteo un poco como un niño pequeño que disfruta traviesamente mojando a los demás, luego se repantigó apoyándose en sus brazos y aguardó a su lado a que pasara esa hora tan especial antes de que iluminaran la estancia con los braseros y las columnas con incienso.

Uno de los miembros del servicio entró con yesca y prendió uno de los braseros, luego tomo una ramita y tras prenderla con el mismo fuego la uso para encender el resto y la dejó consumirse en el último, con una reverencia se retiró y volviendo a dejarlos solos.

-         que te ha alterado o preocupado para abandonar tan de pronto la zona de harén y venir a mis aposentos casi sin preaviso, sin contar que solo vienes a este lugar cuando algo en verdad te afecta.
-         La traición Sharif y la vergüenza, me parecen suficiente razón, ¿a ti no?
-         Así que ya llegó el puñal a clavarse y hacerte sangrar de dolor, con lo fuerte y intransigente que llegas a ser me cuesta creer que no te escudaras de esa posibilidad.
-         Sharif no estoy de animo para juegos, Setar no tiene honor ni sentido de la lealtad, ni siquiera es lo suficiente cauta o temerosa, temo que son muchas mas de las que me consta las que han pasado por sus manos.
-         Me temo que así es, su eunuco estuvo informándome, pero son detalles en los que no intervengo al menos que la vida de una de vosotras este expuesta a algún daño.
-         Yo no impongo la ley ni las reglas allí, ni elijo con quien sois felices, es vuestra elección y yo simplemente os cuido y valoro por como sois Celina.
-         Lo sé, pero pensar que confié que ella era distinta, que me amaba ha sido demasiadas ilusiones tiradas por tierra y he de renunciar antes de que me avergüence públicamente.
-         No sucediera Celina, ya me ocupe que el eunuco cuidara de alejar al resto y nadie se acercara a su mandato cuando algo sucediera. Hasta que supierais como lidiar con la situación sin crear alteraciones entre el resto de mujeres. Algunas les gusta el poder, a otras ser adoradas, eso es algo que tu bien conoces.
-         Y no me contaste.
-         Eras feliz.
-         No es excusa, me ha usado y se ha divertido a mi costa y burlado de mi confianza.
-         Tómalo como una lección Celina.
-         Para ti es fácil decirlo.
-         No creas, llevo tiempo temiendo contarte lo que sucedía y verte así.
-         Es mejor antes que esperar a que todo sea tan complicado, tus medidas no han funcionado.
-         Ya lo  he sabido.
-         También sabrás que nos reuniremos mañana con las implicadas.
-         Si.
-         Algo que añadir supongo.
-         No culpes a las otras por mucha rabia que sientas, demuestra indignación y posesividad pero nunca dolor y venganza, no son ellas quien merecen tu ira, ni las que te han traicionado, todo ha sido por mano de Setar, por eso hace tiempo que no la llamo, por evitar tenerla frente a mi y reprocharle su osadía y el daño que te ha causado.
-         Gracias por el consejo, admito que no me será fácil.
-         Entonces que Ashala se ocupe de llevar el encuentro.
-         Quiero estar presente.
-         Es lo correcto, mantén tu mascara y no te dejes derrotar por la situación.
-         Una cosa, ¿estas aquí solo por mi o esperas que me marche para algo mas privado?
-         Muy perceptiva mi adorada esposa, tu siempre tan comprensiva, espero que no te molestes.
-         En absoluto, seria extraño que no fuera así.
-         Contén la lengua mujer, además me gustaría disfrutar esta noche de tu compañía en el juego de las runas.
-         Será un placer, si me permites tomare un te a los jardines si han prendido los braseros y luego leeré hasta que me llaméis.
-         Ve en paz dueña de mis pensamientos.
-         Estate en paz señor de mis días.

Tras estas ultimas palabras se marchó riendo sin privarse admirarla salir del agua y cubrirse, le gustaba la belleza y todavía tenia que ofrecer el fruto de la misma en su cuerpo, hasta que los años le privaran de la misma y de las ganas de lucirla en la intimidad, aunque cueste de creer sigue siendo tímida con respecto a descubrirse a ojos de otras personas, solo aquellas con las que llega a disfrutar de cierta intimidad y relación estrecha han llegado a verla sin togas.

