miércoles, 24 de agosto de 2011

MI DESCONOCIDA



Relato en construcción.... sin terminar.

SERENA

Pasaban los días y seguía lloviendo, yo ya solo miraba la lluvia caer, lenta y apaciblemente, como si fueran las lagrimas de una diosa despechada.

Esperar el buen tiempo era eterno, solo quería salir y dar un paseo sin mi paraguas, sin preocuparme por la lluvia los charcos, los coches que te salpiquen o los barrizales cerca de los parques, quería andar y llegar hasta donde la vi, verla y quedarme mirando a esa diosa que rondaba mis sueños cada noche, y de quién no sabia ni su nombre.

Ya anochecía cuando por fin dejaba de caer la inundación universal, bueno sí suena exagerado, pero me sentía como si así fuese en mi pequeño mundo, que eran mis pensamientos errantes.

Sus cabellos lacios son mi fantasía favorita, cuando el viento que acontecía la tormenta los agitaba, esa tormenta no era más que una molestia para lo que yo sentía  con solo su recuerdo, dios un rayo me atravesó en aquel momento y solo se que el aire me faltaba, mientras la miraba, y mis ojos quedaban prendados de su mirada.

Esa mirada que mostraba sorpresa, y en instantes unas ascuas relucían, como dominados por algo desconocido, fue cuando me di cuenta de la fuerte atracción que sentía hacia esa muchacha capaz de crear un fuego en su mirada, esos ojos me hechizaban quería acercarme pero no me podía mover, solo me observaba se sonrojaba, y sin mediar palabra me saluda con un gesto para marcharse, ¿por que no me acerque?, me recriminaba continuamente, ¿que sentía? me preguntaba también, estaba claro me gustaba, nunca lo imagine, me gustaban las mujeres, esa chica me gustaba o mas bien me atraía…..

Si pudiera verla de nuevo…. me pregunto si entonces tendría valor o fuerzas para acercarme y saludarla, poder conocerla, saber quien es…..

No, no me importa ser mujer y que ella me guste, me da igual la opinión, llevo mucho esperando conocer la persona que me provoque este sentimiento que siento, conocer lo que es desear conocer a alguien y beber de esa persona como si de un elixir se tratara, si no me entienden no me importa, tampoco me han entendido antes, así que no me preocupa la opinión de los demás, si soy un bicho raro, pues bien, ya me trataban como a tal, no cambia nada si hubo razón o no, pero deseo verla y volver a sentir esa desazón que me provoco su marcha, o esa emoción que me embargo al verla, quiero vivir y no sentirme como un alma en pena, pues si soy sincera eso he sido tanto tiempo que no recuerdo otra cosa….

Aunque ya oscureciese, el estar encerrada tanto ya me asfixiaba, necesitaba salir, dar un paseo y disfrutar del aroma a tierra mojada, el perfume que la lluvia dejaba a su paso, deseaba sentir ese frescor, calmar mi ansiedad por ella, pasear y no aguantar la pesadez de estar enclaustrada como si de una sierva de dios fuese.

Era agradable poder salir, ver el verdor, pese a que ya no quedaba casi luz del día, mientras caminaba la buscaba, ya casi llegaba al acantilado mas alto de la zona, en donde se erguía el faro de la isla, un sitio solitario, pues solo en tormenta este funcionaba, con las tecnologías y sus radares, ya solo era un gigante en medio de la nada, un vigilante del mar y guardián de la costa donde fue construido en el pasado.

Para mi sorpresa no estaba sola, había alguien mas, a poca distancia ya del faro, una cabellera rubia ondeaba a la brisa salada del mar, esa persona que al acercarme pude deducir que era una mujer, seguía sentada en el suelo húmedo, mirando hacia el mar, solo pude pensar que así tal como estaba, me recordaba a una sirena en su añoranza por su hogar, por un mundo que dejo atrás para vivir en el de los humanos, la verdad es que empiezo a obsesionarme con que tengo demasiada imaginación para mi bien.

Esa mujer seguía en el mismo lugar, cuando por fin la podía ver con claridad pese a la oscuridad, mi asombro fue aun mayor…. Era ella y parecía que lloraba, en un silencio absoluto, mirando al vacío, a la lejanía que el mar le otorgaba con su inmensa masa, de un vacío azul, con el murmullo del oleaje, viciado cantar que adormece mi alma en la apacible calma y olvido, un dulce sueño, ser mecida en brazos de la señora de la tempestad, la que se acercaba tranquilamente a estos lares, y yo la miraba, deseando ser mecida en sus brazos, para que sus ojos calidos me miraran, ella seguía sentada sin ver nada, sin saber que yo estaba a su lado, mientras sentía de alguna manera que el propósito de mi vida era estar a su lado; en verdad era extraño, apenas haberla visto una sola vez, y tener claro tales sentimientos, pese a todos mis pensamientos la miraba, lloraba todavía, y a mi me entraban ganas de abrazarla y consolarla, seguía sin conocer su nombre lo cual en el fondo me frustraba, quiero conocerla mas, y quizás poder ayudarla…..

Finalmente, me siento a su lado, esperando poder hablar con ella, con la esperanza de así conocerla y entablar amistad, me siento desorientada sin saber que hacer, pero siento su calor y noto como me mira de reojo, bueno sabe que estoy aquí a su lado, aunque no me hable, puedo ver que tampoco se aleja, al menos eso tengo a mi favor, gracias a Dios.

Bajo la mirada hacia las rocas donde nos sentamos y miro sus manos, y veo que al lado de su mano descansa medio húmeda una hoja muy arrugada, parece una carta no me atrevo a tomarla y leerla, pero la curiosidad no me permite retirar los ojos de ella, en ese instante escucho un carraspeo, es ella, a girado el rostro y me mira con esa mirada cristalina, yo no se que hacer, pero no retiro la mirada, siento que mi temperatura aumenta, en vez frío , calor y la boca se me seca, la tengo tan cerca, y deseo tanto besarla……

La sensación es cada vez más intensa, humedezco los labios con la lengua, y ella sigue el gesto, dios esto es como una tortura auto impuesta, carraspeo intentando que la voz me salga, ella baja la mirada con las mejillas sonrosadas, me parece tan dulce….

Tomo aire esperando que no me falle ahora mi decisión y sin apartar la mirada de ella intento hablar con suavidad.

-         hola, te he visto sola y bueno me he acercado a ver, me llamo Serena, me parece que te vi hace poco, pero no nos pudimos presentar.

-         Eh, hola, yo soy Tiara, mucho gusto.

Ella extiende la mano para estrecharla y yo algo tímida lo hago, bueno la verdad es que nos quedamos pegadas un rato sin decir nada, luego entre confusas e incomodas nos retiramos un poco la una de la otra, en verdad su mano es calida.

No se bien de que hablar así que comienza a decir lo primero que se me ocurre.

-         hace unos meses que llegue, venia de niña de vacaciones con mi familia, pero no hace mucho aconteció una desgracia en mi familia, mi hermano Derek falleció en un accidente de automóvil, las cosas no fueron lo mismo en mi antigua casa y hemos venido a vivir aquí, mi padre es el nuevo medico, de la isla, y bueno no conozco a casi nadie de mi edad, casi todos los pacientes que atiende son gente de edad avanzada, cuando te vi me sorprendió mucho, y la verdad me ha dado mucho gusto salir a dar una vuelta y encontrarme contigo, al menos así te conozco, si molesto contándote todo esto me lo dices.
-         No pasa nada emmmm, Serena, sabes tu voz es relajante, bueno puedo decir que a tu padre lo conozco, hace poco atendió a mi abuela, ella solo me tiene a mi, y yo a ella, mis padres fallecieron cuando tendría 4 años, en un siniestro de avión, cuando los echa en falta me cuenta historias de cuando se conocieron y fotos, los echa mucho de menos, yo siento dolor por no haberlos conocido y haberme perdido tanto, pero me consuelo con no haberme quedado sin nadie, que la tengo a ella y que me quiere mucho, es una persona impresionante y la admiro mucho, pero ojalá pudiera comprenderme, se que no sabe que me ocurre, pero sabe que algo me pasa, cualquier día llama a tu padre para que me chequeé, dios, mas bien necesito un psicólogo.
Ella volvía a llorar en silencio, retiro el rostro de manera que casi no pudiera verla, se escondía de mi, no quería que la mirara, eso en el fondo me hacia sentir mal, por que con ello me decía que no me importaba, y que no quería que vieran sus lagrimas, aun así yo deseaba enjugar cada una con mis manos, como mis labios, deseaba aliviar esa angustia, pero que podía hacer, si ella no me conocía lo suficiente como para tomarme tales libertades, al final mi voluntad se tambaleo y me acerque para abrazarla, al menos eso si, además la temperatura había bajado y se notaba mucho …..

-         Estoy bien Serena, de verdad, es solo que estoy algo sensible…..

-         Tranquila Tiara, si necesitas hablar aquí me tienes o me buscas, además hace frío, y una mano amiga siempre ayuda, (no era lo mismo pero me tendría que conformar).

Se levanta del suelo, dejándome ahí sentada me mira y cabecea a modo de despedida, volviendo a marchar, con toda prisa, es cierto que es tarde, a mi también me esperaran, me siento tan triste, me gustaba su compañía, pero no puedo negar que he dado un paso, ahora me conoce y ya tengo su nombre “Tiara”, solo con eso me sentía mejor, lo mismo seria cuestión de acompañar a mi padre en algunas visitas, así quizás averigüe donde vive.

Me levanto percatándome que hay algo a mi lado en el suelo, increíble es la carta de antes, se la ha dejado con las prisas, la recojo y la miro, ahora que no esta nada me cohíbe, pero no es una carta, es una poesía, y esta dirigida a ella, vaya eso me hace sentir decepcionada y algo celosa, tiene novio, no me apetece leer las palabras de amor de un chico para ella, la doblo y la guardo para devolvérsela en otra ocasión.

      TIARA

Esta soledad y este dolor, se habían convertido en mi fiel acompañante, una sombra invisible a ojos de los demás, pero no de los de mi propia alma, esta alma mía que se hallaba subyugada a no revelarse contra el mundo, a no luchar y sufrir en silencio como una mártir mas, de los tiempos, del silencio, de la incomprensión y la ceguera ante la verdad, que al fin y al cabo yo conocía, no aceptaba, no revelaba y me dañaba, si, soy una cobarde, para qué negarlo.

Mi vida se había convertido en una farsa, ambientada por la educación y el buen hacer, por aparentar lo que se esperaba de mi, pese a que mi persona supiera que me engañaba a mi misma, que no era quien todos pensaban, solo mas que una marioneta de la condición humana, manejada por los hilos de la hipocresía y machismo de este mundo, donde el pensamiento y convencimiento de que una mujer no se puede valer, sin un hombre a su lado, no había nada más que aborreciese en esta vida.

Que vender mi vida y mi entender por seguir unas reglas, que para todos excepto para mi son las adecuadas, y callar para no ser dictaminada como loca en este pueblo dejado de la mano de dios.

Solo puedo decir que recordarla me duele cada día más, que todo lo que sentimos quedo enterrado en un suspiro, que quede rota cuando la perdí, y que ya solo puedo mirar el horizonte y recordar cuan hermoso fue ese amor que me dio la vida por pocos meses, y que tan desgarradoramente se rompió tras su muerte, la cual provoco su padre, un indeseable vicioso, que no supo ver a una hija sino a una ramera a la que intento forzar en esa noche de tormenta, en la cual nos vio besarnos al despedirnos en el faro…..

Ella fue mi amor, la felicidad que conocí a su lado se trunco, pero me reconocí, me encontré y me acepte a través de ella, no era una loca, solo diferente, ni eso siquiera, simplemente amaba distinto a los demás, y aun así era bello.

Era dulce verla venir cada tarde con una sonrisa en los labios, y regalarme una flor, con un poema que ella me escribía, yo solo con eso, lo tenía todo, me sentía completa a su lado, con solo tenerla.

No puedo seguir viviendo en esta melancolía, es lacerante, una tortura por algo hermoso y sincero, no merece ser tratado como un castigo para mi alma, se que he de continuar hacia adelante, pero no lo deseo, no como un fantasma sin vida ni pensamiento, como la imagen de lo correcto; simplemente mi mayor deseo, es ser yo, pero es tan difícil, mi abuela ha sufrido tanto, que no podría causarle más daño, no debo provocar ninguna alteración que su salud no pueda asumir, la quiero y no soy capaz de ir contra ella, me sentiría muy mal si por mi le pasara algo…..

Pero no sé porqué, la otra tarde, sentí como si un rayo de sol calentara mi corazón, cuando me encontré con ésta muchacha y la miré, sé que solo fue como unos minutos, aun así me bastó para sentir esa calidez que creí olvidada, y si he de ser sincera, lo admito me asusté, me dio miedo sentir de nuevo, de volver a sufrir por un amor que no es bien visto, pero no puedo evitar recordar ese momento, su rostro, su sorpresa, timidez y el cómo esa ansia en su mirada delataba lo que sentía ella, sin evitar notar a su vez su desconcierto, fue dulce….. Sé que no me puedo permitir volver a tener a nadie a mi lado, si mi abuela supiera lo que soy o siento, solo con vernos por casualidad, no quiero pensar lo que le causaría.

Volvió la época de lluvias, la humedad vuelve a sentirse en el aire como un perfume embriagador, siento unos deseos irrefrenables por salir a caminar, a desahogar toda esta inquietud que mi cuerpo siente, pero la lluvia no da descanso, cada vez se hace más monótona, las horas cada vez se me hacen más largas, me siento impaciente, en estos días siempre me siento mas cerca de ella, eran nuestras horas favoritas, cuando nos podíamos reunir en el faro sin temor a ser descubiertas, éramos libres en esos momentos sin preocupaciones, para mi solo existía ella, ahora todo quedó atrás y sólo voy para leer esos poemas que me escribió; en su honor, en honor a lo que compartimos, a quien fue y lo mucho que la ame, es algo pobre en mi opinión para el recuerdo de mi amada, pero no tengo mucho mas que ofrecer a su persona.
Si hoy tengo suerte podré acercarme una hora o algo más, a leer una de sus poesías y a dedicarle en mis recuerdos el cariño que aun le tengo, a que sepa que no la olvido, que siempre será importante en mi vida, y a decirle que jamás se mereció ése final.
Me siento eufórica, libre de ésa cárcel donde estaba a cubierto de la lluvia, está mal pensar así del hogar de una misma, pero a veces el agobio me supera, y cada vez se me hace más asfixiante aguantar esperando a que la lluvia me de libertad para salir a campo abierto.

Camino sin descanso, por el terreno embarrado, la hierba húmeda desprende su aroma, me relaja ese olor que suelta cuando ha llovido, siento ganas de correr, ansias de poder dar rienda suelta a todo lo que llevo acumulado dentro, en verdad no puedo aguantar, y dejo de contenerme, corro y corro como si fuera un animal desbocado, como sino tuviera freno, me siento feliz y una fuerza me recorre por dentro, animándome a ir más rápido, como si me faltara el tiempo, al fin todo lo que llevo dentro empieza a salir solo, mi cuerpo por si solo se desborda, me siento temblar conforme llego al lugar donde nos encontrábamos, las lágrimas ya no se contienen solo caen, como si otro aguacero del tiempo hubiera llegado, pero no es el mal tiempo, es mi alma que llora , es todo lo que no puedo decir, es todo lo que siento y no puedo expresar, es mi yo revelándose contra mi, por oprimirlo y encadenarlo, es  mi amor rechazado que se desvela por esa puñalada que le infrinjo al darle la espalda.

No me quedan fuerzas para seguir luchando contra la agonía que se desemboca en mi interior, caigo rendida al suelo, ahí me quedo a la espera, se que no puedo dejar de llorar, aunque ni un gemido escape de mi garganta, simplemente no hay ánimos ni para eso, solo dejo correr las lagrimas mi único desahogo, para tanto dolor, para tantos sentimientos reprimidos al cabo del tiempo.

No llevo mas de 15 minutos y me siento observada, es difícil de definir, no veo a nadie a mi alrededor, sin embargo es así, no consigo quitarme ese cosquilleo de la nuca, al final me lo quito de la cabeza con la excusa de que son imaginaciones mías.

Comienzo a sentir una presencia a mi espalda, intento tensarme como si estuviera haciendo algo malo, pero en verdad cada vez estoy mas incómoda, por fin tomo aire y giro la mirada casi imperceptiblemente para ver de quien se trata…..

¿Cómo es posible?, debe de ser una coincidencia, el que esta chica se encuentre aquí, en un lugar que para mí es como sagrado, no puedo evitar mirarla de reojo, retiro rápidamente la mirada, intentando que no sepa que la miro, y menos a escondidas, pero sí es ella, se queda tras de mí parada, no se mueve, no sé si espera a que la salude o le de permiso a acercarse, prefiero no decir nada, que ella elija, al fin y al cabo, ella vino hasta este lugar, y se acerco.

No se da por aludida, se termina de acercar y se sienta a mi lado, mantengo la vista en el agua, de un tono gris, como si esa masa comprendiera cual es el estado de mi espíritu, pero por supuesto son solo ideas distorsionadas, encauzadas por mi estado de ánimo.

Sigo esperando a que diga algo, ella simplemente se sentó a mi lado, giro la mirada indecisa, no sé bien que esperar, pero descubro que está ligeramente inclinada hacia mi, pero con la mirada gacha, quisiera mirar hacia dónde ella dirige la suya, evito hacerlo para que no descubra que la espío y mantengo la mirada fija en ella, esperando una respuesta o razón de por qué ha venido hasta mí. Admito que se me hace agradable, sobretodo tenerla aquí, a solas conmigo, Dios no puede ser que ya ande teniendo pensamientos de ésa índole, no debo permitir volver a pasar por lo mismo, no quiero que sufra y menos que descubra que me interesa.

Bien alza la mirada, intento mantenerme impertérrita, no se bien si cumplo mi objetivo, pero al menos ya tengo su atención, de alguna manera nos saludamos, y ella comienza a contarme sobre quien és su padre y porque han decidido instalarse aquí, me impresiona que la causa sea la pérdida de su hermano, pienso que en el caso de ellos no podría alejarme del hogar donde se compartió tantos momentos con el chico, pero bueno, yo no soy ellos, yo por ende le contesto con el cariño y respeto que le proceso a mi abuela, y mi perdida a tan prematura edad, la de mis padres, me pongo mal y  para mi sobresalto ella se arrima y me abraza, dios que calor que desprende y que bien huele, no puedo evitar pensar todo esto, pero se que no debo dar oportunidad a un acercamiento así, no sé bien que hacer, pero me pongo en píe precipitadamente y salgo huyendo no sin antes dedicarle un gesto de cabeza a modo de despedida, no me salen las palabras y salgo corriendo, desde luego seria mejor decir huyendo cobardemente, cuanto más lejos de ella mejor, eso es lo que me digo una y otra vez.

