miércoles, 31 de agosto de 2011

XXIII


XXIII

Árbol maduro cuya hoja pierde,
Marchita su sabia que con aspereza pierde,
El fruto de su vida ya no nace como antaño…

Nuevos brotes  le acompañan en sus días de nostalgia,
El recuerdo aún vive en su corteza y memoria,
El calido amanecer de  su copa en flor,
Aromatizaba el alma de cuantos rodeaban
Su tronco ya doblegado por los años,
Sumergiéndoles en las fragancias
Sensuales del renacer de la vida….

El otoño ya raudo lo mece,
El frescor de su brisa ya no es vigorizante,
La tristeza mece sus ramas,
Sus hojas caen dejándolo desnudo a la temperie,
Dormido a miradas ajenas,
Espera una nueva primavera,
Para florecer bajo el cálido sol,
Mostrar la alegría que su follaje denso
Provoca a desvalido caluroso,
Bajo su copa a la sombra descansan
Mostrando su leal aprecio,
Tras el olvidado invierno…

No hay comentarios:

Publicar un comentario