Volvió a pensar en Setar, en las veces que la poseyó y como siempre en un principio se mostraba cauta e incluso inocente, en como esa falsa dulzura solo era producto del placer o de la conquista… cuando llegó era una ingenua más en los placeres de la cama y la sensualidad de ciertas artes, no tardo en aprender como satisfacer y sobretodo el como disfrutar plenamente, era de un apetito ávido y realmente sorprendente a la hora de engañar con respecto a sus dotes, ella y el califa eran los únicos que conocían realmente sus habilidades y por supuesto como de grande era la falsa mascara que siempre mostraba al harén, incluso en un principio su hermana se sorprendía de sus confidencias y le repetía que era imposible pues no lo aparentaba, al tiempo ya dejó de dudarlo, y ese detalle le hizo pensar si ya por entonces ya conocería las debilidades por la carne de su amante.

Apenas levanto su rostro para mirar las puertas y salir con la mente bien perdida, allí se encontró con su hermana, con una sonrisa cansada paseaba con calma por el pasillo y tan absorta como ella en sus problemas, optó por tomarla del brazo y llevársela a cenar a su lado, Asalah sintiéndose abordada por sorpresa respingó hasta ver los ojos de Celina clavados en ella, sonrió con poco animo y se dejó arrastrar, al llegar a los aposentos su eunuco personal ya la esperaba obediente, le demandó unos platos para cenar y su silencio perpetuo hasta nuevo aviso, Adán, asintió y se marchó casi sin levantar la mirada del suelo, ignorándole se centro en su hermana, no esperaba verla hasta la mañana siguiente y su estado le hizo suponer que tras su marcha la situación se debió complicar y agotarla.

-         Cuéntame, ¿qué te ha robado la sonrisa de diosa hermana?
-         Una víbora de dos patas hermana.
-         ¿Tan malo ha sido?
-         Peor.
-         Explícate.
-         Ha destrozado vuestros aposentos, amenazado al personal al cual he retirado de su servicio y colocado un guardia hasta que dispuesta a recapacitar, mandado retirar todos tus enseres mientras la custodiaban por su cólera tempestuosa, reclama tu presencia a gritos, y todo el harén ya esta al tanto de tu renuncia silenciosa, y si no es así mañana será publico con todos los derechos.
-         Por Alá misericordioso, tan lejos solo en unas horas y todavía no es publico.
-         Mañana tendrás que interpretar igualmente tu celo, pero a la vez renunciar a ella por sus actos, deberás esperar un tiempo como medida para repudiarla sin pretensiones de retomar lo vuestro…. Así evitaremos mas comentarios, aparte de los que ha provocado a lo que le avisé de si continuara la aislaría a los sótanos del palacio, entre el servicio y sin tener contacto con el mismo…
-         Eso me indica que no solo me reclamo y grito y destrozó aparte de amenazar al servicio, algo más ¿verdad?
-         Dijo que mi pareja fue suya, se que no es así pero aun así me enojó, también que yo soy la culpable de tu rechazo, y que se las pagaría todas juntas.
-         Y se cree con poder, eso es lo que me preocupa si hay algo que debamos saber…
-         En ello estoy, he agrupado y puesto en una sección a todas aquellas que tuvieron intimidad con ella, y puesto a mí siervo a su lado para escucharlas, es hábil para espiar, también me ocupare de alejarlas del harén a aquellas que mas afectadas vea por lo sucedido, y controlar en secreto al resto una vez vuelvan a sus tareas.
-         Siento que todo sea tan difícil
-         No mas que cuando nosotras fuimos las desprotegidas en el pasado
-         Gran verdad.
-         Y vaya si aprendimos a sobreprotegernos.
-         Nunca pensé que la madre de Sharif nos tuviera rencor por destrozar los lazos matrimoniales que ella pretendía para con él.
-         Claro, ella dominaba a la joven y la joven era una víbora tan avariciosa como la madre.
-         Sabes que no paro de dar vueltas a ella, lo malo que cuanto mas lo pienso mas idiota me siento, mas paranoica me vuelvo pues empiezo a pensar que nada va a ser sencillo con ella, ni dejarla ni evitarla luego, algo me dice que voy a tener otro infierno pendiente.
-         ¿eso es miedo hermana?
-         Mas bien preocupación, solo pienso en algo, no puedo acercarme a nadie hasta que realmente este asunto no quede zanjado, no puedo zanjarlo por mi cuenta pues seria abusar de poder y traspasar derechos, eso crearía mas suspicacia y desconfianza al harén, si siento deseo de proteger a alguien la mayor protección es ni mas ni menos que mi indiferencia….
-         A ver si adivino… eso ultimo es lo que no te gusta, es lo que te hace daño…. Pensemos en otra línea, si no prestas atención a nadie no se sabrá todos los hilos que ella pueda mover y menos los daños que puede causar, un telar no se teje solo, así que si ya lo tejió se ha de deshacer y la indiferencia no ayuda en este caso.
-         Sabes que no voy a exponerla, no tiene culpa de lo que sucede y no me perdonaría que le ocurriera algo.
-         A ella no, pero si piensas, Setar ha caído en falta y descubierta por Shamsir, esta última esta en el mismo riesgo que tú, que mejor manera de sacar de quicio a Setar que acercándote aun sin interés real a ella y provocar sus celos e ira para que se descubra todo lo que oculta.
-         Vaya hermana te has vuelto muy maliciosa.
-         Si es para protegerte sí. Solo piensa que es mejor coger los frutos ahora que están maduros a que pase la época y llegue el frío, toda venganza en épocas de tranquilidad es mucho más certera, ahora estamos sobre aviso, aprovechemos su caída y su cólera, de lo contrario todo ataque posterior puede ser mucho más certero y desgraciado.
-         Tienes razón. Pero a la vez no me gusta nada exponer el peligro para protegerme.
-         Ella es un peligro, nosotras la cura y la protección de este lugar. Nunca lo olvides, ahora intenta descansar hermana, mañana tienes que mantener una compostura y un teatro convincente.
-         Seguro que no hay un modo más sencillo.
-         Seria más lento y peligroso, con esa mujer no hay otra manera.
-         Hermana, duerme a mi lado por esta  noche.
-         De acuerdo, a mi tampoco me apetece dormir sola.