Será posible, me comporto como una cobarde, huyendo de una muchacha que juraría que es unos años más joven que yo, desde luego nunca me entenderé, en realidad en estos momentos ni por asomo pienso auto analizarme, no estoy lista para nada de esto y menos conocer las razones de que me ponga nerviosa, vamos es evidente, sé que me gusta, aun así, no sé por que tengo el corazón a cien por hora y no es por estar corriendo como una loca posesa, prefiero no pensar en ello…
No me detengo, la carrera pronto acaba, enseguida me encuentro frente a la casa de mi abuela el único hogar que recuerdo en mi vida, y me hace sentir a salvo, irónico, no hace nada me sentía enjaula en el y ahora a salvo, será mejor que lo deje estar.

SERENA

Me siento incomoda, mis padres me miran de soslayo, he llegado tarde a la cena, y no suelo ser impuntual, sus miradas me inquietan mucho, pero es peor el silencio que la sala sostiene como fiel condena a la tensión que se respira en el ambiente, por favor, no entiendo la conducta de ellos, es como si algo pasara pero no lo comentan, mi padre se centra en su cena, mi madre mira su plato, pero en realidad es como si no estuviera, y de vez en cuando me miran, como si tuviera que dar alguna explicación o disculpa por una travesura, espero que se les pase pronto o me digan algo, casi prefiero un interrogatorio a esta incomodidad, una idea si me daría, del porqué de esta tensión….
.
La cena transcurrió en plan fúnebre, ni siquiera esperé el postre, me levante de la mesa disculpándome y marché a mi cuarto, con la fútil esperanza de sentirme mejor sola, no tuve mucha suerte, mi madre no tardo en presentarse con el postre en las manos, me lo había llevado al cuarto, pero me sentí fatal al ver su mirada, tristeza, ella contenía a duras penas las lágrimas, no aguanto más y la abrazo, no sé qué ocurre pero por alguna razón se me hace como cuando perdimos a mi hermano, sé que no es mucho, pero la abrazo y siento sus temblores, quiero saber, y no puedo decir nada, se que son ellos los que tienen que dirigirse a mí, yo soy quien está a ciegas de lo que les ocurre, y si digo algo lo mismo lo empeoro.
Me molesta no saber nada, es difícil poder leer la mente o saber el futuro, como imposible, aunque se dice de personas que se caracterizan por esa percepción, bueno yo opino más de un timo en esos temas.

Mi madre se ha retirado a su dormitorio, mientras la miraba caminar mi alma se me caía a los pies, era volver al pasado, solo con ver como su porte desaparecía a cada paso, como la mujer que siempre fue iba quedando en el olvido poco a poco, es triste ver como ocurre delante de tus ojos con alguien que quieres y a su vez te sientes impotente.

Me vuelvo a mi dormitorio, a ese silencio más agradable que del que salí huyendo poco antes, al menos este hace que me embargue la paz y no una tensión electrizante proveniente de una situación para mí desconocida, o al menos por el momento, espero que pronto me informen de la causa que mi madre se encuentre tan inestable emocionalmente.

Dejando a un lado mis pensamientos me tumbo en mi cama y cojo mis auriculares para escuchar música y relajarme, hace tiempo que no descanso sin escuchar música clásica mientras me duermo, no es mi favorita pero me relaja. Cuando era pequeña mi madre se sentaba al piano y nos tocaba una partitura tras otra mientras jugábamos o hasta que caíamos rendidos y hechizados por el ritmo de sus manos sobre el teclado.

Esta vez no puedo dejar la mente en blanco, solo consigo revivir mentalmente cada momento a su lado de esa tarde, cada palabra, cada gesto, como si observara una película y la sintiera a la vez, es dulce y su mirada, tiene una especie de chispa en algunos momentos, Tiara, con cabellos rubios y claros, me pregunto cuando podré volver a verla.

      Poco a poco me sumerjo en un sueño profundo, y me veo a su lado, charlamos, la conversación es animada y parece que ambas nos divertimos, sus cabellos relucen al sol……

TIARA

Mi abuela me esperaba como siempre, sentada en su sillón cerca de la lumbre, leyendo uno de sus libros, era un momento que para mi sería siempre inolvidable, su calidez y ternura de verla siempre ahí para que yo me reúna a su lado y pasar juntas así las ultimas horas del día, en la paz de la noche, se me hace melancólico, pero es que en verdad me gusta estar así con ella, no puedo evita pensar en mi amor perdido, en esta misma situación y esa congoja se instala de nuevo en mi corazón.

Siempre arrastrare éste dolor, pase el tiempo que pase, da igual, ya pensar en ello, es mi losa, mi carga, y he de seguir adelante.

Me acerco a mi abuela, y todo el cariño que siento por ella se me refleja en el rostro, la tomo de la mano, y me siento en la alfombra a sus pies, la miro, en su mirada soñolienta por el cansancio, me encuentro con algo distinto, un brillo desconocido que no se identificar, ella levanta la mano reposada en el sillón y me acaricia el rostro, sus manos son frías pero muy tiernas, me duele verla tan mayor, esos ojos de color caramelo, cuando los miro es como si mirara a dos pozos de conocimiento, a veces tengo la sensación que ella lo sabe todo de todos, y es entonces cuando siento temor de cuanto pueda saber, de mí, y a la vez me hace quererla más.

Si lo admito me duele que ella sepa, y a la vez es a la única a la que confiaría cualquier cosa, es algo contradictorio el que piense así, mi mente tiende a ser extraña pero bueno es parte de mi, y en el fondo pese a la cantidad de dudas que me provoca me gusta su honestidad, no me deja llevar por ilusiones, y me permite actuar cuando lo requiere sin temor, solo que a veces me gustaría no ser una cobarde con respecto a lo que siento……

Mi abuela rozaba mis cabellos con su mano, percibo un suspiro de sus labios, solo hace eso cuando piensa y desea decir algo, pero se contiene, muchas veces me hubiera gustado que lo soltara sin pensar tanto en si debe o no decírmelo, sin embargo me resigno a esperar.

Ella reposa la mano en mi hombro y me lo oprime con suavidad, la miro esperando a ver que quiere, su mirada se posa en la mía, y percibo en esta determinación…..

-         Cariño, no se si sabes, pero uno siempre ha de luchar por lo que quiere, por lo que cree, luego si uno no asume cumplir se arrepiente por no haberlo echo, por haberse escondido, el verdadero valor esta en enfrentarse a aquello que teme, en luchar por lo que ama y respeta, en seguir su camino sin mirar a tras ni a nadie, prométeme que no lo olvidaras Taira.

-         No abuela, pero algún día me dirán en que piensas, para decirme estas cosas.


-         Seguro, y tu me dirás aquello que me ocultas, aquello que veo que te aflige, pero solo cuando estés lista cariño, no por que yo te lo pida.

Me he quedado sin palabras, ella espera que confíe en ella, y sabe que algo me carcome por dentro, y yo sigo guardando silencio, como si no apreciara cuanto ha hecho por mi, como si despreciara la confianza que siempre hemos compartido, es difícil no sentirse culpable, es imposible no desear llorar y esperar su consuelo, pero me contengo la beso dándole las buenas noches y la dejo junto al fuego, marchando a mi cuarto a derramar esas lágrimas que se precipitan a salir sin poder ya contenerlas, me echo en mi cama y doy rienda suelta a todo lo que llevo dentro en silencio…….

Pasan unos minutos, y siento una mano calida sobre mi espalda, me asusto, me tenso, pienso lo peor, y siento miedo no se como responder, no se que cara poner, no me atrevo a mirarla…..

Mi abuela esta en mi cuarto, a mi lado, lo se, no me atrevo a mirarla, pero ella me abraza, se tumba a mi lado sujetándome a su pecho, me siento peor, y lloro mas, los gemidos no son ya silenciosos, no tengo fuerzas para ocultarle mi dolor, no puedo ocultarle la verdad, lo se bien, tampoco soy capaz de contarle….

Mi llanto poco a poco va cediendo al agotamiento, y ella se mantiene a mi lado, en completo silencio, no me pregunta nada, solo sigue conmigo, abrazándome con esos brazos que contienen una fuerza, una seguridad inusitada, ella es muy importante en mi vida, se que no le estoy demostrando cuan importante es, cuanto la quiero y necesito, se que no debería actuar así con ella, todavía no tengo palabras ni valor pero algún día cuando sepa que realmente pueda decírselo, cuando realmente sepa que no le causare daño, se lo diré……

SERENA

Ha pasado una semana desde esa tarde de lluvia en la que subí al faro, y la vi, una semana desde que en mi casa se desato un infierno silencioso, un secreto o un mal que no me confían, mi alma camina entre el amor y el dolor, es una guerra interna, deseo verla, deseo saber la verdad, deseo enfrentarme al mundo y dejar de esconderme, deseo dejar ser un florero de mi vida……

La incomodidad en mi casa es notable, por cada habitación que paso, el silencio la inunda, es como la morada del miedo, nunca digas nada….. es extraño, ya que les oigo hablar y llego y callan, me miran o retiran la mirada, casi da la sensación de que se avergüencen de mi, o que yo actué mal, no se bien que ocurre, pero me pregunto constantemente por que han cambiado de actitud.

Paso todo el día en el jardín evitando las estancias cerradas, buscando el aire libre, pero desde luego, ni estar ahí a solas, me ayuda a calmar la inquietud, subo a mi dormitorio recojo la chaqueta, y cuando estoy a punto de salir cae un papel, no se lo que es, lo desdoblo y lo leo, no es mi letra pero pronto veo que es una poesía de amor, llego al pie de esta y veo un nombre Estela, me quedo mirando ese nombre, pensando y pensando, hasta que recuerdo que use esa prenda la noche que la vi, que recogí ese papel de su lado, y que lo guarde para devolvérselo seguía ahí guardado, esperando ser retornado a sus manos.

Lo guardo de nuevo, y salgo con la mente llena de preguntas, sobre Taira, sobre Estela, sobre mí, mi mente ya no es mía, se la ha apropiado su recuerdo, sus secretos, y mi deseo de conocerla más, deseo saber de ella y poder acercarme mas a ella, deseo saber por que lloraba allí apartada del mundo y sola, como si esperara a un fantasma, suena ridículo pero cuando la miraba daba la sensación de que esperaba, que no tenia esperanza y seguía esperando…….

He salido de mi casa, mi madre se ha quedado observando por la ventana como me marchaba, no le he saludado, no he tenido ganas ni fuerzas de mirarla y verla sollozar otra vez, no se el por que, pero creo que yo soy ese mal, así que prefiero no acercarme a ella, pero cada vez que la miro me embarga unas ganas locas de abrazarla y consolarla, de darle ánimos y poder verla sonreír por poco que sea.

Tomo el mismo camino, que aquella tarde, ni siquiera me doy cuenta, solo ando mientras pienso en todo, cada vez mas confusa, mis piernas me llevaban solas a algún sitio, alzo la vista y me doy cuenta de que casi he llegado al faro, otra vez, miro a mi alrededor buscándola esperando tener la buena ventura de encontrarla.

El lugar esta desierto y me giro para seguir mi camino hacia otro lado, y reparo en que aquel día ella se dirigió hacia aquella dirección, no lo pienso solo sigo andando hacia allá, mirando el paisaje, es todo muy hermoso, un gran prado verde a mi derecha, me detengo unos momentos para observarlo y solo de estar allí siento una paz, que me devuelve poco a poco esa paz que hacia días que no sentía…..

Esa paz que hallo en un lugar donde la belleza es incomparable por su sencillez, consigue que la ostigación que mi mente sufría por las dudas, mis temores y el desasosiego provocado por mi familia quede atrás, como si mi espíritu hubiera abandonado este mundo para reaparecer en la nada, un lugar donde no existía razón ni causas de incertidumbres, solo la calma que para mi persona fue sublime…..

Y es así como retomo mi caminar, sigo paseando a la espera de encontrar hacia donde ella se dirigió aquella noche, pues pese a que aun era tarde cuando nos encontramos nos separamos siendo noche.

Oteando a la lejanía, puedo distinguir a duras penas, un hilo que asciende al cielo, es cuando comprendo que es humo, y un hogar no muy lejano, en el que se caldean y preparan las habitaciones para la noche, donde no tardaran en servir la cena, y se reunirá una familia.

Sigo esa señal de vida, con curiosidad de ver que lugar encontrare, no suelo alejarme de mi casa, pero es agotador seguir allá y sobretodo con la situación actual, mi paso se acelera con el ansia de llegar, de conocer a quien viva en ese lugar y así no sentirme en medio de la nada, excepto cuando bajamos a los comercios a abastecernos de víveres  hasta la próxima ocasión en que haga falta reponer las despensas.

Solo mi padre pasa horas y horas atendiendo pacientes, antes salía mas con el y me paseaba, pero desde esa noche que nunca es el momento apropiado, ignoro por que es impropio, pero no puedo evitar pensar que yo soy lo impropio, ya que ni mi madre marcha con el como antes solía hacer.

Cada vez estoy mas cerca, y descubro un hermoso jardín que rodea una casa muy acogedora, se me hace un lugar hermoso, y siento una gran tentación de presentarme en el umbral como una visita y darme a conocer, no se si debería, no sé si en realidad ella vivirá en los alrededores, pero seria algo tan beneficioso conocer a alguien más, a alguien con quien poder charlar sin tener que escuchar sobre enfermedades como cuando algunos pacientes vienen a consulta a casa, sin soportar sus miradas curiosas e insinuantes miradas…..

Admito que no se que encontrare, admito que temo equivocarme, pero mi ansia me puede, mi curiosidad me domina, tomo la aldaba una vez ante la puerta y toco no con mucha seguridad, solo falta ver quien me recibe.

TIARA

Han ido pasando los días, mi abuela y yo no hablamos de la noche en la que me dormí en sus brazos entre sollozos, pero cuando nuestras miradas se cruzan ambas pensamos en esos momentos, en los que yo me derrumbe, y le deje ver cuanto llevaba dentro, tanto dolor y amargura como una persona pueda soportar en silencio, ella pudo percibir ese secreto silencioso que maldecía mi alma de pena y de los recuerdos de mi amor, todo aquello que callo, todo aquello que esta presente siempre, y que no le cuento, sabe que sufro en ese silencio al que me he condenado, y sabe que no cejare en impedir que se sepa.

Ahora cada noche viene a mi, y me abraza, cada noche siento su apoyo, su abrazo, su cariño y su confianza y fe, de que en algún momento hablare, y cada vez se me hace mas duro mirarla y seguir callando, seguir mintiendo, y fingir que nada ocurrió, que nada me pasa ni ahora ni antes….

Dejo a mi abuela en la cocina con la cena haciéndose, y me acerco a la chimenea, donde ya arde un fuego casi decrepito como la vida misma, irónico tal como viene se va, nunca me quitare ese pensamiento, una marca que me dejo mi pasado, supongo, me reclino acercando mis manos al calor intentando pensar en algo distinto, pero es inevitable, su  voz y su rostro vienen a mi, como un aviso de mi futuro o de mi pasado, quien sabe, solo sé que no la olvido, no la he vuelto a ver, pero poco importa, si sigo pensando en ella y en las palabras que compartimos.

Me recuesto en el respaldo con la esperanza de descansar tras tantas horas en la oficina de correos, organizando el correo y la documentación, desde niña que fui a ayudar a mi abuela cuando ella se ocupaba de esas tareas, y como si de una herencia o tradición pasó a ser mío su puesto, y responsabilidades, también me he de ocupar de repartir en el centro el correo dos veces por semana, y el actual administrador se jubilara el año que viene, y todavía no se ha buscado personal con que cumplimentar las necesidades de la oficina, como un ayudante, no vendría mal, pero el sueldo es una miseria y como que no les interesa.
Mi abuela, todo un misterio de la naturaleza, una fuerza terrenal, nunca se mete en debates, pero las pocas veces que lo ha hecho ha sido con la razón por delante, lo mas sorprendente que siempre se la ha respetado, y como si un juez fuese su credibilidad, se torno en ciertos momentos algo fuera de lo normal, como si no hubiera lugar a dudas o respuestas a lo que ella dictamino.

Sus cabellos rizados y blancos, le cuelgan grácil mente enmarcando un rostro dulce y firme, una mirada que puede sondear el océano y saberlo todo, su sonrisa ya no tan hermosa como antaño, pero sigue dando esa sensación de confianza, su voz algo rasposa pero calida, si se enfada le cambia a grave y profunda, y casi da la sensación que es Dios quien habla, en vez una mujer de avanzada edad, es una persona activa, cuando la miro, es difícil verla quieta hasta que llega la noche, su cuerpo no acumula grasa por lo que esta delgada y siempre lleva su chal para protegerse del frío, la miro día tras otro, y pienso que si la pierdo el mundo cambiaría.

La tarde va llegando a su fin, y me asomo a la ventana a ver como atardece, como el sol va dejando lugar a la noche y a su hermana la luna, pero no veo el sol ni la luna, veo una estrella parada frente a mi casa y que la mira, una estrella que me ronda en mi recuerdo desde que fui al paro, mi abuela me mira y se acerca a mi, vuelvo la mirada a Serena esta se dirige a la puerta, miro a mi abuela sin saber que decir, ella asiente y se dirige a abrir en completo silencio, no puedo reaccionar, nunca pensé hallarla aquí, o mejor dicho que se presentaría en mi casa, mi corazón late tan fuerte que amenaza salírseme del pecho, el aire se me escapa de los pulmones, los oídos me pitan, dios estoy muy nerviosa….
Toca a la aldaba, y mi abuela abre, la pilla con la mano todavía alzada y su mirada es de desconcierto, pero sonríe con afabilidad saludando, se presenta y mi abuela por ende corresponde, yo me acerco al marco de la puerta titubeando, con la mirada desprovista de sentimiento, no quiero que se me note nada, o eso espero, soy presentada y le doy la bienvenida, la invitamos a pasar, noto como mi abuela me mira de reojo, lo mismo si que me lo ha notado, pero espero que no sepa la causa de mi tensión.

Ella esta mirando al suelo, echa miradas fugaces alrededor, en especial a mi, me hace un gesto de cabeza cuando mi abuela la conduce al sofá, mientras mi abuela le consulta se desea tomar algo, yo no puedo dejar de mirarla, se la ve preciosa, pero la noto como triste, mas bien agotada, no es la actitud u estado que percibí en ella cuando nos vimos en el faro.

