miércoles, 31 de agosto de 2011

XVI

XVI

Esencia del ultra mundo,
Que arrastra consigo
La pena y la desdicha,
De ésa vida perdida,
La alegría del ser vivo,
Tiempo en el que sueña
Y aspira a cosas maravillosas…

Ya nada le queda
En esa alma mortificada,
Si el recuerdo fue agridulce,
Su presencia no es más
Que un castigo del pasado,
En el infortunio del mal acontecido,
Con el remordimiento,
Sin subsanar las heridas,
Que equilibran la balanza
De la virtud y el defecto.

En el desasosiego de su existencia,
Ensalza ese alarido de rabia,
Expone su esencia a los vínculos
De la melancolía y la tristeza,
Ese abrazo amargo que templan
Su alma en la fría desdicha…

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