Ambas pasaron por un baño privado y se prepararon para acostarse, la tensión no desaparecía, seguían sopesando la nueva situación que se avecinaba, mientras Asalah se cepillaba, Celina recostada al lecho la observaba en silencio, siempre disfrutaba admirando sus cabellos mientras se peinaba, incluso todavía le sorprendía que tras tanto tiempo le siguiera fascinando alto tan simple a lo que ya estaba acostumbrada.

Asalah rememoraba los sucesos del día, seguía calculando cada situación posibilidad y posibles situaciones futuras, lo primero que le vino a la cabeza fue el constatar que tuvieran a mano todos los antídotos y bajo llave todo veneno o mezcla que se pudiera usar para desestabilizar a una persona y provocar un accidente, también volver a tomar nota que alimentos eran peligrosos para cada miembro del harén por sus intolerancias e incluso alergias, en especial debía de volver a repasar el expediente privado de Shamsir, sospechaba que pudieran atacarla para distraer la atención y  eliminar a Celina como venganza. Su prioridad era su hermana pero nunca debía ante poner a la vista de nadie tal echo.

Conociendo bien a Celina disfrutaría de su cepillado en silencio hasta relajarse, siempre había sido así y esperaba que esa noche funcionara igual, no quería demostrarle el miedo que crecía en su interior por esa nueva tormenta que pretendía arrasar la calma. Bien sabia que debió exigir a Sharif que la cambiara por otra mujer menos conflictiva, su ego en cambio la empujo a negar tan verdad y concebir que podría manejar la situación y por ello ahí estaban buscando la manera de solucionarlo, guardando las apariencias.

Al cabo de media hora la respiración de Celina se volvió más profunda, el sueño ya la vencía lo que la reconfortó y continuó hasta asegurarse que se dormía del todo. Tras dejar su peine de cepillo de plata a un lado, se recostó a su lado admirando el dosel de marfil ricamente tallado, las ventanas también poseían un tallado similar dando un encanto único al dormitorio, suspirando se volvió y abrazó a Celina dejando reposar su rostro en su pecho y así escuchar su corazón mientras cerraba los ojos antes de enfrentarse a lo que les esperaba al día siguiente.

Antes del amanecer Celina observaba descansar a su hermana, sentada al pie del lecho admiraba su belleza con sus cabellos esparcidos sobre las almohadas y sus senos semi descubiertos, era la viva imagen de una diosa tras disfrutar de una noche de pasión, la tentaba la idea de despertarla  besándola, pero esa idea fue reprimida por el simple echo de que nunca serian nada más que grandes amigas y hermanas de corazón, tampoco era su estilo jugar de esa manera, aunque sonriera fantaseando con ser de otro modo.