Acepta un té, me giro para prepararlo, pero mi abuela me detiene, alegando que tiene que terminar con la cena y puede ponerlo mientras, antes de llegar a la cocina, se gira la mira y sonríe, su mirada dice algo que sigo sin saber definir, Serena la miraba y se sonroja, ahora no se ni que pensar o que piensa mi abuela, o que a percibido ella….

Por un momento me siento descubierta, antes de marchar me mira y vuelve a sonreír, por lo que me siento mas descubierta todavía, mas incomoda aún y como si fuera imposible, con unos nervios que me da la sensación de ponerme a temblar en cualquier momento.

Me siento en el sillón que no queda lejos de ella, comenzamos a charlar de cosas insustanciales, pero nuestros ojos no titubean, nos mantenemos la mirada, como diciendo que nos hemos encontrado, que esperábamos que sucediera, y a la vez, esa felicidad inconfundible de estar a gusto.

Le pregunto por su padre, ella retira entonces la mirada y la baja al suelo, así que esta claro, algo pasa con su padre o con ambos, esa debe ser la tristeza que le percibo por momentos, me gustaría preguntarle más, pero no es posible, mi abuela lo escucharía y no creo que ella tenga animo de que así sea.

Tomamos café, mi abuela dice maravillas del nuevo doctor alabándole, su buen hacer, Serena asiente, con cierto orgullo en el semblante, se nota que lo adora, es preguntada por su madre, a lo que responde que a veces ayuda a su padre y otras se queda en el hogar, pues su salud tampoco le impide en épocas trasladarse muy seguido….. En ese momento guarda silencio, comprendo a lo que se refiere, recuerdo lo que me contó en el faro, no le debe de ser fácil hablar de ella y de todo en estos momentos.

Me levanto, le indico a mi abuela que la acompañare a su casa, que ha oscurecido y se puede extraviar en la noche, mi abuela me indica que tome la moto, para acercarla, asiento, y la conduzco ala parte de atrás dónde ésta se encuentra, compruebo como está el depósito, casi vacío, busco la lata en la que guardamos la gasolina, y la encuentro no muy lejos del armario de las herramientas, casi vacía, habrá que rellenarla en cuanto vuelva a pasar por la gasolinera, supongo que mañana o pasado.


SERENA

Apenas toqué, no había retirado la mano, una mujer mayor de edad avanzada me abre la puerta, me mira con amabilidad, me recibe tras presentarme, apenas llego al marco del umbral veo que no está sola, me giro para presentarme, es ella, si ella vive aquí o eso creo, me mira como si no me conociera, y se presenta invitándome a pasar junto con la mujer, la cual resulta ser su abuela.

No sé que hacer, miro al suelo deseo hablar con ella pero me incomoda, no había planeado que decirle, pero me siento feliz de verla, de saber donde encontrarla, de poder mirarla y recordar aquella tarde, la mujer mayor que se presento como, Diana, me guía a un sofá donde me siento por insistencia de ella, me invita a tomar te a lo que acepto, entonces Taira, se mueve para salir, pero la detiene su abuela dejándonos a ambas solas, en un principio no se que decir o como entablar una conversación, solo la miro de reojo y ella claramente sin titubeos, al final comenzamos una conversación casual, el tiempo pasa ameno, Diana se une cuando viene con el té, conversamos de mi padre y poco más, al final se hace tarde y ella se ofrece a acompañarme, a lo que Diana sugiere que lo haga en la moto, me emociono, en moto, me encanta, solo la idea de ir rápido y pegándome el viento en el rostro, me hace sentir genial.

La sigo tras despedirme de la mujer, la cual me abraza muy efusivamente, antes de retirarme me toma el rostro, y me mira a los ojos, como si pudiera sondarme por dentro, me sonrojo, creo que es la segunda vez en esa tarde, esa mujer me inquieta no de un modo desagradable mas bien es como si me conociera, solo con mirarme así, es lo que me hace sentir, instintivamente la abrazo como si fuera algo especial para mi, es curioso por que apenas la acabo de conocer.

Sin comprender como cuando me alejaba de ella para ir tras Taira, sentía que dejaba a alguien muy cercano a mi ahí, me sentía extraña, no era corriente que me encariñara de nadie así, continué siguiendo a Taira, no podía dejar de mirar sus caderas como se contoneaban a su paso, mientras caminaba delante de mí, sentía ganas de abrazarla y sentir ese contoneo rítmico cerca de mi piel, era agradable mirarla tenerla delante de mí, mientras llegábamos a un patio, en este descansaba una moto de paseo, era una “vespa”, de color rojo, el asiento era negro, y se le notaba que tenía años, aun así se conservaba en buen estado, Tiara comprobaba la gasolina y luego buscaba algo, al cabo de unos minutos volvía con una lata de gasolina y rellenaba el depósito, tras esto lo deja todo como estaba, y me pasa un casco blanco de visera, ella se pone otro negro, me mira y sonríe indicándome que subiera mientras acaba de poner el motor de ésta en marcha. Me siento feliz, voy a pasear en moto, como cuando mi hermano, y con ella…..

Al ponernos en marcha me abrazo a su cintura, e vaivén me va acercando mas a ella, el peso de mi cuerpo se desliza hasta el suyo, siento su calor a través de la ropa, instintivamente me abrazo mas a ella, su calor y la caricia del viento me hacen olvidar todo, estoy con ella a solas y ni siquiera se me ocurre que decirle.

Llegamos a un prado cerca de mi casa, ella se detiene, baja y se gira hacía mí, yo apenas desciendo del aparato, me acerco a ella y la miro, esta sonrojada y le brillan los ojos,  me estremezco es como si supiera que va a ocurrir, no retiro la mirada de sus ojos, la mantengo, apenas desciendo unos milímetros los ojos para mirar sus labios, me atraen como si fuera una miel dulce esperando ser probada, me acerco a ella, casi sin darme cuenta, estoy tan cerca, que siento su aliento en mi frente, es entrecortado y rápido, el mío también, siento que me falta el aire, alzo el mentón acercándome más, ella desciende su rostro y nuestros labios se encuentran, apenas es una caricia un roce dulce, pero deseo algo más, el gozo que siento aumenta, deseo besarla, deseo expresar eso que siento y no se expresarlo con palabras, no se como pero paso mi mano izquierda por su cintura, me pongo de puntillas y tomo sus labios, sin saber si me corresponderá, pero ya no me puedo contener.

Las lágrimas se me saltan de los ojos cuando ella me abraza y corresponde a mi beso, con una emoción que supera mi entendimiento, el beso se hace cada vez más poderoso, mi cuerpo se siente como si ardiera y un ansia indescriptible, la abrazo, por algo que no se, la siento mía, mi cuerpo se encaja al suyo, me viene a la mente el paseo en moto, el roce de mis senos a ella y me siento mas….. Solo sé que ya no pienso, que no sé lo que hago, no sólo la abrazo, la acaricio las caderas la cintura, poco a poco las caricias se tornan menos suaves, más poderosas y sensuales, el deseo se hace más poderoso, ella pasa su pierna entre las mías y siento como un gemido se me escapa de la garganta, me apoya en la moto, y cada vez la siento más encajada entre mis piernas, ahí se acomoda una opresión muy agradable.

De pronto ella interrumpe el beso, me siento desconcertada, deseaba seguir, ella me mira con el mismo desconcierto con algo de reproche, retira su mirada, el porque se detuvo queda en el olvido, el como ha ocurrido esto no me importa, pero me ha correspondido con un fuego vivo, que me consumía solo con su cercanía, me da la espalda, creo que me ha rechazado, sube a la moto y me manda subir, lo hago en completo silencio, me hace sentir como si hubiera echo algo malo, ella lleva la moto, no tan rápido como antes, ya veo la casa, aparca de nuevo cerca de la valla, desciendo y me quito el casco, ella me mira en silencio, hace un gesto con la cabeza, y se marcha otra vez, dándome la espalda, no se como tomármelo, pero nuestro beso sigue latente en mis labios, su sabor me hace sentir viva….

Me quedo ahí, observando como se marcha, su moto roja y ella encima manejando esta vez con calma, no puedo evitar pensar, que tampoco se quita de la cabeza ese beso, y solo por eso, me siento radiante y feliz.

Retomo el camino a mi casa, en ese fiel retorno a la vida familiar, me paro en seco, al comprender el hilo de mis pensamientos, no es el retorno a mi casa, ni a mi vida, sino a la vida familiar, a la vida con mis padres, es cuando tras ser consciente de esto, también soy de que algo ha ido cambiando, que empiezo a sentir otras necesidades que hasta ahora no me había planteado. Deseo mi vida, mi intimidad, mi propia casa, y decidir por mi misma….. y a la vez sé que no va a ser fácil, no creo que estén de acuerdo ni de lejos con cualquier decisión que tome y siendo fiel a la idea de alejarme de ellos, al menos ellos lo verán así, yo como mi independencia.

Desde mi posición se ven las luces, sigo el sendero que da al jardín de atrás, es el camino mas corto hasta mi dormitorio, al menos no tengo que cruzar el salón, tomare algo de la cocina y subiré, desde luego no tengo ganas de que me arruinen esta felicidad que siento.

Sé que no es muy tarde cuando llego al interior de la casa, mi madre resulta que está sentada a la mesa de la cocina, con las manos cruzadas y en silencio, es raro, a esta hora sigue en el comedor con mi padre, la mirada perdida, me inquieta lo suficiente como para tener miedo.

-         Mama, he llegado, ¿estás bien?.

No me responde sigue con la mirada perdida, le toco el hombro, y se sobresalta, me mira con los ojos desenfocados y algo desorbitados, como si algo la asustara. Me mira, y como dándose cuenta de que me ha sobresaltado, intenta actuar como si no pasara nada, ya no aguanto, conforme se levanta la tomo de los hombros la vuelvo a sentar, sin dejar de mirarla, tomo la silla de al lado, la pongo frente a ella, tomando el respaldo como apoyo, me siento cara a este y de frente a ella, de piernas abiertas en el asiento, y la miro…..

-         Se acabo el esconderse, mama, esto no puede seguir así, si hice algo mal, dímelo, si ocurre algo cuéntamelo, pero deja éste silencio, por que la verdad, lo que no dices me perturba más, por lo mal que te veo cada día……

-         Cariño, no pasa nada, - me responde con voz suave, pero sin determinación- en serio.

-         Mama, si pasa, no me engañes, no soy una niña pequeña, por favor, me duele sobremanera verte así, y a padre como si yo no fuera nadie……

-         Lo siento cariño, prometí no decir nada.

-         Y yo no soy lo suficiente importante ni nadie para que me lo digas ¿verdad?.

-         Es que le prometí a tu padre.

-         Entonces debo ir a él.

-         No, no lo hagas.- me pide toda alterada, y con los ojos anegados en lágrimas-.
-         Por favor, mama, sabes que tengo razón, me está afectando, y no comprendo nada.

-         De acuerdo, salgamos al jardín, desde allí puedo ver si se acerca.

-         ¿Tan malo es, para que temas que se entere o nos descubra?.

-         Malo no, distinto y complicado de entender sí.

Ella me hace un gesto de cabeza, para que me levante y la deje salir, lo hago, y ella no pierde el tiempo en dirigirse a fuera por atrás, yo tras ella, en completo silencio, como si estuviera tramando una trastada.

Llegamos a un lado del jardín oscuro, donde no llega la luz de la casa, y no podemos ser vistas. Se gira y me abraza, suspira, pero no la noto tensa, eso se me hace raro, para como la he estado observando estos últimos días.

Cuando se retira, me acaricia el rostro, me mira, me observa, mientras yo espero a escuchar su voz, a conocer que la angustia tanto.

-         Cariño, hubo una noche, que saliste a pasear, tras llover muchos días, tu padre también se le antojo, y yo lo acompañé, te vio a lo lejos, y siguió tu dirección, para que paseásemos juntos, llegaste al pie del faro, allí había otra muchacha, y el paró en seco, os miramos hasta que ella se marchó, y tu padre estaba muy tenso, no sabía por qué, hasta que de camino él decía algo de que no lo permitiría.

Dios mío, la noche en el faro, cuando supe su nombre, cuando hablamos tan íntimamente, mi cara demudo de gesto a angustia y terror, sentía como la sangre se me iba, y me sentía muy débil…..

Mi  madre me abrazó, con esa dulzura que yo siempre recordaba desde pequeña.

-         Tranquila cariño, yo ya me di cuenta desde que eras pequeña, nunca prestaste de adolescente a ningún muchacho atención alguna, de pequeña siempre andabas con tu hermano y sus amigos, hasta tu hermano lo sospechaba, yo solo esperaba a que encontraras a alguien y fueras feliz.

Sus palabras me emocionan tanto, que se me saltan las lágrimas, ella y mi hermano sabían, me respetaron y aceptaron,  mi madre me quiere….

-         Pero tu padre estaba en la plena ignorancia al respecto, cuando os vio se le revolvió el estómago, resulta que ésa muchacha tuvo una relación anterior, de la que en el pueblo no se comenta, no por que a ella la rechacen, sino por no herirla, y por que el padre de la otra muchacha mató a su hija de una paliza, tras ciertos sucesos…..

-         Entonces a Tiara si le gustan las mujeres…..
-         Si cariño, pero desde aquel echo, se a alejado de casi todo, rehuye cualquier contacto u relación que no sea con su abuela, has sido la primera en mellar ese encierro suyo, sin embargo…..

-         Sin embargo que es lo que te callas.

-         Es tu padre, como antes te decía, no lo tomó bien, el quiere nietos, tu hermano falleció sin dejar descendencia, y espera que tu cumplas, su idea es casarte, no permitir que llegues a humillarle, según él opina, siendo una desviada
.
-         ¿Cómo?.

-         Pues que te está buscando prometido entre los hijos de sus conocidos, y pretende poner dote y todo, para darte como prenda al que más le interese y él vea adecuado. No quiere que tu sepas, ni que te cuente, quiere que lo hagas por esconderte, pensando que no sé de tu interés….

-         Mama, aunque no supieras, no me casaría, nunca lo he deseado, ni siquiera me veo vestida de blanco, por no decir con vestido, sabes que desde pequeña yo y eso no congeniamos, por no decir que soy inseparable de unos vaqueros. En serio, pensaba independizarme por mi cuenta y hacer mi vida, para alejarme y así rehacer mi vida como persona, sin dependencias ni explicaciones.

-         Hazlo pronto, está desesperado, le preocupa que se sepa.

-         El dinero que me dejo mi hermano, puedo disponer de él sin que papa intervenga en el banco ¿verdad?.

-         Ahora que lo dices sí, solo tu y yo tenemos acceso a esa cuenta, mañana retirare mi titularidad, para que tu padre no intente coaccionarme a sacarlo o impedir cualquier oportunidad a evitar sus planes, me duele que actúa así, creo que está dolido, desesperado y triste, su esperanza era que su apellido fuera continuado por tu hermano, pero dada su perdida.

-         Mama, te veo mucho más recuperada desde que llegamos aquí, de su fallecimiento.

-         Así es, dicen que el tiempo lo cura todo.

Mi madre me abraza, noto como si hubiera quitado de encima un peso, y yo solo sé que lucho contra unas cadenas,  contra el rechazo de quien quiero y admiro, en gran parte contra el mundo, se me hace injusto, aún así, no me importa, sólo me preocupa el daño que se pueda causar en el momento de mi emancipación de la casa familiar.

Me marcho a la cama, pensando en todo, pero mi último pensamiento, y el más feliz, antes de caer dormida es nuestro beso, ese beso que no he confesado a mi madre, ni quiero que nadie sepa, solo ella y yo.

TIARA

Estoy tonta, soy tonta, la he besado, no me he podido contener y la he besado, solo lo he liado más, a ver como arreglo este fallo monumental de mi control.

Y lo peor es que no paro de rememorarlo, no si de paso me meteré en un mal sitio por no prestar atención por donde voy, solo falta que acabe en el hospital, ni ganas.

Seré ingenua, como si no supiera que ella ya me atraía, voy y la acompaño en moto a su casa, sin saber que hacer aparco, como sino supiera ya que me sentía débil a su contacto, Dios mío, sus pechos pegados a mi espalda, en cada bache se mecían…….

No, no tengo que pensar en eso, ya es bastante enloquecer por su cercanía como para regodearme con su recuerdo…… Dios no pensé, que nadie oliera tan endiabladamente bien………

Esta claro que voluntad no tengo, y como siga así, tampoco tendré la cabeza sobre mis hombros, como salga volando por mi estupidez de no prestar atención al camino. Al menos ya queda poco para llegar a casa de mi abuela.

Consigo llegar sin percances, aparco la moto atrás y vuelvo a tomar nota mental de la gasolina, mi abuela me esperaba sentada a la entrada del patio, con un chal a los hombros, no sé por qué, pero me quedo dónde estoy mirándola, me siento más tonta todavía, por actuar así, busco un motivo para moverme, pues sigo como paralizada y al final consigo empezar a moverme, voy hacia ella la cual no me quita ojo, sigo preguntándome en que piensa cuando me mira así, llego a su lado y le doy un beso, ella me abrazada, lo que me hace pensar si es posible que me halla echado tanto de menos solo por salir una media hora.

-         ¿algún problema en el camino?

Genial, ni que supiera, encima se me traba la lengua y no me sale nada, me he quedado con la boca semiabierta…..

-         eh, no abuela, todo bien.

Si seguro, muy bien, la he besado y me he complicado más la vida, ahora a ver cómo la miro a los ojos….. Sus ojos, será posible ya fantaseo de nuevo. Intento desviar la mente de estos pensamientos, cuando me fijo que mi abuela me mira, con una sonrisa torcida, por dios, que mi cara no sea un reflejo de lo que pienso, me muero……

Ella se levanta, me vuelve a mirar con esa mirada brillante, y entra en la casa, el olor de la cena llega hasta fuera, yo sigo clavada en el mismo sitio, empiezo a pensar que no tengo sangre en las venas, por que no me responde ninguna parte de mi cuerpo a las ordenes que pienso, ya lo que faltaba no tengo control sobre mi misma.

-         entras o no, Tiara, empieza a hacer frío, niña, no me digas que quieres cenar al patio, por que pensaré que estás enferma.

Puede que si esté enferma, mas bien de lujuria, consigo echar a andar tras escucharla entrando hasta la cocina, todo estás listo y ella sentada esperándome, me mira con preocupación, pero enseguida se le pasa.  Eso me hace suspirar de alivio, y me gano una ceja alzada, espero que no tenga que dar explicaciones, bueno al final parece que no le da importancia, me siento y cenamos, aunque mi mente está muy lejos de todo lo que me rodea, ése beso, su contacto, su aroma…. No consigo quitarme de la cabeza esos sucesos, disfrutando cada momento, deseando en el fondo que se repita, a la vez, temiendo que vuelva a ocurrir, preocupándome por mi abuela, por como me tratarán, otra vez, descubriendo en mi foro interno, que ese beso a válido mucho para mí, tanto como para que sueñe más allá de ése momento, para que los demás dejen de preocuparme, para permitirme soñar con que nada pasará…….