Percibió al cabo de veinte minutos los primeros indicios de que ella se despertaba con ligeros cambios de posición, respiración menos profunda y carraspeos, sus ojos se movían con mas rapidez hasta que comenzó a parpadear y sus manos se alzaban a su rostro, gemía en un intento algo taciturno por despejarse, provocando el quemazón en el bajo vientre a Celina que anticipa un instante de excitación, ese sonido era irresistible, tan perturbador y fascinante que le sorprendía no saltar sobre ella cada vez que lo escuchaba.

Tras alzarse y estirarse, se miraron largamente como si hiciera una revisión de sus pensamientos y revisara una agenda mental, suspiraba casi refunfuñando y casi sin mediar palabra se levantaba e iba directa al aseo, su doncella tras el sonido de la campana aparecía por la puerta y recibía los encargos de vestuario y desayuno a lo que la joven respondía con un gesto de cabeza y marchaba con prisas, no sin antes solicitarle que avisara a su sirvienta personal, el resto de la hora era una frase aquí y otra allá, un gruñido a media frase y miradas poco entusiastas, las doncellas llegaron enseguida y trajeron con algo de ayuda de sus eunucos todo lo solicitado, una vez desayunaros y se perfumaron se observaron la una a la otra y marcharon al lugar de reuniones y en donde se ejercía la disciplina al harén. Solo en grandes celebraciones se reunían todas a comer allí reunidas con un aspecto menos sofocante del que por lo normal tenia, al menos para ella que prefería espacios abiertos y más luminosos. Excepto cuando elaboraba ungüentos, entonces le gustaba la reclusión de su taller laboratorio, era como un mausoleo de la vida social sembrada de comentarios y cotilleos, mayor mente mal intencionados.

Ambas caminaron en silencio y con paso firme ignorando los saludos para congraciarse de algunas, con las mayores del harén, era reconocida al mismo la buena posición de ambas para con el señor y su casi ilimitado poder, también era sabido que algunas añoraban el exterior y a sus seres queridos, pero su vida ahí para muchas también era mucho mejor de lo que al exterior podían aspirar. En cierta manera se preguntó a esas alturas cual fue la vida anterior de Sétar y a su vez pensó de donde vendría Shamsir, así descubrió un nuevo interés por las mujeres que las rodeaban, también una razón nueva de alejarse de todas durante las horas de sol que más la molestaban…

Una vez traspasaron las puertas y abandonaron los corredores comunes y llegaron a la zona privada de sus habitaciones o zona en común, se dispusieron a tomar nota de los informes de la noche y las peticiones del señor, un orden de atenciones era lo que ambas debían preparar a las expectativas de Sharif, descubriendo el nuevo interés por la mujer con la que se iban a reunir en unas horas, mientras revisarían aquello que consideraran importante.

Una visita inesperada las dejó a ambas sin habla, Junaana la preferida de Sharif las esperaba al recibidor, Asalah asumió el control y mientras ella se mostró tosca, bien sabia que la joven pelirroja había sido testigo también de su caída en desgracia. Decidió esperar enterarse de las causas de su visita, antes concebir ideas al respecto, ya tenia demasiado que pensar para su gusto.

De alguna manera la situación se complicaba, Celina se volvió hermética apenas se encontró a la preferida de Sharif esperándolas, mientras que ella sintiendo que su pesar crecía tuvo que seguir llevando las riendas de la situación y atender a la joven sin pretender ir mas rápido que la misma, ese día en verdad su mayor deseo era acabar con todo cuanto antes, algo egoísta por su parte y desesperado, ya que de poder ser así mucho se perdería en el transcurso y luego todo podría complicarse todavía más, le tocaba tener paciencia y ser mas cauta, ya era suficiente que su hermana tuviera que representar un papel en una situación que le era muy desagradable, en vez sacudirse todo como si fuera polvo, pero siempre se debía recordar que incluso el polvo ocultaba algo que quizás no supieran apreciar en su momento.

Con una señal el servicio de las dependencias ya acudieron a servir en el gran salón un te con una fuente de dulces, mientras se ocupo de invitar a la joven a acompañarlas sin perder los modales ni hacer ninguna inflexión en su voz que delatatara su nerviosismo, a fin de cuentas en una hora Shamsir debía acudir a su presencia a base de los sucesos y ser responsable de sus actos, reclusión por tiempo indefinido era lo que llevaba en mente hasta tener una opción mejor….

-         Es grato volver a verlas.
-         Es todo un placer recibirte Junaana.
-         El placer es mío, aunque el motivo quizás os inquiete.
-         Puede que ya este al corriente.
-         Seguramente y debo pedir disculpas por no haber acudido a vuestra presencia antes…
-         No tendrías por que disculparte, no me consta que tuvieras causa o culpa para ello.
-         Puede que una razón me motiva a presentarme a vuestra presencia, la misma que en estos momentos os causa preocupación…
-         Me gustaría que nos explicaras con más calma tu inquietud disfrutando de unos dulces, es de mal ver atender incidencias o peticiones al recibidor, a oídos externos.
-         Entiendo.
-         Acompáñanos.
-         Os sigo.

Asalah se encontraba mas inquieta todavía por lo esquiva que notaba a la preferida, mas le preocupaba que no anunciara con antelación su visita, nunca fue su estilo y si tenia que reconocer algo era que la joven prefería recibir y disfrutar de la compañía a presentarse a una audiencia, su razón le parecía sumamente importante para ella y por ello le era difícil pedir un aplazamiento y si realmente había comprendido bien sus razones tenían que ver o con Sétar, o con la joven Shamsir, esa duda le intrigaba todavía más.

Tras llegar al punto de recepción y en donde atendían las audiencias, se sentaron alrededor de unos dulces, no sin antes avisar de que no se las molestara hasta dar ella su consentimiento.

La joven mantenía la mirada perdida y un cierto rubor en el rostro, algo en ello le hizo relajarse, la joven no mostraba ningún gesto de indignación o preocupación, mas bien incomodidad y duda.

-         Como ya te dije es un placer tenerte entre nosotras y si precisas ayuda será un placer atender tu petición.
-         Un placer dudo, pues mi asunto y el vuestro tienen un punto en común.
-         Te escuchamos.
-         Supongo que estáis al corriente de los sucesos a las termas y en el  pasadizo a la biblioteca…
-         En especial de las termas.
-         Comprendo.
-         El otro, ¿tendrías la amabilidad de contarnos?, me gustaría estar enterada antes de tomar decisiones.
-         Por supuesto, el mas importante es el de las termas, Shamsir tomó a Sétar sin que ésta ultima se negara y mantuvieron actos íntimos a una exposición casi completa…. El segundo en cambio es mas secreto, la misma joven siguió a Azabache y la tomo igualmente de camino a la biblioteca, en este caso la joven mas que predispuesta yo diría que se vio sorprendida, dudo que realmente lo buscara pero a su vez tuvo miedo de pedir ayuda por la situación tan comprometida….
-         Entiendo (su mirada fue a parar al gesto de su hermana que mostraba en ese momento una gran tensión e ira, las cosas se complicaban pensó),
-         Gracias por informarme de ese segundo suceso, supongo que era informarme lo que te ha traído a mi presencia…
-         Mas bien el interés por dicha persona.
-         No comprendo…
-         Deseo tomar el derecho a tutelar a la joven problemática, Asalah.
-         ¿Sabes lo que pides?
-         Lo he meditado y estoy segura de lo que pido.
-         Si estas segura dime tus razones.
-         Es algo que me gustaría guardar en silencio Dama.

La joven esquivó su mirada y su sonrojo se intensificó, su actitud cada vez era más esclarecedora, podría ser…. Era toda una sorpresa plantearse a esas alturas que Junaana tuviera interés por otra joven del harén, pero mas sorprendente fuera que pidiera la tutela justo de la única joven con la que no estaban seguras de poder consentir su petición…