Al acabar la cena, me pongo a fregar y recoger la cocina, mi abuela en vez ir a su sillón, se ha quedado sentada en su silla, me observa ir de aquí para allá, en completo silencio, yo ni siquiera me he percatado de ése cambio, hasta que me disponía a salir con ella a la sala, es cuando me la he quedado mirando sin saber que preguntar, sin comprender el cambio, sólo me acerco, la abrazo, la miro preocupada, me da miedo de que se sienta mal, ella me mira, me acaricia el rostro y me sonríe, lo que me provoca alivio, de alguna manera sé con solo ése gesto de que se encuentra bien, ella se levanta y me toma de la mano, llevándome con ella a la sala, como siempre, esta vez juntas.

Se sienta como siempre y comienza a leer, me recuesto a su lado y mi mente vuelve a divagar en Serena, es como si un placer me recorriera el cuerpo con cada recuerdo, como si me envolviera y me llevara al séptimo cielo, de alguna manera pienso que tengo demasiada imaginación, lo que no me impide seguir sumida en mis recuerdos, en mis sueños y pensamientos, que toman un cáliz cada vez más ardiente en mi mente, cuando me quiero dar cuenta he vuelto a suspirar, aunque no se, me ha sonado distinto…….

La risa de mi abuela me saca de mis ensoñaciones, me siento tensar, no se porqué pero tengo la sensación de que intuye en que pensaba o mas bien soñaba despierta, me sonrojo como un tomate, no tengo palabras…….

-         Tiara, si tan cansada estás, ves a la cama, ya sabes que me cuesta dormir, ves y descansa cariño.
-         De acuerdo.-consigo decir medio en susurros, sin conseguir mirarla, su voz me ha sonado divertida….-

Al levantarme y darle un beso de buenas noches, he atisbado un gesto familiar, de picardía y felicidad, no puedo evitar pensar, en mi amor, en su perdida, pero al recordar y pensar, me doy cuenta que no siento dolor como siempre, que no me abate, y vuelvo a mirar a mi abuela, sigo sin palabras, ella tiene la mirada baja, pero vuelve a sonreír como antes, todo en mí da un vuelco, es como si algo dentro de mí me dijera que ella sabe, sabe de mí, sabe de mi relación, sabe de lo que Serena me hace sentir……

No puede ser, tiene que ser imaginaciones mías, pero esa sonrisa sabuesa, picara es la que vi tantas veces en su rostro en momentos tan íntimos, o cuando me provocaba con ella incitándome también con la mirada, que al vérsela a mi abuela…. Es como si viviera esos momentos pero sin el deseo que en esos momentos me provocaba.

De pronto todo se tambalea, me siento débil, y mi cuerpo retrocede, hasta dar con el otro asiento, en el que me dejo caer, mi abuela se levanta pronta en mi ayuda, no soy capaz de reaccionar, ella me acaricia el rostro, y es cuando sé, que estoy llorando, otra vez, pero no es de tristeza, no es de dolor, es…….

Sí, lloro de alegría, como si un gran peso hubiera desaparecido de mi alma, como algo que estaba ahí oprimiéndome, miro a esta mujer que me abraza, miro a esta mujer a la que adoro, a la que quiero con toda mi alma y agradezco de tenerla a mi lado, de que sepa lo que soy, de que me quiera igual, de que no la dañe con mi secreto…….

Sé, que es absurdo, ella no me ha confesado nada, no me ha revelado su conocimiento, pero lo sé, algo dentro de mi me lo dice, y me siento feliz, la abrazo con más fuerza y lloro, sin reprimir nada, solo dejo que esas lágrimas de felicidad broten en compañía de quien las ha provocado, entre risas de liberación  y alegría, que de algún modo estaban esperando a que les diera rienda suelta.

-         Cariño, dime que te ocurre.

-         Nada abuela, nada solo que me has hecho feliz.

-         Yo no he hecho nada, mi niña, dime que te pasa.

-         Dices nada, y lo has hecho todo, por Dios abuela, desde cuando callas todo lo que sabes, desde cuando guardas mi secreto, mientras yo intentaba ocultártelo pensando que te haría sufrir.

-         Sufrir, por saber que amas con toda tu alma, eso es una soberana tontería, sufría más tu silencio, que no confiaras en mí, que guardaras tanto dolor y vivieras en ése silencio que te carcomía día a día, obligándome a callar, por no herirte más, hasta que hace una semana, algo en tu rostro cambio, algo te inquietaba y supe que había vuelto a suceder, que alguien había tocado tu interior y te hacía revivir de nuevo, me sentía feliz de volver a ver esa sonrisa dulce y tierna aunque solo fuera por momentos fugaces, y esperaba , a que hablaras conmigo, o a saber que ángel me devolvió a mi niña……

Me quitó el pensamiento, cada palabra suya me robo cualquier respuesta, excepto abrazarla, y llorar, en la persona que siempre tuve a mi lado sin saberlo, que siempre estuvo y supo, cuanto yo callaba, y me negaba a aceptar cara a nadie…..

Mi abuela se desembarazo de mis brazos me miro a la cara, sosteniéndola entre sus manos, sonriendo y llorando a la vez, mi alma pego otro vuelco, y una paz como nunca había sentido me llenó, emocionándome más cuando ella me besaba, toda emocionada……

Esa noche empecé a revelar en sus brazos cuanto sucedió, cuanto sentí, cuanto jamás revelé de ella hasta el día que la perdí, le conté, mientras ella me abrazaba, yo me liberé y compartí mi alma, sin darme cuenta de que un nuevo camino se abría ante mí, con un nuevo soplo de esperanza, y pude ver la emoción de mi abuela, cuando le dejé leer cada verso, cada palabra que guardaba como un tesoro, del recuerdo de mi gran amor.

Ya tarde me voy a la  cama, ella se queda en su asiento con las poesías en su regazo, y subo sintiendo que he ganado una batalla, por fin en paz conmigo misma, sin pesar ni temor a soñar, con la seguridad de que descansaré como no lo he hecho en mucho tiempo.

SERENA

Como una amiga de donde antes vivíamos, acababa de dar a luz, nos trasladamos a nuestro anterior domicilio, lo miramos con los recuerdos del pasado, ambas abrazadas, mi padre no quiso salir con nosotras, por suerte no nos puso niñera, mi madre me avisó de que pretendía que me encontrara con el supuesto pretendiente, así que era cuestión de tiempo que averiguara de quien se tratara.

Paseamos largas horas por calles y lugares muy familiares para ambas, mientras  hacíamos tiempo a la hora de visitas, pero antes pasamos por el banco, tomamos poderes de mi herencia y lo arreglamos todo a un banco distinto y cuenta, hablando con mi madre, ambas coincidimos en que primero empezara cerca de ella a independizarme y cuando todo en mi vida estuviera claro, entre nosotras si quisiéramos nos podríamos trasladar al departamento que quedo libre y pagado de mi hermano, y del cual se ha ocupado mi madre y mi tía en secreto, resulta que mi madre no sabia si en un futuro se tendría que separar también de mi padre, que esperaba a que yo me independizara, que ella tenia sus medios, solo que apenas hacia uso de ellos, por la fama de mi padre, y que tenían reservado el apartamento para ella, resulta que mi hermano estaba al tanto, y se lo dejo a ella en caso de necesidad.

Yo aun digería tanta información, y me hacía a la idea de tanto cambio mientras planeaba el como ubicarme y en como ganarme la vida.

No pude pensar mucho mas en el resto del día, llegamos al hospital donde Amalia había dado a luz, resulta que habían sido mellizos, a la niña le pusieron Diana, me hizo gracia pues con cariño recordé a la abuela de Taira, en la que me costaba dejar de pensar, ya que sentía ganas de hablar con ella y conocer más a su nieta, tengo la sensación que sólo ella me puede aclarar ese sufrimiento que ella arrastra en silencio.

Mi madre tomó en brazos al bebe, que era un niño, y lloraba mientras le sonreía, me daban ganas de abrazarla y consolarla, al levantar la mirada de la pequeña, Amalia me decía…….

-         Le hemos puesto al pequeño el nombre de tu hermano, Derek, por eso tu madre…..

-         Gracias Amalia, nos honras dándole su nombre a tu hijo.

Abrace a mi madre, la besaba, mientras le decía, “mira otro Derek en la familia mama” y ella sonreía como hacía tiempo que no la veía hacer, solo de volver a ver ese gesto yo comencé a llorar por la misma emoción, lo que provoco que todas las presentes vinieran a darnos consuelo y abrazos, en vez a la recién estrenada madre.

Tras escuchar las anécdotas del parto a las que mi madre estaba muy atenta, incluso a lo que se utilizo en cada momento, nos marchamos, ambas decidimos ir al apartamento a descansar estaba más cerca, ya que ella sospechaba que el pretendiente nos esperaría en el anterior hogar, la verdad tras tantas emociones no había ganas de dar coba a un mandado.

Al llegar al edificio, la tía Natalia nos esperaba, supongo que Amelia la avisaría ya que son íntimas amigas, pensábamos pasar el día siguiente con ella y su familia, dado el caso, bienvenida sea la sorpresa.
   
Salí corriendo como loca a sus brazos y me tiré a ella entre risas y lágrimas, mi madre llegó tras de mí y nos abrazó a ambas, mi tía traía consigo una maleta, y unas bolsas, ambas la miramos con la incertidumbre habitual de verla tan equipada, ella sonriendo nos mira a ambas y se echa a reír.

-Fiesta por el esperado reencuentro, y nuestro momento de intimidad para contarnos todo mis chicas.

Mi madre no podía dejar de reír, se le saltaban las lágrimas y reía con más ganas cuanto mas nos miraba a ambas, con la ilusión de unas niñas y su fiesta de pijamas.

Entre sonrisas abrazos besos, tomamos todo lo que cargaba más lo nuestro, entramos al edificio subiendo en el ascensor, no podía evitar recordar las veces que subíamos allí a verlo, la tristeza de que esta vez no sería así, nos embargo a todas como la losa que cubre sus restos.

Me temo que nos va a ser difícil entrar y no verlo, pero la vida sigue, no se si todas pensábamos lo mismo, pero sonó un coro de suspiros, nos miramos las tres poco antes de que se abrieran las puertas, tomando aire salí del ascensor y me dirigí a la puerta, yo llevaba las llaves ya que a mi madre le temblaban las manos, mi tía la abrazaba y guiaba, esto va a ser muy duro para ella, me temo que más que para mí.

El apartamento estaba limpio, mi tía me contó mientras mi madre se sentaba, que ella se ha estado ocupando de mantenerlo aseado, por si acaso, y que esperaba con ansias reunirnos pronto aquí y así no dejarlo olvidado, ella trajo algunos aperitivos y bebida, que pusimos en seguida al congelador, mi tía y yo preparamos la bañera para mi madre, mientras ella con la mirada perdida observaba cada foto, en cuanto mi tía la llevo al baño, con todo mi dolor, miré un baúl decorativo, lo abrí y comencé a guardar ahí todos los retratos de la casa, para no ir observándolos y deprimiéndonos más, mi tía salió y al ver lo que hacía asintió y se dispuso a ayudarme, tras dejar todos guardados algunos en un armario con llave que ella guardo, comenzamos a preparar el salón y las camas, ella también dormiría con nosotras, menos mal que tenía un dormitorio de invitados, así no habría que usar los sofás.

Volvía a observar las cortinas negras los muebles de estilo moderno y multiusos, tan práctico como siempre fue el pensamiento que me vino, pasee con calma, mientras me tocaba el turno, mi tía fue al baño y me llamó, me preocupó que algo pasara  y corrí, en un cuarto contiguo en el baño había un yacusi en el que se metían ambas desnudas y me miraban con picardía, yo sonrojada, por que veía que mi tía tenía muy buen tipo, por el amor de dios que ando pensando, es mi tía, mi madre se echa a reír con mas picardía, sabiendo de seguro que me ocurría, y me hace gestos para que me meta con ellas, sonrojada, comienzo, a desembarazarme de la ropa, la dejo en un taburete cercano, tomo una toalla de unos estantes y la dejo cerca de la bañera, no me atrevo ni a mirarlas, mi madre debió olvidar lo vergonzosa que soy.

Cuando levanto la vista para meterme, ambas me miran con una ceja alzada, y yo me quedo paralizada,¿ por qué me miran así?, frunzo el ceño, las miro fijamente, mientras me meto ambas sonríen, y eso me pone más nerviosa.

-         Desde luego no puedes negar que tiene buen tipo, y que es preciosa, espero conocer a su pareja y ver si es comparable.

-         Ummmm, hermana te puedo decir que valdrá la pena verlas juntas, aunque yo las vi de lejos, puedo decir que juntas son un espectáculo.

-         Si es así pronto tendré que ir de visita, por cierto sabe él algo de los sentimientos de mi sobrina, ya sabes lo cerrado que es para ciertas cosas……

-         Lo averiguo una tarde que se encontraron en el antiguo faro……

-         Un momento que estoy aquí, a que viene todo esto, como sabes tu de, de esto…..

-         Jajjjajajaja, cariño lo se desde que eras pequeña, yo se lo comente a tu madre, bueno cariño, es que yo soy bisexual, aunque mas hetero que lesbiana, y te lo noté enseguida, pero esperábamos ambas a que te inclinaras tu misma tras tus intereses, lo que he de decir que has tardado cariño.

-         Es cierto, primero me lo dijo tu hermano, y luego me lo confirmo mi hermana, como ves no eres la única en la familia, cariño, por eso viene bien que puedas hablar con ella si lo deseas.

-         Mama tú matando dos pájaros de un tiro, increíble, y yo alabando el buen tipo de mi tía mentalmente, para matarnos……

-         Jajajjajajajaja, vaya si que te has fijado, me cuido bien sobrina, aun viuda siempre puedo tener alguna sorpresa guardada en mi vida,-esto último con mirada pícara- por la que una puede ser feliz.
-         Ejem, que tal si cambiamos de tema, no es algo para lo que estuviera preparada, y os lo teníais bien callado ambas, aunque más callado se lo tiene padre, lo de querer casarme.

-         ¿Que me estas diciendo, que ése prepotente pretende casarte sin saberlo tu?…..

-         Pues sí hermana, a eso va, desde que se dio cuenta de que es lesbiana o que está influenciada por otra, digamos que cree que antes de que experimente la tendrá aún dominada para que se case y le dé nietos…..

-         ¿Mama, a ti no te sabe mal no tener nietos?….

-         No, os he tenido a vosotros mi mayor alegría, a partir de ahí cada uno haya la suya, y la tuya es Tiara.

Mi madre me miró fijamente, se la veía mas resuelta y segura, como si no estuviera a la sombra dominante de mi padre, es como ver a otra persona renacer de sus cenizas, y me hacía sentir orgullosa de ella a cada momento que la escuchaba, a cada momento que la veía moverse, como si no cargara peso alguno ya.

Pasamos buen rato, en el agua, donde me ganaba unas cuantas miradas de apreciación por mi tía y por mi parte igual, ella me provocaba yo a ella, se convirtió en un juego, y me sentía a gusto, sin cohibirme entre ellas, mi madre nos miraba se reía cuando nos miraba hacerlo, a lo que nosotras la seguíamos.

Conforme salíamos del agua, la conversación rondó mi situación en la casa, mi madre comento de falta de personal en la biblioteca, ya que ella acudía de vez en cuando a ésta, así cómo de ir a correos donde también iba a hacer falta gente en la oficina, lo que significaba que tenia ya por donde comenzar.

Mi madre le comento a mi tía de que viniera unos días y buscara ella donde pudiera vivir yo, así no se levantarían sospechas, si fuera mi madre si que pondría en guardia a mi padre, así podríamos actuar de un modo más libre, mientras piense que la que se instala es ella. Yo la acompaño unas veces, en otras mi madre y mientras miro lo de correos y la biblioteca.

Con esas ideas me voy a la cama, que comparto con mi madre, ella viene rato después algo bebida pero feliz, le hacia falta salir de la influencia de la casa, y esa tensión constante, al menos sé que no está tan mal como creía en un principio, apenas se acuesta me giro y la abrazo, ella se acomoda a mi, y me besa en la mejilla, cuando casi me he dormido me viene un pensamiento a la cabeza, que dormir así abrazada es muy agradable y que sería más si fuera Tiara, la que estuviera conmigo así, una sonrisa me viene y me siento feliz, poco antes de dejarme caer en mis sueños.

TIARA

Tras haber hablado largo y tendido,  mi abuela y yo nos sentíamos más unidas, cuando me quedaba en las nubes pensando en el beso de la noche pasada, bueno no tardaba en escuchar a mi abuela reír por lo bajo, la miraba para verla con una mirada de reojo y esa picardía suya, no lo podía evitar me sentía feliz y verla así me hacia sonreír, era curioso el cambio que una persona experimentaba tras liberar cuanto una llevaba dentro.

Mi abuela a cada rato que me veía preocupada por que hacer, me abrazaba, recordé que casi no quedaba gasolina en el depósito y le pregunte si le hacia falta algo, que me marchaba a trabajar a correos e iría con la moto para repostar, que casi no le quedaba gasolina, ella niega, así que salgo al patio y voy al centro del pueblo, a cumplir, no es que suela haber mucho trabajo, pero es mejor no dejar que pase el tiempo, siempre puede haber certificados urgentes u otra cosa.

El recorrido se me hace corto, la verdad es que hacia que no veía mi alrededor como hasta ahora, supongo que es lo que hace sentirse feliz, noto que la gente me saluda y sonríe, es algo que hasta ahora no me había fijado, apenas los escuchaba y asentía a sus saludos, bueno me veo en la obligación de devolver cada saludo, sin saber bien del por que me siento tan extraña.

Apenas llego a la plaza y me dirijo al edificio de correos el alma se me cae al suelo,
Jacobo espera con 5 personas más, no creí que tan de golpe caería del cielo para ver a ese desgraciado, solo verlo el pecho se me oprime de dolor al recordar a Estela, y el saber que ése fue el causante de su muerte, por qué su padre tendría que venir hoy, que me toca a mi estar cara al publico y no atrás organizando el correo y paquetes……..

Me dirijo a la puerta lateral por donde entran los empleados, no hay nadie, entro dando la luz, asegurándome que todo esté correcto antes de abrir, compruebo la entrada de correo, de la que se ocupa mi superior cada noche, no hay mucho, por suerte, así que ordeno en unos minutos los sobres a sus destinatarios por zonas, para repartir, de normal no me ocupo yo de repartir solo lo hace mi superior, y yo me quedo aquí mientras, el teléfono suena antes de ir a abrir la entrada, contesto, es mi jefe, o mejor dicho su esposa, me avisa de que no vendrá, que está enfermo, que me tengo que ocupar yo sola de todo, vaya así que he puesto gasolina para repartir correo, hoy día de paseo y a ver paisajes rústicos, a mi abuela le encantaba hacer estos recorridos y visitar a sus conocidos.

Bueno doy entrada al personal que viene ha hacer sus diligencias, y me coloco tras el mostrador a cuanto necesiten, me preguntan por mi jefe del cual informo que está enfermo, Jacobo al final me hace una mueca de asco, sino le agrada ser atendido por mi, a mi menos tenerlo por aquí, distribuyo sellos, preparo correo certificado, algún paquete, y aprovecho para entregar a algunos el correo recién llegado a su destinatario, así me evito el viaje extra, todos me miran mucho, no sé que tengo de distinto, supongo que será por lo poco habitual de tenerme atendiendo y no detrás, en la distribución o cuando llevo a la transportista el correo para las distintas destinaciones.

Le toca a Jacobo, me echa un manojo de sobres y me escupe, lo miro, que no le guste vale que el a mi tampoco también, pero que me ultraje……

-         Mira guarra haz bien tu trabajo, y ocúpate de estos asuntos y si quieres te doy otros de los que ocuparte, se te dará bien tras montártelo con mi hija, a la cual provocaste su muerte…

-         Márchese de aquí Jacobo, si busca otros asuntos marche al burdel, si busca que su correo sea enviado aprenda educación, y si se resiente de la muerte de Estela, bien sabe que fue usted quien le marco el camino al suicidio, no yo, salga de aquí, yo no le voy a atender.

-         Serás zorra…..
En ese momento, un bolso se estrella contra su cabeza, dos mujeres lo miran con odio, este se encara a ellas con la mano levantada, subo al mostrador sin saber ni que estoy haciendo, una de ellas es mi abuela, y conforme veo su mano moverse me lanzo hacia el gritando, le golpeo con la pierna  en el cuello, el por mi peso y golpe cae de lado, me pongo casi sin equilibrio delante de mi abuela y la otra mujer.

-         Jacobo márchese, pienso denunciarle por acusaciones e intento de agresión a mi nieta y a nosotras, usted no tiene derecho a reclamar a nadie, bien sabe Dios que Estela no se merecía su destino, ni usted tener familia, pero el destino le trajo al mundo a esa muchacha y su perdida fue grande, no ultraje mas su recuerdo y márchese de aquí.

-         Vieja bruja del demonio.

-         Esta vieja te puede sacar ya mismo esos dientes, desperdicio humano, desaparece de mi vista.

Yo perpleja, veo como ese desgraciado, se levanta tambaleándose, y sale, no me puedo creer lo que acaba de ocurrir, casi no me puedo mover, miro a mi abuela, con gran sorpresa, ella no iba a venir al centro, y estaba aquí, frente a mí, defendiéndome, poniendo en su sitio a esa mole, como si con ella no pudiera nadie.

-         Abuela, te pregunté si te hacia falta algo, me dijiste que no…….

-         Lo sé, pero tuve una visita,  y decidí salir con alguien, a enseñarle el lugar, al llegar me dijeron que estabas sola, y que también había entrado Jacobo, y bueno no me lo pensé dos veces mi niña.

-         De eso estoy segura, por el modo en que has entrado que lo único que he llegado a ver ha sido tu bolso estrellarse contra él……

-         Bueno mi niña, lo que te estaba diciendo cuando entramos, me calentó esta vieja sangre mía, no me pude contener, además ya iba siendo hora de que alguien le parara los pies, bueno ¿y por qué no está vieja que te quiere tanto?.

-         Por favor abuela, te iba a golpear, como se te ocurre…..

-         No lo hizo tu saltaste sobre él, ya veo que te apañas bien sola Tiara, jamás me imaginé tal reacción tuya, digno de ver, lo tumbaste y todo.

Ya no supe que decir, en verdad, lo tumbé, no se cómo, pero lo tumbé, no me lo podía creer, mi abuela no paraba de reír la otra mujer me miraba con los ojos brillantes, no la conocía, debía de ser recién llegada o familiar de alguien, yo me sentía incomoda, no me quitaba ojo de encima lo que era curioso, no sabía ni como presentarme, bueno en realidad nos tendría que presentar mi abuela.

-         Bueno y que te ha traído por aquí, en mi ayuda, por así decirlo.

-         Veras, esta mujer vino por petición de la madre de Serena, en busca de una vivienda para un familiar que se trasladaría en breve aquí y que por consejo de ella vino a consultarme, ya que conozco el lugar y a los lugareños y será más fácil preguntar, y de paso me paseo, y hago visitas.

-         Espero que lo pases bien abuela, no te canses, yo ahora saldré a repartir la última remesa de cartas, ah, toma esta es para ti, creo que es de tu prima.

-         Es cierto, bueno ya tengo lectura para la noche, hasta luego cariño, y cuídate de ese animal, no te quedes sola con él.

-         Bueno espero que nos volvamos a encontrar.

Asentí con una sonrisa, no sé por qué, tuve la sensación de que estaba coqueteando conmigo esa mujer, me miraba mucho, me guiña un ojo al despedirse con una sonrisa, bueno me dio la sensación de sensual…… que distinta fue la  sensación que me dio al percibir y ver que antes de salir se giraba y me miraba, sonriéndome  de un modo apreciativo, desde luego no me sentí alagada más bien como la presa de una depredadora, no me era nada agradable……

SERENA

Me desperté temprano, la verdad me encontraba muy inquieta y nerviosa, con ansia de comenzar los cambios de mi vida, ver cuanto necesitaba, pensaba llevarme algo de casa de mi hermano, lo que en sí tendría que esperar, pero lo que comprara aquí en la ciudad, siempre podría guardarlo en su piso y luego trasladarlo en donde  me marchara a vivir, y si fuera necesario, me trasladaría aquí, pero sólo si no me viera capaz de continuar en Claustrom, esperaba que no fuera así, aunque solo me retuviera el  ánimo de verla.

Me levanté, mi tía tomaba café en  la sala, me mira y me sonríe, yo le respondo igual, no veo a mi madre, alzo una ceja, en dirección de mi tía, y esta se ríe por lo bajo, a mi me provoca más curiosidad, alzo ambas y me acerco a ella, que salga mi madre sola es raro, suele salir o conmigo o con ella, pero sola no es su costumbre, al menos en la ciudad.

-         Tu madre no tardara, fue ha hablar con unos conocidos, anteriores a su matrimonio, a arreglar uno asuntos, que dejó pendientes demasiado tiempo, me dijo que si querías salir que fuera contigo y de paso que ella quería comer contigo en el restaurante de ayer, también que fuéramos preparando cuanto hiciera falta, para cuando volvieras no te preocuparas de nada.

-         Nunca me ha presentado a nadie de cuando era joven tía, me preguntaba si ella aparte de otras madres no tendría más amistades.

-         Bueno es por que tu padre, le puso ciertas condiciones, su matrimonio fue acordado por tu abuelo, y él pretende hacer lo mismo, pobre iluso, no entiende que el corazón es distinto a las normas, que uno sigue su destino guiado por sus sentimientos, no por lo que se espera de él, lo malo es lo infeliz que uno llega a ser en esas circunstancias sin dar el paso definitivo y tomar su vida sin ser dirigido por nadie.

-         No sabía nada.

-         No, ella se aseguro de que nadie supiera, la verdad, de que lo hacía obligada, y protegiéndome de tu abuelo, pues fui descubierta con una vecina en cierta situación……

Esto último provocó que mi tía se sonrojara, en gran medida, en sí era toda una novedad, lo que me sorprendía era el tiempo que estuvo con mi tío y nunca verla así por causa de él…… podría ser, que no me dijera toda la verdad.

-         Tía, suelta lo que no me cuentas de ti, a mi madre ya le preguntaré, pero sé algo que no me dices, lo noto, es más me he dado cuenta de algo, así que por lo menos si anoche te sinceraste conmigo sélo por completo, a como yo lo entiendo, mi abuelo hizo infeliz a más de una persona.

Ella me mira, seria, desconcertada se podría decir que es su mirada, noto como palidece, por momentos………

-         Es cierto, Natalia, va siendo hora de que tú también te sinceres, y ya que llego temprano, es buen momento para todo.

Me giro precipitadamente, lo que me provoca un mareo, mi madre se encuentra tras de mí, apoyada en el pilar de la pared, con una pose, desenvuelta, descansada, sin esa rectitud constante, su mirada mostraba triunfo, y al venir hacia mí, que intentaba no caerme, andaba con soltura y calma, me sujeta de los brazos, y me abraza, es raro, pero la percibo como feliz, radiante, es algo tan nuevo para mí, que por un momento me asusta, y al siguiente me siento muy feliz por ella, algo ha cambiado.

-         Yo diría que no hay nada que decir, es más no creo que sirva de nada decir nada.

-         Opino lo contrario hermana, sabes que él se confundió aquella noche, que tu no eras la culpable, así que sé sincera, y así mismo seamos sinceras con Serena de una vez, estoy cansada de mentiras, y más entre nosotras, nunca debió ser así.

Ahora me las miro a ambas, sin comprender nada en absoluto, mi mirada va de una a otra, con rapidez, ambas se miran obstinadas, mi tía dolida, al final baja la cabeza, sus hombros caen abatidos, tiembla a la vez que escucho un sollozo casi silencioso, mi madre ya se encuentra frente a ella, le pone las manos en los hombros, dándole apoyo y ánimo para unos momentos, que incluso para mí me resultan intensos y opresivos.

-         ¿Ya que más da Melissa?, dime ¿cambia algo decir el chantaje, o la manipulación que cambio nuestras vidas?, dime, ¿ayuda ahora a alguien todo lo ocurrido entonces?, a mi ya no me sirve, ni siquiera me ayuda, yo ya solo quiero tomar mis decisiones, sabes que me tendrás para cuanto te haga falta, pero no me pidas volver a entonces.

-         En verdad Natalia, eres realmente más obstinada que yo, bien sabes que cargaste con la culpa, la responsabilidad que yo misma cargue fue tan alta como la tuya, pero no me culparon a mi, sin embargo si se me chantajeo de no hacerlo público a cambio de casarme y así que se financiaran las deudas de padre, ya que madre dejó una buena dote a nuestro nombre, asegurándose que estuvieran fuera del alcance de padre, claro, el desesperado nos uso a ambas, juré no contarte, sospecho que te hizo la misma jugada.

-         Si, me hizo jurar, me hizo casarme con el hermano de mi amado, poco después terminé aborreciendo a todo hombre en la tierra, fui forzada en más de una manera, con el tiempo comencé a sentir cierto interés en las mujeres, a buscar cierta comprensión y contacto, me aseguré de no darle hijos a mi esposo, así como dejarle en claro mi rechazo, mi desprecio, pude ver como su interés sobre mí era meramente sexual, incluso fui testigo de su muerte en manos del único hombre al que amé, al cual rechacé, y el cual comprendió cuanto me había pasado, jamás se dijo lo ocurrido, jamás desvele su asesinato hermana, y seguirá en silencio, la peor parte te la has llevado tú, sigues con él, estando con un hombre del que jamás deseaste nada, y siempre esperé que me avisarás para liberarte y sacarte del país, con tus hijos, sin tener que soportar más la humillación de ser explotada por aquel, contrario a tus deseos, tu hija salió digna a ti, hermana, sospecho que tiene tu fortaleza, pero te lo pido, por favor, no sigas así, me duele cada vez que te veo, semi postrada, ante su prepotencia, cuando tú eres mil veces más valiosa y mejor que ése desgraciado, debes sincerarte tu más con ella, que yo misma.

Caí sentada, al suelo, mirándolas a ambas, las cuales me miraban con sendas miradas, de calma, comprensión, mi madre, lloraba en completo silencio, con lágrimas en los ojos, ella guardo tantos secretos, disimulo cuanto sentía incluso, fue más allá de la mera voluntad, por cumplir y proteger, solo podía mirar y admirarla, cómo jamás flaqueo, derrumbándose nada más que en la muerte de mi hermano, aun con todo lo que escuché sospechaba que solo era un ápice de todo lo que no sabía.

-         cariño, yo fui siempre la lesbiana, no tu tía, tu tía sufrió el cambio más tarde por circunstancias que te puedes imaginar en éstos momentos, tras lo que has escuchado, tu hermano supo por mí, y le pedí que te cuidara, que no te vieran en situación comprometida con ninguna chica, me recordabas cada vez más a mí de niña, me sorprendió en un principio, pero no puedo negar que era feliz, viéndote crecer feliz sana, sin complejos ni ataduras sociales, evite cualquier influencia en todo lo que podía, ocultando a todos cualquier detalle tanto tuyo como mío, que pusiera en guardia a tu padre, digno sucesor de las costumbres de tu abuelo, quise separarme hace unos años, él me amenazó con dejarme sin nada, y quitarme vuestra tutela, por lo que aguanté más aún, por eso lucho ahora, que tu tienes fuerza propia para hacerlo, y que puedo decir que él no tiene poder para arrebatarte de mi lado, ni te imaginas lo que sentí al veros, los recuerdos que me embargaron viéndote reaccionar ante aquella muchacha, toda tu cambió en ése momento, mostrabas sin saber tu interés, te acercabas a ella, y yo me sentía feliz de que no sintieras temor por lo que sentías o rechazo.

-         Cómo, va a rechazar quien es, si solo había que verla en la playa, cuando me la llevaba, como miraba atontada algunas muchachas en bañador de unos 18 años, mientras estas corrían delante de ella, a veces se sentaba a mi lado bajo la sombrilla solo a mirar, te juro que me hacía sonreír, lo mejor, es que ni siquiera era consciente, cómo me reí, cuando me pregunto una tarde….. ¿Tía, tendré un tipo tan bonito y un busto como las chicas de la playa?.....

-         ¿Te dijo eso?, conmigo no mostró, nada, siempre era mas masculina en sus elecciones, pero nada más, bueno, a veces miraba de lejos alguna mujer con mucho pecho, a la que yo también miraba de reojo, me di cuenta sobretodo una tarde, que miraba como con apetito, a una chica que se quitó la camisa tras caerle café encima, yo le ofrecí una mía en casa, y bueno, la niña se la comía sin remedio, me la tuve que llevar a la cocina, antes de que la muchacha se percatara de lo que le ocurría.

-         Perdonad, me convertí en vuestro secreto, y siempre me habéis tenido apartada de los vuestros de la realidad, en verdad, no lo veo justo, no esperareis que me enfrente a ciegas a todo, cuando me ocultáis tanto.

Ambas sonrieron, se miraron, tras esto se tiraron sobre mí abrazándome, no estaba segura de cual fue la razón de sus reacciones, pero estaban felices, a la vez, más unidas, eso me gusto, más su muestra de cariño, como si no tuviera que ver ni sentir que ninguna nos reprimiéramos por nada, solo escucharlas a ambas reír, me provocaba risas a mí.

Así estuvimos horas, hablando, escuchando, comprendiendo, llorando y riendo, planeando, hasta que no podíamos más, salimos las tres corriendo a comer, a ver pasar por el paseo, donde nos sentamos, a algunas chicas de buen ver, por las que ellas se peleaban de cual estaba mejor……

Cuando ya volvíamos, mi tía nos explico que tenía pareja, aunque en la sombra, que evitaba ser descubierta para que no se le impidiera vernos, por parte de mi padre, un machista de pies a cabeza, bueno eso no lo podía negar, lo había visto más de una vez en su salsa, era cuando más me desagradaba, sin embargo lo adoraba en su buen hacer con los pacientes y buen trato, como si fuera su día a día en la vida, algo bastante lejos, en realidad, de la verdad.

Nos contó que la pasada noche, habló con ella, pidiéndole que se trasladara hasta donde vivíamos, con los datos que mi madre le proporciono, para ir buscando fuera de sospecha un lugar donde poder alojarme, que hiciera fotos de todo, también que tomara solicitudes para los puestos que encontrara de empleo, para que así ambas eligiéramos, al decir ambas miré a mi madre…….

-         Tranquila, yo hice mi carrera medio a escondidas, siempre dando a entender que estudiaba otra cosa, en realidad  soy doctora como tu padre, tengo mi titulo, y he ejercido, cuando tu padre estuvo en el extranjero con sus estudios, no se lo imagina, pero me puedo ocupar de mi misma, es para decirle vete al cuerno, por ejemplo, a Diana la atiendo yo, ella no quería ser atendida por él, percibió su rechazo, supo de que era Tiara, bueno a escondidas le tome cariño, cuando salía a comprar, la visitaba, me ocupaba de su salud incluso la escuchaba, ella sabe de mí, me reconoció enseguida, al ver como evitaba mirar a una mujer que resultó ser una sobrina de visita, incluso desahogo su preocupación por Tiara.

-         Mama, ¿algún secreto más?, me tendrás que contar si como la tía, bueno, tienes a alguien oculto…..

Mi madre se puso muy colorada, pero mucho, miraba a mi tía, esta se reía sólo de verla, no lo pude evitar, era contagioso, no tardamos en cogernos ambas riéndonos con ganas, mirándola, viendo su incomodidad y sonrojez, era tierno ver algo así en ella, y muy familiar, viendo la reacción de mi tía en algunos momentos, ambas eran tímidas en sus puntos mas íntimos, sus parejas.

TIARA

El día paso con bastante tranquilidad, de vez en cuando, cuando pasaba por algún portal, llegaba a escuchar…. “Bien echo”, había corrido el rumor de lo que había sucedido en la oficina, no me importaba, me demostraban su aprecio, incluso alguna mujer me abrazo riéndose, mientras yo me sonrojaba, por ese afecto, tan inesperado, pude ver a mi abuela a lo lejos, con la mujer, yendo en el vehículo de ésta, pese a la incomodidad, me causaba curiosidad, no me entendía ni yo.

Recorrí durante unas dos horas, andando y luego en la moto, para repartir el correo, casi toda la isla, por suerte era más campo abierto o bosque, que población.

Para el mediodía ya regresaba, me dirigí a la posada de enfrente de correos a comer algo, me sentía hambrienta, al entrar, todo se colmo de silencio, me sentí muy incomoda y molesta, me daba la vuelta para marchar por donde había entrado cuando todo el local saltó en gritos, vítores y felicitaciones, pensé por unos instantes en que había interrumpido un cumpleaños, sin darme cuenta, no era así, todo era por mí, me miraban a mí………..