-         en unos minutos he de presentarme con ella ante el califa, Dama, me gustaría saber si dais vuestro beneplácito a mi petición o si tenéis algo en contra.
-         Dadas las circunstancias no me gustaría verte implicada con ella Junaana.
-         Comprendo vuestra posición, pero alguien se ha de hacer cargo de ella y me gustaría guardar en secreto mi tutela sobre ella y pasar a su lado el tiempo de retiro del harén, ser su guarda sin que se le informe de mi intersección, estoy al corriente de otros casos y ninguno tan notable como el de ella, pero me repito es mi petición y mi deseo, no os suelo pedir nada señoras, pero en este caso me es difícil hacer otra cosa….
-         Sin rodeos Junaana. Ella te gusta y mucho.
-         Si Dama.
-         Tanto como para exponer tu reputación.
-         Es lo de menos, nunca me importo la conciencia ajena, solo el respeto que merece el prójimo.
-         Ella no cumple ese respeto, ¿recuerdas?
-         Si, con mas razón para tenerla cerca.
-         Te arriesgas a sus intenciones…
-         No soy tan simple Dama.
-         ¿Tanto te importa ella?
-         Así es.
-         Si cambias de opinión me lo harás saber.
-         Por supuesto.
-         Entonces te concedo tu deseo, pero estaré pendiente asegurándome de tu bienestar y que ella comprenda su posición y el lugar en el que se halla.
-         Ese será uno de mis deberes…
-         Así sea.
-         Mis agradecimientos señoras, si algo pudiera hacer hacédmelo saber.
-         Así será, ves a cumplir con tus favores Junaana.
-         Me gustaría estar presente para el veredicto…
-         Si gustas, tienes mi permiso, asegurate de no poner tu persona a su vista.
-         Me mantendré a su espalda, solo deseo ver como recibe vuestro juicio.
-         Ves en paz.
-         Y que la paz este en vuestro corazón.
-         Eso le pido a Alá.

La joven marchó sin probar un dulce, mantuvo siempre la compostura y un cierto distanciamiento, tras verla marchar solo podía sonreír por su buena fortuna a la vez que observaba como se revolvía de celos a su hermana, parece que le afecto mas el que fuera abordada la joven Azabache que su compañera actual, cada vez la situación se volvía mas placentera en lo que se refería a sorpresas, sin embargo le preocupaba todo lo que quedaba por llegar hasta que recuperaran la calma y la seguridad.

Con todo debían mantener las apariencias y ser rígidas con las conductas descontroladas de algunas, un lugar en armonía dependía siempre de alguien que estuviera pendiente de todo en cualquier momento, saber tomar decisiones y ser cauta en muchas otras cuestiones…. En este caso, la condimentación era sumamente complicada en más de un sentido se podía entender, belleza, audacia, habilidad, dotes en distintas áreas, controversia, intereses ajenos y un toque de peligro si en verdad la tomaban como la causa de ciertos cambios…

Les informaron al cabo de hora y cuarto que la joven ya había llegado al primer control de las estancias y se le permitía el paso a la sección de visitas, observó a Celina atentamente recibir la noticia para estar segura de su reacción antes de verla en su presencia, una mascara de fría indiferencia tomó lugar en su rostro, no sin dejar entrever un suspiro indicando que quería acabar con todo cuanto antes. Celina se impacientaba y ella deseaba ver la actitud ante su persona de Shamsir, medir su temperamento e inteligencia, al entrar por la puerta su belleza y temple la sorprendió sobremanera, Celina en silencio la observaba y media en la distancia de reojo, le indicó que se sentara frente a ambas con un gesto, la joven en silencio se acomodó en el lugar indicado, su mirada no dejaba lugar a dudas de sus pensamientos, cuando mas se posaba en su persona mas se dilataban sus pupilas, su sonrisa se volvió un tanto dulce casi imperceptiblemente para una mirada ajena a esos cambios, sin embargo a ella nada le era invisible y le devolvió la sonrisa con toda la naturalidad del mundo, provocando un acaloramiento mas que perceptible, sus mejillas se tildaron de una rojez muy delatadora, un cierto regocijo recorrió a Asalah al comprobar que todavía era capaz de seducir sin esfuerzo a las mas jóvenes.  El escrutinio pasó de su persona a Celina evitando así un mayor contacto con ella, el que la rehuyera la regocijó todavía más, en silencio esperó a que su hermana cambiara su posición sobre la joven y la redujera con su belleza marcando así su posición, con abrir los ojos al completo y mirarla directamente fue suficiente pues Shamsir retiró su mirada volviendo la misma a su regazo….  Las puertas se abrieron a su espalda, Junaana ya las acompañaba para ser testigo del proceso que estaba a punto de ejecutarse. Para la joven era imposible saber si era el califa, un sirviente e incluso la propia Setar, en esos momentos sin un consentimiento expreso o petición de la persona que las acompañaba, se le tenía prohibido mirar a otro lado que no fuera a ellas dos.