-¡Os dije que la cría había sacado la sangre y genio de su abuela!

El comentario me sorprendió tanto que me quedé parada en mi sitio, mirando boquiabierta a todos que aplaudían a una mujer, ésta era la madre del tabernero, que reía con ganas, mientras me miraba con gozo, me  provocaban ganas de reír, pero mas curiosidad tenía por saber la historia que se ocultaba tras ése comentario, no era una mujer, que hablara por hacerlo, pero cuando lo hacía era con todo el peso de la verdad.

Me  acerque al grupo, que me daban palmadas en la espalda, casi todos hombres mayores, que le tenían desprecio a Jacobo, cosa que me agradó, pues no lo hacían por quedar bien.

La mujer me miraba mientras me iba acercando a ella, tomó un taburete y lo colocó a su lado, me indicó que me sentara a su lado, apenas lo hice……

-         Hijo, un buen plato de comida y lo que ella quiera, se lo merece, la sorpresa de hoy me la llevare con gusto a la tumba, Dios me hubiera encantado ver a Diana en sus trece, como cuando éramos niñas, no dejaba pasar una, cuando alguien se metía con alguien querido por ella, menuda mujer, sin miedo a nada ni nadie.

-         ¿Mi abuela?

-         Si niña, ni te imaginas como disfrutaba con ella.

-         Nunca me ha contado nada.

-         Tranquila yo lo haré y de buen gusto, ella es algo reservada con el pasado, pero te juro que cuando nos vemos, no hacemos más que reír, de todo cuanto hicimos o mejor dicho hizo…..

-         Gracias.
Me acababan de traer la comida cuando ella comenzó a contarme, su charla era amena, resuelta y con buenos puntos de humor, no me podía aguantar, en verdad había todo tipo de disparates, en la vida de estas dos mujeres, de vez en cuando algún cliente de la misma quinta, interrumpía riendo y contando otra anécdota, incluso siendo victima la recordaban con cariño y gran respeto.

Yo cada vez más anonadada escuchaba, acabé tomando cerveza con todos ellos, riendo hasta de los chistes, quedé para el día siguiente, pues parecía que la gran historia de mi abuela no se acababa, casi era de noche cuando salí del local, hacía mi casa, llegué al lado de la moto, empecé a moverla para sacarla del lugar donde se encontraba, escuché un ruido a mi espalda, me giré en redondo, para enfrentar lo que fuera, resultó ser la mujer de la mañana, la cual se mantuvo a cierta distancia, supongo que a causa de mi reacción.

Ella me miraba como por la mañana, me quede paralizada, se acercó a mi en silencio, me tomo el rostro y me besó, así sin más, no se por qué, pero le correspondí, ella…… ella me causaba atracción, deseo, pero no sentía nada más profundo, tenía problemas para pensar, sólo sentía sus labios sobre los míos y un gran ansia por corresponderla y acariciarla, mi mente no se creía cuanto estaba haciendo, me recriminaba por ello, lo que no podía negarme es que besaba muy bien…..

En algún momento estaba en sus brazos, acariciándole la cintura, la espalda, buscando más de ése contacto, hasta que la imagen de Serena, el sentimiento que a ella le profeso, me golpeo por entero, me retiré como si besara veneno, la mire algo confusa…..

Ella me miró, esperando una respuesta a esa pregunta silenciosa implícita en su rostro, yo negué con la cabeza, retiré la mirada, me giré y tomé mi moto, no tenía palabras ni para ella ni para lo que yo había echo.

Arranque, subí y comencé  a alejarme, en la curva miré atrás ella, andaba en dirección contraria a su coche, la zona parecía vacía, no me podía creer mi suerte, nadie lo había visto, no me sentía preparada ni con ganas de pasar por las miradas de nadie.

SERENA

Al despertar mi madre dormía aún a mi lado, esta me abrazaba, lo que me provoco una sensación curiosa, nunca había dormido con otra persona en la misma cama, y no podía evitar percibir su olor, su calor, su abrazo entre protector y posesivo……

Conforme pensaba en todo esto, solo me venían pensamientos de Taira y yo así, de sentirla tan cercana a mi, igual que en  esos momentos yo tenia el cariño de mi madre, si soy sincera la idea era de más cercanía… Mi mente volvía a jugar con mis fantasías las cuales iban mas allá de lo estrictamente decoroso, aun con todo era placentero, a la vez tortuoso como un dulce martirio….

No tarde en escuchar algunos pasos por el pasillo, algo  apresurados, me causó curiosidad, por adelantado ya suponía que sería mi tía, aún con todo, era intrigante esas prisas suyas tan temprano.

Con muchísimo cuidado de no despertar a mi madre, conseguí levantarme sin que ella lo notara…. En silencio salí de mi dormitorio y recorrí el pasillo, escuche susurros, por lo que me volví más cautelosa, con la sensación de que actuaba como una furtiva, llegue a un punto ciego donde la pude ver acompañada de otra mujer, esta era toda una belleza, se movía con soltura y sensualidad, la cual para mi estupor me provoco una especie de ansiedad, no podía comprender esta reacción, para mi no era propia, o mas bien algo que no había experimentado…..

Aunque ambas hablaran en susurros….. era capaz de escucharlas, se dedicaban palabras de amor, a la vez que comentaban sobre un viaje que había realizado la desconocida, de alguna manera yo lo enlace a lo que mi tía me había comentado, de que había enviado a alguien a conocer el lugar y buscando un lugar que alquilar, como los posibles empleos…..

Mi curiosidad aumento, mas aun la situación que evolucionaba ante mis ojos, la escena estaba pasando de sensual a erótica, estaba claro que ninguna tenía espera, ni temor a ser pilladas tan íntimamente, mi mente me insistía que las dejara gozar de su intimidad….. yo por el contrario no era capaz de moverme, solo de mirar como hipnotizada, sintiendo como mi cuerpo reaccionaba y mi imaginación jugaba con mis deseos y fantasías, la necesidad era cada vez mayor el impulso incoherente de entrar…… no me podía creer lo que era capaz de razonar, tenía que alejarme….

Por mas que intentaba girarme y dejar atrás esas escenas, esos besos, esas caricias por el cuerpo de mi tía, que me provocaban hambre por sentirlas por realizarlas, mi cuerpo temblaba, mi respiración estaba fuera de si, solo pensaba en Tiara, en tenerla de esa manera entre mis brazos, en prodigarle esas caricias, sentir sus gemidos como los que yo escuchaba y provocaba que me estremeciera de un deseo mayor…..

Alguien me abrazo por detrás, yo quise tensarme y note un ligero susurro, indicándome silencio y calma, gire la cabeza era mi madre, sonreía con calma, yo me sentía arder y sin poder evitarlo cerré los ojos al escuchar otro gemido de placer de las dos mujeres que se prodigaban amor delante de mi……

Despacio mi madre me fue alejando de ellas, poco a poco, los sonidos se fueron atenuando, mi mente por si sola ya tenia su propio trabajo, sentía vergüenza por ser encontrada así por ella, como el no poder controlarme…..

En vez al dormitorio, fuimos a parar al yacussi,  me sentó en un banco, me miro unos segundos y se alejo de mí, escuche como hacia correr el agua, como un sonido burbujeante llenaba la estancia, no tardo en estar a mi lado de nuevo con un albornoz, el bochorno era mayor todavía, pues mis fantasías se tornaban mas voraces y eróticas, habían cambia de escenario y aumentado su sensualidad, en el la bañera que tenía ante mí, solo podía ver a ella sobre mí en sus aguas….

Mi madre me miro, a los ojos mi mirada era perdida, hasta yo lo sabía, temblaba, ardía y no podía hacer nada con ella ahí a mi lado, tenía ganas de correr y lo peor era que no sabía ni hacía donde….

-         Serena, tienes que entrar en el agua, si sigues así vas a ir a un estado de frustración que no creo que te agrade, y menos si no tienes cerca a la causa de tu deseo, por favor te tienes que quitar el pijama….

La miro sin comprender, intento hacerle caso pero me siento muy torpe, era como no saber desvestirme, mi madre se hace cargo de la situación, mientras yo soy cada vez más consciente de mi propio cuerpo, de la necesidad que este siente y donde lo siente, de esa especie de dolor interno, que ni es realmente molesto sino una mezcla de incomodidad y placer, como si esperara a ser aliviado, tenia una idea clara de todo lo que quería como a la vez, una sensación de desazón por no saber como parar o aliviar cuanto mi cuerpo experimentaba y me pedía…..

Una vez sin ropa soy guiada hasta el borde, allí me quedo mirando las aguas, sin atreverme a entrar…. Mi cuerpo empieza agitarse ligeramente, no comprendo pero es como si fuera algo que no puedo entender y a la vez esperara con toda mi alma, mi madre me abraza y termina de meterme en el agua, donde siento todo un chorro de agua calida golpearme en el cuerpo, me estremezco, siento mas placer aún, contengo con todas mis fuerzas el impulso de gemir, dios no me puedo creer que este experimentando algo así….. Estirando de mí al interior del agua donde noto más chorros que provocan distintas placeres en mi piel, mi madre consigue que me sumerja, de alguna manera ya no se donde estoy, solo puedo cerrar los ojos como esperando lo inevitable, como si fuera algo que esta ahí esperando ser liberado, me tenso por instantes, conteniéndome pues quiero gemir y a la vez que esto no ocurra con ella a mi lado, pero parece que no esta segura de irse y por alguna razón hasta eso deja de importarme, solo todo ese deseo y placer es lo único que existe….

El calor y los temblores aumentan hasta que toda contención son superadas y me dejo llevar ya sin pudor….. Gimo con toda mi alma, aprieto los ojos sin ser capaz de saber si esto llegara mas, viendo en mi mente a Taira, su beso, su reacción y todo lo que desee de ella mas todo lo que en esos momentos mi mente desbocada daba rienda, me agarro a algo con desesperación, pues me siento como si ya no fuera yo, me siento libre, me siento……… Bien muy bien, como si fuera completamente feliz, no estoy segura de por que pero sonrío, me siento completa, como si hubiera tenido mucha hambre y hubiera sido satisfecha con un banquete….

Al cabo de unos minutos, vuelvo abrir los ojos, despacio sin saber muy bien donde estoy, noto que tengo algo cogido con mi mano, echo la mirada a ese algo, pues se ya donde estoy, es un brazo, alzo los ojos y es mi madre la que esta con albornoz y todo en el agua a mi lado, tiene los ojos cerrados, y echada la cabeza hacia atrás…..

Dios creo que ya se que me ha pasado…… la miro incrédula, esa calma impasible suya, retiro mi mano y me tapo la cara, me siento arder y esta vez de vergüenza, no me puedo creer que haya tenido por si solo un orgasmo y lo que es más teniéndola a ella a mi lado, dios es mas que vergonzoso, no tengo ni idea de que decir u hacer.

Escucho un carraspeo de ella, se que dada la situación y el hecho de que no puedo salir de nuevo para encontrarme a las dos amantes otra vez, no tengo otra que mirar a mi madre a la cara y pasar el peor momento de mi vida….

Así que sacándole valor, retiro mi mano y me giro hacia ella, esta aún con los ojos cerrados sonríe, de un modo pícaro….

-         No se si sentirme incomoda o agradecida, pues no estaba segura de si sabias lo que era el deseo o como reaccionar ante este, lo que es más creo que prefiero que haya ocurrido aquí que en casa, donde casi todo se sabe, lo que no me esperaba era tal despliegue de sensualidad….. Sin contar una reacción tan desinhibida como la que has experimentado, no había visto algo así en muchos años, la verdad, quería dejarte a solas pero me quede paralizada, recordando a otra persona en tu lugar, lo siento, quería darte intimidad……

-         Dios…… eso quería hacer yo con la tía cuando las vi, pero no fui capaz de hacer nada por mi misma, lo peor es que no podía contener todo lo que sentía, dios, no me creo que este diciendo esto aquí ahora, tras todo……

-         Jajajajaja, da gracias que soy yo y no otra persona, pues he comprendido lo que te pasaba, dios mío, me paso lo mismo la primera vez que pille a una sirvienta con la primera mujer con la que estuve, me sentí tan atraída que la devoraba y sentía ansia de experimentar y hacer cuanto veía…..

-         Mama…. Por favor, no, no me cuentes que me muero de vergüenza, por favor, si es lo que me ha pasado, solo que luego veía en todo a…ella….

Mi madre abre los ojos y me mira con la mirada brillante, no sonríe como antes, tampoco esta molesta, solo me mira, me toma la mano y me da un apretón cariñoso, en su lengua tranquila o ya llegara…..

Finalmente saco fuerzas para incorporarme, me noto genial pero a la vez como derrotada,  diría que estuve fuera de mi y volví, pues mi cuerpo no esta seguro de nada, mi madre me mira, parece que se me nota mi desconcierto, pues esta ríe con ganas, yo la miro sin saber ni que decir, ella me guiña un ojo y sonríe con más picardía.

Con algo de torpeza vuelo a levantarme dejando que el agua se deslice por mi cuerpo, mientras miro que ponerme, no quiero mojar el pijama, mi madre hace lo mismo, y se escucha como chorrea agua, es cierto todavía lleva el albornoz, se lo abre y deja caer con un fuerte chapoteo al agua, me la miro sin saber bien por que, es mi madre y le que percibo es que puedo decir que para dos hijos y la edad, se puede considerar que se mantiene muy bien y no hay nada que de otras puedan envidiar……

Sin prisas salimos, a hurtadillas llegamos al dormitorio, desde donde todavía oímos la escena que se desarrolla en el sofá,  me temo que no seré capaz de ver ese mueble sin pensar en lo que ocurre en el en estos momentos, creo que no me lo llevare cuando llegue la hora de trasladar los muebles.

Una vez vestida, recojo todo y lo meto en mi maleta, lista para marcharnos mas tarde, si no se da el caso de cualquier otra cosa que este pendiente, mi madre me espera al lado de la puerta escucha con atención como esperando algo….. Sonríe y me mira con una mirada muy brillante, me hace un gesto con la cabeza de que la siga y sale afuera con toda la confianza, la sigo, ya no hay ruidos, es todo silencio, ella camina en completo silencio y para en el mismo lugar donde ella me encontró, enrojezco violentamente, sin poder evitar recordar lo que miraba y donde o como me saco ella de ahí….

Con toda tranquilidad cruza la sala, yo que estoy detrás me quedo  parada, ambas mujeres yacen desnudas en la alfombra, una recostada en la otra, dormidas con un aspecto lánguido….

Mi madre que me mira sonriendo como si fuera lo más normal del mundo, me hace otro gesto para que la siga sin despertarlas, bueno no queda otra que tomar suerte y seguirla sin ser descubierta, echo andar hasta ella y ella sigue hasta la calle, una vez ahí me mira y echa a reír, supongo que se ha contenido todo el rato.

-         Cariño, con todo en la vida, yo ya no me sorprendo de nada, y menos de ver a mi hermana siendo feliz por una vez, lo que me es más divertido es verte a ti reaccionar con pudor y deseo a la vez….

-         Mama, me temo que no me acostumbrare ni en siglos a hablar de este tema, y menos contigo.

La miro de reojo, a lo que ella se ríe por lo bajo, parece que hoy solo digo chistes o le doy sorpresas.

Pasamos la mañana, en el hospital otra vez, pues mi made se moría por tener al pequeñín en sus brazos, decidimos no volver hasta la tarde al apartamento, así que pasamos el día por ahí charlando, ella me contó montón de historias de su juventud, hasta que se casó, de relaciones y situaciones que a otras hubiera incomodado pero a ella no le preocupaba compartirlas conmigo, a lo que yo no sabría si decir lo mismo.

Por la tarde me contó mientras volvíamos el como había ejercido a escondidas de doctora, incluso cómo atendía a mas de una mujer en su situación que no se atrevía a salir a la luz cara a nadie, que se mantenían a la sombra de su familia por el rechazo o la falta de valor de hacer una vida independiente.

TIARA

El camino se me hizo tortuoso, era inevitable pensar en lo que había ocurrido, en lo débil que había sido en los  brazos de esa mujer, y conceder que anhelaba tener a alguien y ser tomada con el mimo de antaño, compartir ese contacto que tanto echaba en falta, pero si algo quedo claro, es que nadie podría ser mas que Serena, que ya me sentía ligada a ella, que solo ella era la indicada para compartir lo que sentía, lo que deseaba y todo cuanto mi persona anhelaba y deseaba…… ya no era el recuerdo ni la falta del pasado, ahora era distinto, era la necesidad de tenerla, de amarla de verla sonreír en mis brazos…..

Tanto pensar en lo que no debía provoco que me distrajera, metiera la  rueda delantera en un socavón y mi cuerpo se precipitara por la inercia hacia delante, salí despedida por encima del volante de la moto, no me dio ni tiempo a pensar en lo que me había ocurrido, solo me sentí flotar y tras esto un golpe tremendo, sentí todo mi cuerpo resentirse, la moto volcó y con el motor aún en marcha esta giraba como las agujas de un reloj, el golpe había sido tan inesperado y potente, que me era difícil respirar, solo el intentarlo, por poco que fuera, era un suplico, el dolor me arrancaba gemidos, sentía miedo al pensar que no podía moverme, a dejar de respirar, a morir ahí sola sin poder pedir ayuda….. en pensar en como mi abuela perdió a mis padres y ahora me podía perder a mi del mismo modo……

Dios, ¿desde cuando yo pensaba en darlo todo por perdido?, esta no era yo, por mucho fui una sumisa, ahora no podía permitir que mis pensamientos me controlaran, que mis emociones fueran presas del pánico, tenía que ser capaz de moverme y levantarme, no quedarme ahí tirada, como un muñeco de trapo, no pienso quedarme esperando a morir si decir la ultima palabra.

Empecé a mover los músculos de mi cuerpo entumecido, este temblaba, me dolía pero no era nada en comparación a mi pecho, el cual provocaba un dolor cada vez mayor con cada movimiento, no que daba mucho para mi casa, tenía que coger la moto, la cual ya dejaba de rodar, y llegar a casa y pedir ayuda, no podía ir a casa, la asustaría más, y estaba sola, si le daba un ataque ambas estaríamos indefensas ante las circunstancias…..

Cojeando llegue hasta el aparato, apoyándome en él lo alcé del suelo, todo me dio vueltas solo con el esfuerzo, bueno al menos no perdía la conciencia, subí a esté y retrocediendo por donde llegué, seguí despacio hasta el punto de partida, la taberna, esta continuaba abierta, podrían darme ayuda.