En completo silencio Junaana se acerco a la joven y le acaricio los cabellos, la sorpresa debió de ser grande pues de tener los ojos cerrados los abrió al completo con ciertos signos de alerta y temor, si la joven hubiera tenido la oportunidad de correr no lo habría dudado…. Las miradas de Celina y Asalah se cruzaron y su hermana la obsequió con una sonrisa de las que a ella tanto gustaban, la dulzura era un gesto que mostraba en ocasiones como algo escaso u oculto en su ser y que rara vez asomara a la luz.

Aprovechando el momento comenzó con aquello por lo que se habían reunido y que a su vez estaba creando mucha mas expectación de la que esperaba realmente.

-         Como todas conoces las reglas del harén, ninguna pertenencia esta extinta de derecho y castigo para el resto, nada se toma ni se roba o usa sin permiso, sabemos que has traspasado ciertas reglas, puede que no conozcas todas las condiciones de convivencia a un harén y cada uno conlleva la suya propia, reconocemos que hasta la fecha no has conocido otro y has sido una rosa virtuosa hasta tu llegada, pero no todas las rosas conllevan el mismo aroma, unos son mas densos otros mas suaves..

-         No comprendo señoras sus palabras ni la razón de mi presencia ante ustedes, ningún objeto he pedido o tomado de nadie, es algo a lo que siempre me he negado, no soy persona que viva sobre sus pertenecías….

-         Nos consta, nada pediste al señor tras tomar tu virtud a tu llegada, pero hemos comprendido que tu naturaleza no puede estar a la deriva… En el pasado se las rechazaba pero con el tiempo se han creado alianzas al harén muy concisas y tu has intervenido en dos de ellas sin consentimiento y para evitar la repudia y las ultrajaran ante el resto callaron acudiendo a nosotras, no obstante alguien pidió tu tutela, con todo también nos solicitó silenciar su nombre, solo te avisaré lo siguiente Shamsir, todas las mujeres son propiedad del dueño de esta casa, pero al interior de este harén todas son parte de algo, con su alma y ser, si vuelves a tocar a una mujer sin su permiso y rompes sus lazos humillándolas con tu contacto puedes crear tu muerte y las humilladas… pero no la muerte que tu conoces Shamsir, una mucho mas cruel y perduradera a la que te insto a temer sino la quieres sufrir.

-         Entiendo…

 Tras su respuesta posó su mirada en su hermana para conocer su veredicto y si debía agregar algo mas a lo expuesto, por su lado no deseaba alargar las cosas mas de lo debido, para su sorpresa que ya era una mas de tantas en esos dos días, Celina hizo acopio de fuerzas representando un papel excelente en la posición que se encontraba y las implicaciones, desde luego no dejaría lugar alguna de su lugar como pareja leal aunque luego ella renunciara a la misma, nadie podría reprocharle tal acto.

Pero bien ignoraba Asalah los pensamientos ambiguos de su hermana en esos instantes antes de centrarse en lo que debía decir, ya que ver a la joven postrada le traía a su mente la imagen de Sétar humillada por sus pecados contra su confianza e integridad ante el resto, y por otro lado otra imagen que la perturbaba todavía más, si la anterior era de venganza la siguiente era puro deseo, ver en la misma posición humildemente a azabache esperando su complacencia era algo que la sumió en un desconcierto mas inusual que sus ganas de venganza sobre su traicionera pareja…

-         Ahora escúchame a mí, Setar es mía y no perdonaré  tu osadía, se te niega la entrada a las termas, a pasear sola, y cuando estés en compañía del resto tu cabeza mantendrás agachada sin mirar a los ojos a ninguna, al menos que alguna así lo exija. Ese es mi decreto como señora del harén, decide si prefieres mi juicio o el del señor de la casa, el consejo de Asalah ya lo escuchaste, estaremos a merced de nuestras leyes y orígenes pero no estamos solas entre nosotras, no lo olvides.

-         No lo olvidaré.

Junaana volvió a acariciarle los cabellos de la misma manera que la saludó al principio al entrar se despidió, era un gesto muy significativo y tierno, que conmovió a ambas mientras la despedían con la mirada y así daban por concluida su misión al respecto, aunque bien sabían que estarían pendientes de los resultados y avances de ambas y velando por que no llegaran a suceder hechos desagradables que pudieran perjudicar más la calma y seguridad del harén.