Casi sin saber lo que hacía dejé la moto, caminé con dificultad sin saber si caería en el intento, llegué a la puerta, deje caer mi peso en esta para darle empujé, apenas conseguí que esta cediera, la luz del lugar me dio en la cara, mis sentidos entraron como en shock, ignoraba donde estaba o que hacia o si veía algo mas que luz…..

Mi cuerpo se dejó de sostenerse en ese momento, precipitándose de nuevo al suelo, entre una especie de sonidos estridentes.

Ignoro cuánto fue el tiempo que mi mente dejo de funcionar, solo podía escuchar algo así al vacío, entre momentos de voces para mi casi un susurro, del que no comprendía nada, mi cuerpo era como un peso muerto, la necesidad de levantar los brazos y pedir ayuda era muy fuerte, sin embargo no estaba segura ni de si este me respondía….

En algún momento todo dejó de ser luz en mi mente, para pasar a ser oscuridad, dejé de ser consciente de todo, al menos del dolor que me comprimía, de mis propios pensamientos, incluso de cualquier cosa, era como si ya no existiera, tras esto ni siquiera apenas recordaba este pensamiento.

Un fuerte dolor me arrancó de la dulce paz de la nada, algo me pesaba en el pecho y me provocaba un dolor tan fuerte, que solo quería gritar, no se en que momento fui consciente de que en sí, si que estaba gritando como una desesperada, incluso intentaba pelear contra algo o alguien…..

Lloraba, mientras unas voces decía que me sujetaran, no tardé en notar como varias manos me agarraban y me inmovilizaban, impotente gritaba más, sentía mucho calor, luego mucho frío, mi rostro estaba húmedo, no sé, si de sudor o de que estuviera llorando.

Una voz profunda y severa, me decía que me detuviera, que tenía que arreglar los daños, antes de que estos no tuvieran caso y provocaran otros mayores…..

Desconcertada por esa voz, por tanto dolor, mas miedo tenía, solo había una voz familiar entre otras que a que o allá me eran conocidas, mi abuela, sí, mi abuela estaba conmigo, su voz era trémula, mi miedo aumentó en la desesperación de que ella estuviera así, de que me estuviera muriendo ante sus ojos, deseaba desembarazarme de todos, ignoro que lo impulsó, pero por alguna razón empecé a luchar como una loca, ese alguien que sobre mi estaba, me provocaba alguna repulsión y una gran necesidad de alejarme de su persona.

La gente gritó por la sorpresa, de verme como enloquecida, luchando contra quién fuera que tuviera encima, alejándome mientras tiraba de cuantos me sujetaban, intentando ver a mí alrededor entre lágrimas y borrosidad.

Alguien me abrazo por detrás y con mucha suavidad, me decía, “déjale hacer, todo pasará y estarás bien, tranquila estamos contigo, no va a sucederte nada malo….”

Esa voz…. Fue como un bálsamo para toda mi rabia, mi miedo, la desesperación por huir de todo quedo como adormecida, como sin sentido ya, solo estaba esa voz, que con tanto cariño yo la recordaba…… nuevas lágrimas comencé a derramar y solo una palabra fui capaz de pronunciar, mientras gemía de dolor, “Estela”, jamás pensé volverla escucharla, era imposible.

SERENA

Al volver al apartamento, mi tía nos espera relajada en el yacusi, yo me sonrojo solo de recordar lo anteriormente visto antes de salir  ella me mira y levanta una ceja, no tarda en mostrar su sonrisa picara, mientras mi madre vuelve a reírse a gusto de mi y de mi tía…..

-         Meteros, me encantaría conversar con ambas, y daros noticias…..

-         Bueno, pero me gustaría que me presentaras a tu pareja hermana, ya va siendo hora de que nos conozcamos algo mas que de lejos y bueno escondidas…..

Mi madre dice esto último mirándome de reojo mientras yo esquivo dándome por aludida de tal comentario y me voy quitando la ropa y buscando una toalla con la que meterme y otra recogerme el cabello.

-                    Bueno no os escuché salir, al menos que salieseis del apartamento mientras me encontraba algo ocupada con mi pareja, que llego muy temprano y me puso al día de algunas cosas y bueno de paso nosotras también aprovechamos para ponernos al día……

Esto último lo dice con un tono de picardía  mirándonos a ambas mi madre ni se inmuto, yo no puedo decir lo mismo, aunque intento actuar como si realmente no supiera nada, así que tras mi madre me meto con ellas en las aguas, intentando relajarme, un poco difícil cuando sigo pensando en Taira y como seria estar con ella así, desde luego esas escenas me tienen perturbada….

Mi madre me da un pellizco apenas me acomodo a su lado, levanto mi mirada distraída  en esos momentos y me doy cuenta que ambas me miran, seguro que me han preguntado algo y no tengo ni idea de que se trata, a ver y lo peor de que tema tratará…..

-         cariño deja de estar tan en la luna que como dije tengo noticias excelentes en más de un sentido….  Bueno chicas, veréis ya hemos encontrado un lugar donde alojarme y tu trasladarte, también mi chica ha conocido a la tuya Serena y debo de decirte que mi amor quedo muy impresionada por la tuya, también que es digna, ya que rechazo el intento de ser seducida por mi compañera……

-         ¿cómo?, me estas diciendo que tu chica intento levantarme a la mia como un juego y que me tengo que tomar esto como una broma, de eso nada, no tenías derecho a actuar así, entrometiéndote en mi vida privada, así como que la actitud de tu chica deja mucho que desear, si hubiera tenido oportunidad dudo que se hubiera contenido, seguro que habría sacado provecho.

-         Cálmate sobrina, supe de sus intenciones y me divirtió la posibilidad de ver el resultado, ante todo de ver por quien te ibas a arriesgar y por quien te ibas a enfrentar a tu padre al igual que tu madre.

-         Natalie, dudo mucho que yo te hubiera dado mi consentimiento para tal travesura, se que te gusta probar y disfrutas ver cuan débiles son algunas, pero en verdad en este caso no hacia falta alguna, yo ya estaba al tanto de las circunstancias y carácter de la muchacha como de sus valores, la conozco así como a su familiar mas cercano, dudo mucho que todo esto te hubiera impedido llegar hacerlo, aun así me hubiera gustado que confiarás un poco más en mi palabra, como en mi criterio, es más que tuvieras más en consideración el daño que pudieras causar tanto tu como tu pareja.

-         Perdonadme, se que ambas tenéis razones para confiar en ella, pero yo no, es mas aun está por ver que haría ella por ti Serena, si daría la cara y si te ama como para querer estar a tu lado y cuidar de ti como tu futura pareja.

-         Pero bueno tía, bien sabes que la cosa no llego tan lejos, además no puedes poner a un carro de tiro unos cohetes, si tu vas así de ligera en tu vida yo para nada, me gustaría primero que ella confíe un poco más en mí. Y así solo vas a conseguir lo contrario….

Tras estas palabras, me levanto y sin dedicar mirada alguna salgo del agua, estoy ardiendo y de furia, y sé que si me cruzo a la otra…. Vamos no creo que me contenga, me siento capaz de cruzarle la cara y quedarme tan a gusto, no concibo la idea de que jueguen así con alguien o la usen solo para probar algo, y menos inmiscuirse en algo tan intimo como la relación de otra persona, y mas teniendo en cuenta que soy la sobrina de su chica eso en mi opinión dice mas que suficiente.

Salgo con mi ropa en mano sin cambiar y me dirijo a mi dormitorio….. Allí me visto con idea de salir yo sola, pero por alguna razón que desconozco no tengo ánimo, así que me tumbo en la cama y tomando mi aparato de música lo enciendo, dejándome llevar por el ritmo de la música que transmiten en la radio.

Desconozco  el tiempo que va pasando, solo que la música es como un bálsamo que me hace compañía, me calma y me da un confortamiento que en esos momentos me hace gran falta, ya que me siento capaz de hacer alguna tontería…. Y bueno no es el momento para eso, sino de prepararme para lo que quiero.

Mi madre finalmente entra el dormitorio, me mira con aspecto cansado, como si hubiera estado en una batalla de voluntades….

Así que hay problemas en el paraíso y se acabó el feliz reencuentro, supongo que no es fácil dejar de actuar como se ha hecho durante una vida entera, controlando y probando la lealtad de cuantos te rodean, para que no se  repitan los errores del pasado.

Todo esto pasaba por mi mente mientras observaba a mi madre,  la cual se dejaba caer en la butaca cercana al armario, seguía sin mirarme directamente, con la mirada perdida y en silencio, como sopesando nuevas variantes de un grafico de posibilidades,  ahora se encontraba en su estado analítico y de estratega,  yo la veía así cuando tenía que solucionar algún problema e inconveniente…..

Por experiencia ya sabía que en esos momentos era mejor dejarla y no molestarla, evitando desconcentrarla de sus cavilaciones me dedique a ignorar que estaba ahí sentada.

Si mi tía comprendiera que no puedo actuar hacía nosotras cómo si no valiésemos  nada, o al menos igual que cualquiera, quizás comprendiera de cómo  nos ha ofendido y humillado, que use a quien amamos como si fueran meros juguetes,  dado que si no ha perdido el tiempo en actuar así con Taira, es muy  posible que actuara  de igual modo con la pareja de mi madre.

Es más que posible que ella esté calibrando todo, hasta dónde puede haberse inmiscuido en su relación secreta.

Cierro los ojos, cansada de pensar, dispuesta a descansar unas horas,  es entonces cuando mi madre suspira hondamente, eso si me ha llamado la atención, me siento de nuevo mirándola, esperando la razón de su preocupación, siempre que sentía ése sonido con su efecto en ella, guardando silencio, toda mi persona temblaba de temor, pues siempre resultaba que algo grave sucedía, y que pese a todo pronostico,  o nos afectaba, o estaba fuera de nuestro alcance, impidiéndonos involucrarnos y ayudar, no era la primera vez, claro…..

Por fin alza la vista y me mira directamente, su mirada esta cargada de compasión, no me gusta lo que veo y percibo en ella, a cada instante me siento tensar más, deseo preguntarle pero algo me retiene, siento tal miedo sin saber por qué, que me paraliza, ella lo percibe se levanta y se acerca a mí, noto en cada gesto, cada sentimiento y pensamiento o lo que a estos lo definen  sus sentimientos, no me gusta nada, es malo muy malo lo que sabe, o lo que piensa.

Me toma de los hombros y me mira directamente con resolución, pienso que le ha ocurrido algo a papa, pero algo dentro de mí me dice que no, que es algo a lo que temo mucho más, ella empieza a contarme sobre un accidente, que padre atendió y que la paciente se encuentra fuera de peligro, aunque en un principio si hubiera llegado mas tarde o ella no hubiera llegado al local donde la atendió, quizás no hubiera tenido tanta suerte, me dice que tenemos que volver, que es necesario darnos tanta prisa como nos sea posible, yo sigo sin comprender bien tanta seriedad y ese aire de dramatismo, no consigo pensar con claridad sigo teniendo miedo incluso más que antes.

Veo como ella lo recoge todo y lo saca del dormitorio, mi tía y su pareja nos esperan en el salón también listas…. Es como si todo esto ya lo hubiera vivido, siento una gran angustia algo dentro de mí me dice que estoy perdiendo lo más valioso de mi vida, no se que decir o pensar, no comprendo solo siento ganas de llorar y gritar el nombre de Taira, pero mi madre no  me ha dicho nada de ella, aun así es como si algo me dijera, me indicara que todo lo que me ha contado se refiere a ella….

Las sigo sin ser capaz de pronunciar palabra, tampoco soy capaz de pensar en nada, todas están serias, y la chica de mi tía cabizbaja,  la verdad ni me importa ya, quiero saber si en verdad es ella la que esta mal, mi madre me mira de reojo, sigue en su silencio, no me dice si es ella, yo solo digo mama, esperando que ésta conteste a mi pregunta muda, la que no tiene fuerzas para salir de mis labios, para revelar mi mayor temor y agonía.

Durante el trayecto al vehículo me empujan me dirigen, es ilógico pero no soy capaz de saber hacia donde ir, y a la vez deseo correr y correr para llegar hasta ella, para mirarla y reconfortarla, para no dejar que el destino se la lleve al lado de mi hermano….

Las seguí de un lado a otro, sin poder pensar ya en nada que no fuera Tiara, el el miedo que me oprimía cada pensamiento, del temor por perderla, su rostro era lo único que era capaz de ver, su sonrisa, su beso, lo que sentí  al estar en sus brazos y cada vez me sentía más perdida, la la idea de que la perdía todo y sin ella no tenía nada.

Era absurdo sentir tanto, ser tan consciente de cuanto significa para mi ella tan pronto, y con todo era innegable que para mi era ella y solo ella, la persona que siempre ocupaba mis pensamientos y quien mi corazón guardaba, sabía que tenía que sacar fuerzas, dar lo mejor de mi por ella, llegar a su lado y asegurarme que nada impidiera su recuperación…. Por que desde luego me niego a que llegue a perderla tan pronto, no cuando la acabo de encontrar, se acabó el juego de las dudas, ya sean mías o suyas, no la voy a dejar sola, me va a ver tanto si tiene ganas como si los remordimientos la acosan.

Como si algo fuera cambiando una determinación va tomando forma en mi persona, he tomado una decisión, voy a estar a su lado y voy a cuidar de ella, pienso estar ahí hasta que no huya de mí, que me vea como soy y no como lo que ella se niega, esa es la sensación que me quedó y que no voy a aceptar, se que me siente de un modo parecido a como yo a ella y solo eso me basta.

Mi madre me observa, y la miro de frente, no queda mucho para llegar a nuestra casa, en esos momentos la situación en ella me importa bien poco, solo me puedo centrar en Tiara, esa casa va a ser mi pasado y ella sera mi futuro, el como, no lo sé, pero que estoy segura de todo sí.

Apenas llegamos dejamos todo en nuestros dormitorios, mi madre apenas muestra ya un saludo a mi padre, ella esta guardando silencio, primero quiere ver como tomarlo todo, pero asentando los pasos, está analizando otra vez, mi padre me saluda y yo como no le doy dos besos, pero admito que mi mente no está en lo que hago, y no siento interés por abordar tema alguno con él, sólo quiero salir de ahí y llegar a su casa, el me comenta por que no estuvimos en el domicilio familiar, a la que todas le damos evasivas, su ceño se muestra cada vez mas molestia, decido ignorarle, al fin y al cabo el hizo igual para consultar por si quería pretendiente o al menos casarme, así que pienso que no le debo explicaciones.

Mi madre ha sacado el coche, tomado las maletas de mi tía, entre ellas noto que hay una o dos mías de las nuevas, así que la miro y asiento, está claro, todo va a ir mas rápido de lo pensado y ella no va a dar ocasión a que se alargue todo….

Subo a su lado, mi tía ya esta detrás con su pareja, y mi padre nos mira como buscando una respuesta a todo esto, ni siquiera abrimos la boca a sus preguntas, en esos momentos queremos arreglar todo antes de que oscurezca….

Según tengo entendido todo ocurrió la pasada noche, y ya es entrada la tarde, así que pronto oscurecerá….

Salimos con prisa y mi madre apenas cruza una mirada con mi padre, este tiene un semblante furibundo, parece que vaya a reventar de la rabia contenida, esta noche no va a ser algo fácil de llevar y menos de enfrentar, pero era algo que estaba por venir, antes o después, así que primero quiero verla y luego dejar en claro algunos puntos de vista.

Apenas dejamos atas el terreno de nuestra casa, mi madre toma velocidad y se dirige sin falta a su casa, a mi los nervios me comen por momentos, cada vez siento mas temor a llegar tarde, a la vez mas determinación a no dejarme amilanar por lo que me encuentre, si tengo que luchar por ella ahora es el momento, así que solo puedo decirme fuera dudas, fuera miedos, fuera inseguridades y mantenerme firme.

Apenas mi madre detiene el vehículo enfrente de la puerta esta se abre y Diana con un aspecto demacrado sale a recibirnos, mi madre sin perder el tiempo la abraza e intercambian algunas palabras, y tomando un maletín oculto bajo el asiento, sale con premura al interior, nosotras salimos igualmente y casi sin aliento me acerco a su abuela, la cual se me echa a los brazos, mi alma se cae a los suelos cuando rompe en sollozos y temblores, la tomo con mas ternura y la sostengo en mi pecho, dándole consuelo, y sintiéndome morir pensando lo peor….

      TIARA

Ya incapaz de pensar coherentemente, el silencio empieza a ser tenso aunque para mi se convertía en paz y descanso, la oscuridad alejaba de mi esas voces, en especial ese dolor y por desgracia esa voz que en el fondo de mi alma me acunaba, con solo su recuerdo sentía felicidad, dolor, paz, cariño, si cariño, ya no era lo mismo que entonces, ese amor apasionado que compartí a su lado, quedó en aquel entonces, de alguna manera pasado era pasado al fin, y mi presente ya no estaba a su lado, a su recuerdo, sino al lado de esa persona que había vuelto a conquistar mi corazón con la alegría del amor y su sonrisa dulce.

Mi mente vaga en el olvido, en otros momentos vuelve la cordura y el dolor, pero dura poco, algo me dice que me mantienen en ese estado, no me importa, consigo escuchar a mi abuela y un gran dolor me atraviesa, ella llora, sufre por mí….

Siento una gran rabia e impotencia, deseo consolarla  y no verla sufrir mas por mi, y me veo postrada, sedada e incapacitada físicamente, ignorando si es grave, si será temporal o permanente…..

Dios que no sea permanente, ruego a cada momento mientras me sedan de nuevo, si fuera así…. Antes muerta que ser un carga de por vida, y menos que ella me vea en tales condiciones…..

Cada vez que mi conciencia resurge del estado de sedación, escucho a mi abuela llorar, otras suspirar en ocasiones alguien hablar en susurros, dios que todo esto acabé, quiero salir de este sueño, quiero poder mirar a mi abuela y decirle que se tranquilice que estaré bien….

Esto es como una pesadilla que cada vez se hace mayor, que ella no venga es lo único que pienso, que no me tenga lástima, que no sea grave, que me despierten y sepa como estoy, estoy se me hace insoportable, siempre igual…. Y luego vuelvo a caer en el sueño del somnífero.

Una y otra vez se suceden estos episodios, en otros escucho a mi gran amor perdido, luego la ternura de mi abuela, y siento desde las dos ultimas veces que casi despierto a alguien más…. No sabría decir, pero creo que es ella, quien viene y está a mi lado, es como si pudiera notarla…… para luego estar mas confusa y escuchar el cariño y ternura de Estela, luego me siento arder como si me quemaran en la hoguera por amarla en el pasado, y ella morir en las frías aguas, que ironía, morir en polos opuestos…. Al menos el sufrimiento que siento me dice que sigo viva o estoy padeciendo en el purgatorio tras su perdida, tras mi traición a su memoria, tras dejar atrás cuanto sentimos para aceptar a una persona que ocupa cuanto ella tuvo en el pasado.