Minutos mas tarde Shamsir partió marcada por el aviso de ambas, con el consuelo de que al menos la joven aceptaba sin dudas su autoridad y que su vigilancia no dependería solamente de ellas, si la fe de Junaana era bendecida puede que dejaran de pensar en la joven como un problema, ambas admiraban la belleza de la joven y pensar en las dos juntas tras contemplarlas en aquel primer contacto y en especial el de la despedida, las dejó atónitas y muy complacidas por esa química silenciosa casi invisible, el interés por ellas dos y los pasos que darían en adelante era una curiosidad gozosa.

Se centraron en lo pendiente, Celina decidió como despedida realizar un retrato de su relación con Setar para guardar las apariencias y así mantenerla controlada durante el tiempo de posar para el mismo, y tener distraída a la joven de su decisión, aunque no se podía permitir romper sus lazos premeditadamente, no pensaba recuperar lo mancillado, también le permitiría ver a Junaana y estar atenta a como evolucionaban las dos jóvenes.

Una vez el sol alcanzo el punto más alto en el cielo se retiró para enfrentar su nueva situación con Sétar, pudo comprobar los destrozos ocasionados, por suerte su taller lo protegió antes de aislarse prohibiendo su entrada y la de cualquiera sin el consentimiento previo de ella o su hermana en caso de emergencia, llamó a su servicio personal para que se ocuparan de recoger, a su doncella que le informara de donde se refugiaba la causa de su dolor de cabeza, bien sabia que necesitaba descanso pero también que era un privilegio que todavía no le correspondía.

En el dormitorio principal en el punto más oscuro del mismo la encontró tal como le indicaron, su mirada perdida  y enloquecida era una clara señal de su estado y peligrosidad.

-         Sétar, no solo me has decepcionado como pareja, me has traicionado, humillado, engañado, usado, manipulado y si siguiera no terminaría hasta el cenit, pero todo eso ya no me importa, da igual cuanto me llegaran a contar de tanto que te amé, pero no hay peor veneno contra el amor que ver con mis propios ojos la poco que te importo o la falta de amor por tu parte, no hizo falta que nadie anunciara tus desliz tuve el desagradable desconsuelo de ser yo misma testigo de tus escarceos, de cómo no acudiste a mi arrepentida, solo te has engañado a ti misma creyendo que no me enteraría o que no me importaría.
-         No me repudies por favor.
-         Nada puedes hacer al respecto, tu misma me has repudiado con tus actos Sétar.
-         Son equivocaciones, perdóname.
-         Decidiste seguir, ignoraste la responsabilidad de tus actos no me valoraste, no creo que pueda perdonar tus faltas.
-         No lo hagas público, te lo suplico.
-         Nada hay que decir, recibirás un detalle de mi persona que te recordara el tiempo a mi lado, pero nada más tendrás de mí ni ahora ni en un futuro. Así el sol se oculté tus pertenencias serán trasladadas a una habitación aparte, con el tiempo se te reubicará entre el resto de las mujeres.
-         Algo habrá que pueda hacer….
-         No crear más problemas.
-         No me trates como si ya nada sintieras.
-         Nada hay ya que pueda sentir hacia ti.
-         Mientes.
-         No, eso lo hiciste tú.
-         Te pido disculpas y haré cuanto me pidas.
-         Lo único que desee y te pedí no me lo has dado, nada quiero Setar ni siquiera tus disculpas, con que salgas de mi vista sobra.
-         Por favor…
-         Márchate. El servicio entrara a mi llegada y retirara tus pertenencias y las mías de aquí, me traslado allá donde tu recuerdo no ensucie mi tranquilidad.
-         Celina, te amo.
-         No sabes que es eso.
-         Te equivocas.
-         Vives en tu propia mentira y yo fui victima de la misma, no volveré a caer, es todo, que Alá cuide de tu alma.
-         ¡No te vayas!

Reconoció los signos de derrota y temor en Setar, ese estado evito que atacara con su ímpetu agresivo sabiendo así que empeoraría las cosas, dudaba que esperara que la repudiara, de lo que estaba segura es que se sentía libre y con un peso menos sobre sí. Decidió alejarse de todo, antes indico que habitaciones usaría ella y cual Setar, también que hasta el día siguiente no se le permitiera reunirse con el resto del harén, se aseguraría que cumpliera con los votos de silencio bajo un aviso tajante…