Luego siento un frío que me entumece me hace perder las lagrimas que no quiero que descubran en mi rostro, me mata por dentro, recorriéndome con sus filos helados y empiezo a comprender como el destino me da el mismo final que a ella, en la fría soledad de la noche, pero no es igual, mi familia será testigo y no, puedo hacer nada, no quiero que sufran cada instante que pasa mientras caigo a ese vacío de oscuridad….

Ignoro en que momento empiezo a dejar atrás cada dolor, cada pensamiento lúgubre, su presencia, su recuerdo, el último suspiro en su compañía, mi último deseo…. La nada me lleva, sólo pienso en el alivio de descansar de tanta agonía y dureza, cada sonido que me rodea queda ahogado por un vacío, que aun cuando me siento mejor me inquieta y en el fondo me asusta, me aleja de cuanto conozco, de quien quiero y no lo puedo negar pese a todo, no quiero alejarme de su vida, no quiero desaparecer y dejar tan amargo recuerdo como el que me quedo a mi…..

Siento ganas de gritar, de retorcerme, de resistirme a cuanto me impongan por mi bien, quiero ver cuanto me rodea, mi existencia, es como si enloqueciera ante tantas dudas, pero en verdad no puedo más…. Seguir así es una tortura mayor  que el mismo dolor, ya que se me hace mayor en mis temores constantes.

De alguna manera noto  que la luz exterior empieza a dañarme la vista, “si…”, pienso que al fin lo voy a conseguir, que voy a dejar atrás las penumbras de mis sueños, o más bien mis pesadillas, ahora me queda enfrentar la realidad y que ésta sea peor que mis sueños, es mi peor temor.
Alguien me coge de la mano, su calidez me reconforta, siento que la habitación sostiene un ambiente recargado, y no puedo evitar pensar que podrían airear el dormitorio, si, mi dormitorio… no estoy en un hospital, por alguna razón no he llegado a ser llevada e ingresada, en parte lo prefiero, no quiero recordar ciertos días o mas bien el dolor que mantuvo mi abuela de tantos días, en el pasado, me moriría de disgusto de verla pasar por ahí otra vez.

No consigo distinguir absolutamente nada, pero siento que estoy en mi cama, en mi cuarto, en mi hogar…. Con paciencia consigo despejar la borrosidad de mi vista, con mucha dificultad desciendo la mirada con un gesto de mi cabeza y puedo ver a mi abuela dormida a los pies de mi cama, sentada en una silla, a su lado a ella…. Y si, es ella quien toma con ternura mi mano, mientras duerme al igual que mi abuela, en una mecedora puedo distinguir a otra mujer, que por su parecido diría que es su madre, la luz que antes me deslumbraba no era mas que el amanecer, observo todo, y no puedo negar la sorpresa al ver mi dormitorio convertido en una enfermería, el olor es realmente molesto, ya que huele a desinfectantes, pero no me puedo quejar, estoy aquí con ellas, intento tragar saliva, pero la garganta esta muy reseca, y me carraspea con quemazón.

Como sino fuera poco un fuerte dolor me recorre la espalda, y me provoca un fuerte dolor en la cabeza, como si esta se colapsara ante la agonía que mi cuerpo, intento no dar señales de que estoy despierta, pero me es imposible reprimir un gemido, y noto algo calido en mis ojos y mejillas, parece que estoy llorando involuntariamente, aun así con la esperanza de que nadie me haya escuchado, procuro no moverme, abro los ojos, para volver a mirar a mi alrededor, y tengo a alguien mirándome cara a cara, al principio por la sorpresa no supe quien, pero no tardo en recuperar mis pensamientos, es la madre de ella, me hace un gesto de asentimiento, silencioso, yo se lo devuelvo conteniendo cualquier reacción de dolor, y ella con cuidado empieza a revisar mi estado, como una medica, haciendo su oficio.

No llego a poder saber mucho mas, ya que me encuentro tan débil que me es imposible mantenerme durante más tiempo  consciente, vuelvo a caer en un sueño, esta vez un sueño reparador y no infundado por un sedante, por alguna razón me hace sentir mas tranquila y me dejo caer en paz en ese sueño.

Lo último que percibo antes de dejarme llevar, es una caricia en el rostro, tierna y con un toque dulce, la cual me emociona, ya que un gran sentimiento me nace desde lo más profundo, me desborda y sin saber por que me siento feliz, bien acompañada y segura.

En los sueños todo deja de ser un caos, no siento esa rabia, esa desesperación que me asfixiaba en el terror, es como si todo mi mundo hubiera cambiado….

En algún momento vuelvo a recuperar el sentido, estoy más descansada y pudo mirar todo con mas calma y menos ensoñación, mi abuela esta a mi lado tomando mi mano, me mira fijamente como no creyéndose que hubiera abierto los ojos y la estuviera observando, intento sonreír para que no se preocupe más, pero grave error, ella comienza a soltar lágrimas en silencio y me muero…. Me muero de dolor de verla padecer así, quiero moverme pero no tengo fuerzas para tanto, en eso llega la mujer de antes, y la abraza dándole ánimos, consolándola calmando su tristeza, y me siento mejor de verla ahí a su lado, de que no esté sola, no se cómo, algo me dice que está en buenas manos, y que me tengo que tranquilizar, la mujer me mira directamente, sobre protectora con mi abuela, se me hace notable ese lazo protector sobre ella, como retándome a hacer algo fuera de lugar y disgustarla, con toda la autoridad para reprenderme…..

Ella no está en esta ocasión, por un lado no quiero que me vea postrada, por otro me encandila la idea de poder ver sus ojos, su mirada dulce, poder aspirar su aroma cuando esta cerca de mí….. Pero esto no debe ser, es egoísta querer tenerla a mi lado, querer tenerla cerca en estos momentos era como torturarla por un capricho desesperado de no alejarme de ella…..


SERENA

Con mi corazón en un puño, guié a la mujer que se deshacía en lloros en mis brazos, al interior del hogar, la casa a primera vista parecía la misma pero el haber estado anteriormente me permitía ver los sutiles cambios, como el que ya no se notaba esa calidez anterior, el vacío en la sala como si ya no se usara, la cocina cuanto percibí aunque limpia no estaba todo tan recogido, la loza aún estaba por guardar y no se percibía aroma de que estuviera cocinando como si no tuviera interés en alimentarse, lo cual era evidente con solo palpar su débil figura, ya que al estar entre mis brazos no podía negar que ésta mujer no se cuidaba y se desvivía por estar con su nieta….

La llevé sin alejarla de mí hasta uno de los sofás ella intento resistirse, negué con la cabeza, estaba decidida a que se quedará sentada a mi lado con la intención de conseguir que descansara y a poder ser que se alimentara, si ella estaba mal no tomaría a bien que al recuperarse tuviera que ver a su abuela así, querría que ella no cayera enferma por su causa, poder apoyarse y gozar de una sonrisa sana que la animara a recuperarse con mas fuerza que la preocupación de verla tan débil.

Indique a mi tía con gestos que fuera a la cocina y mirara de traer algo de comer, también de beber, sus labios resecos me indicaban que estaba deshidratada, había que cuidar de ella ya que no sentía ánimos de hacerlo por si misma, y si en algo yo podía ayudar era en esto, cuidar de ella en lugar de Tiara, y así que la tuviera a su lado cuando la necesitara….

Mi tía llega enseguida con varios platos y una jarra de zumo, me lo sirve todo en la mesa camilla y me lo coloca al lado, lo primero es que beba, de eso no hay duda, sirvo un vaso y se lo acerco, ella mira el vaso y luego a mí, yo no vacilo, sigo esperando a que ella tome por si misma, luego gira el rostro hacia arriba, yo no me inmuto y veo como vuelve el rostro otra vez hacia mí con una expresión de gran temor, no me dejo influir se que si lo hago perderé la batalla contra su ansia y mi deseo de acudir a su lado, no quiero ser egoísta, no pienso pensar primero en mi, cuando me necesita mas aquí, sin contar que mi madre necesita tiempo para mirar si los diagnósticos de mi padre son correctos y asegurarse que todo es correcto, es mejor hacerlo a solas, sin presiones, pero lo que menos quiero es que esta mujer se desmaye por agotamiento y desmayo, sigo esperando y ella al final ve mi determinación intenta replicarme, pero niego con la cabeza, le digo que primero alimentarse y luego subiríamos juntas, me mira con una expresión dubitativa, al final coge el vaso con unas manos muy inseguras, le tiemblan y siento una gran tristeza, está claro que es muy difícil para ella alejarse de su nieta, de tomar aunque sea zumo cuando no siente ni ganas de tomar nada, para mi consternación noto una gran congoja en mi interior con un fuerte deseo de llorar, y sin embargo sé que no me lo puedo permitir, es como si algo me dijera que me tengo que mantener sin mostrar cuanto me duele todo, para poder ser la fuerza y el apoyo que ahora necesita Diana, parece irónico que una muchacha tan joven tenga que ser el pilar que mantenga en pie a una mujer tan mayor, pero con todo algo me dice que es mi lugar, desde luego también siento que es lo que debo hacer…

Con serenidad voy alimentando a la mujer que me mira como si fuera su salvadora a cada rato, como si de alguna manera fuera yo quien le tuviera que dar los pasos a seguir y ella no fuera mas que una niña en mis manos.

Cuando al fin consigo que se alimente mínima mente, ya que no puedo pedir mucho de momento, veo como una sopor se va apoderando de ella y a la vez como se resiste con la intención de subir de nuevo, la tomo de la mano y la arrimo de nuevo a mi, dándole consuelo y un hombro donde apoyarse y con la esperanza que se deje caer en la sopor y descanse, pasa unos minutos y empiezo a escuchar como su respiración se acompasa, alzo la mirada para ver a mi tía sentada en uno de los sillones, mirándome  con atención y una mirada bien parecida a mi madre cuando tiene algo en la mente y no lo dice, como si hubiera descubierto algo, enseguida me asiente con la cabeza a modo de aceptación, sonriéndome y de alguna manera me da tranquilidad como si me diera mas seguridad en lo que estoy haciendo, la verdad en el fondo me sentía insegura si hacía lo que debía, noto que su pareja no se encuentra a su lado y alzo una ceja a modo de pregunta, ella mira a la cocina en silencio, y giro mi rostro despacio con precaución para no despertar a Diana, resulta que se ha puesto a cocinar a hacer una lista, a buscar, muy afanosa de aquí para allá, miro de nuevo a mi tía con algo de sorpresa y esta me sonríe muy ufana de lo que está haciendo su chica, diría que anda orgullosa de que su pareja le cocine, bueno desde luego esto es nuevo y le puedo encontrar algo de humor y distracción, con todo me vendrá bien distraer mis pensamientos, de alguna manera tendría que sacar fuerza para mantener la compostura y supongo que mantener la mente en otra cosa ayudaría aunque no sé bien por cuánto me serviría…..

Una hora mas tarde, toda la planta baja era impregnada por el aroma que desprendía la cocina, la verdad es que incluso a mi me provocaba apetito, con solo olerlo, así que no podía dejar de mirar a cada rato a la cocina como esperando a que nos llamaran a cenar, pero eso sólo lo hacía cuando dejaba de mirar la escalera, con el ansia de que mi madre bajara de una vez y así saber si podía subir y verla, no sabía bien que me encontraría pero mi único deseo era estar con ella y verla.

Parece que el cielo escuchó mis plegarías, por que apenas pensaba en cuanto más esperaríamos, cuando ella apareció por la escalera con paso cansino y la expresión muy seria, presagio que no estaba tan bien como me hicieron creer.

Se sentó, en el otro sillón al lado de mi tía, se hundió en él y cerró los ojos, yo no dejaba de mirarla, no podía hablar tenía a Diana en mi regazo dormida, poco a poco había ido acomodándose buscando mi compañía aún dormida, cuando volvió a abrirlos miró detenidamente desde dónde se encontraba a la mujer, mi tía le indico que yo le había echo comer y beber y que por mí ahora dormía en paz y descansaba, yo ando feliz por que de alguna manera también me he sentido útil y más consiguiendo que Diana no se martirizara más y descansara, esta mujer es para mí alguien especial, es más tiene algo especial.

-         Cariño te encargo en los siguientes días que te la bajes a comer periódicamente, y que tú comas con ella, que cuides de ella mientras me ocupo de Tiara, necesita mucha atención y cuidados, y no quiero ver como ella cae enferma, ésa mujer es un muro de fortaleza pero no su salud, y no la quiero ver caer. Cuando despierte, la podrás acompañar a ver a Tiara, pero no quiero que pase muchas horas sin caminar ni beber y comer, así que es tu responsabilidad.

-  Si.

Tras todo, yo tenía mi labor en la casita, mis tías como se podría decir que me estoy acostumbrando a ver a la pareja de mi tía, se ocuparon de limpiar, ir a comprar, servir comida a sus horas, incluso de ayudar a mi madre a traer lo que precisara .

Los días pasan en esta rutina, la primera vez que subí a verla, me quedé con una impresión muy grande, su rostro pálido e inflamado y magullado, su cuerpo semicubierto de vendas, por lo que me decía Diana, ella tenía que estar sedada, para que no enloqueciera por el dolor, y tenerla inmovilizada, ya que tuvieron que recolocar algunas costillas, para evitar un daño mayor, aun con todo verla así en ése estado, era superior a mis fuerzas, mientras su abuela la tomaba de la mano y se sentaba a su lado, yo fui a la ventana tragándome las lágrimas, esperando que nadie las viera, manteniéndome firme en mi decisión y deseo de estar a su lado, aunque me doliera….

TIARA

Duermo a intervalos, la verdad no quiero dormir ya que no sé cuándo despertaré, mas bien me da miedo no despertar, al menos el dolor me inspira la seguridad de que sigo en esta vida, y sigo teniendo la oportunidad de volver a intentar rehacer mi vida, pero cuando pienso en las consecuencias de ése dolor, el miedo me invade y la rabia hace constar en mi pensamiento que me he de resignar que he de renunciar a ella por su bien, ése es mi único pensamiento, y mi meta, ya cargue con la culpa de la muerte de mi primer amor, con el sufrimiento de su perdida, pero no permitiré que ella cargue conmigo, no cargaré con el peso de que se quede a mi lado por lastima, ni que ella cargue con una responsabilidad tan alta, no es un precio que  quiera verla pagar, no quiero ver día a día su dolor, no lo soportaría, siempre quise verla sonreír desde que la conocí y esto no es justo para ella, si es mi penitencia que así sea, pero no será la suya....

Cada vez que entra en el dormitorio y estoy despierta me muestro indiferente, me és difícil pues en verdad está muy bella, noto que algo en ella ha cambiado, hay una determinación distinta, una seguridad que me provoca una atracción mayor que antes, es como si deseara estar bajo la protección de ese aura que desprende y que la necesitara cada vez más....

Aunque resistirme sea la prueba que me ha deparado la vida, pienso lidiar con esa prueba  hasta que deje de serlo, no será mía, ni yo de ella, no la veré a mi lado pero tampoco la veré sufrir por mi causa ni cargara conmigo, así tiene que ser.

Cada vez me mira con mas calma, la primera vez casi no me repongo de la impresión, fue muy duro no poder gritarle que se marchara, que se alejara de mi, su madre y mi abuelas estaban presentes y la verdad no tuve valor a crear tal escena delante de ellas, aunque a veces me arrepienta de no haberlo hecho, así la mantendrían alejada de mí y yo no tendría que padecer esta lucha de autoridad y auto control, desesperación y deseo por tenerla a mi lado, acercarla a mi y poder aspirar su aroma  soñando con un futuro juntas, pero siendo sincera no son mas que vagas ilusiones, una fantasía vacua que me trae alegría y a la vez remordimientos....

Cada mañana entra en mi dormitorio en la ultima semana, abre las cortinas para dejar entrar la luz del sol, a veces puedo ver como amanece y percatarme de que temprano se levanta, su silueta se recorta como una sombra en medio de tanta luz, y no puedo negarme el placer de observar que posee un cuerpo escultural y que seria una gozada de tenerla entre mis brazos.... hay que ver lo que el anhelo llega reclamar incluso en los peores momentos, pero solo pensar que esa belleza pudo estar a mi lado y he de renunciar a ella....

Bueno a fin de cuentas nada me puede impedir regalarme la dicha de verla, aunque tenga que renunciar a amarla.... sigo observándola caminar con esa calma que quita el hipo provocando ese meneo de caderas que me provoca suspiros, dios que difícil es desearla tanto y saber que no puedo hacer nada, esto no se si tomarlo como un placer o una tortura...

Entre un pensamiento u otro de la misma índole, mi mente divaga en recuerdos a su lado, en lo bello que seria envejecer con ella, dios en como me mata con cada roce de sus manos en mi piel, cuando ayuda a su madre a cambiarme, mientras mi abuela me observa, yo intento que no se me note, incluso me atraganto algún gemido que otro cuando me mueven y me siento romper por dentro, con tal de que no haga padecer más a esta mujer que ha estado toda mi vida conmigo, le debo tanto que solo la idea de verla ahí padeciendo verme así, me hace sentir inútil e impotente ya que cada vez que la observo me muero de pena al ver como está perdiendo peso y sobretodo es como si cada vez tuviera menos vida, no se cómo pero siento que me tengo que levantar de ésta cama y pronto, antes de que la vea fallecer de tristeza, dios no me lo perdonaría en la vida, si no puedo tener a Serena al menos he de conservar la dignidad y la salud de mi abuela, he de luchar por evitar perder la para siempre por mi estado, si algo la quiero es momento de demostrarlo y no quedarme así esperando a que todo suceda sin que yo mueva un dedo, ni hablar, ya he pasado demasiado tiempo postrada por las injurias de un hombre y la tristeza para repetir, se acabó la in sumisión.

Bajo este nuevo pensamiento y determinación, me esfuerzo por tenerme incorporada, para que ellas no me sujeten, les quito la esponja y empiezo a estezar parte de mi cuerpo, dios es como si fuera un bebe incapaz de hacer fuerza para lavarme, pero no me puedo rendir, aunque me cueste, escucho un suspiro prolongado en frente de mí, miro de reojo y es mi abuela quien tengo en ese lugar, algo está cambiando en su rostro, no deja de observarme, pero lo interesante es como me mira, se percibe un brillo en sus ojos que antes había perdido, es como si recuperara la fuerza u la esperanza, sólo ese ligero gesto me da ánimo para seguir e imprimir mas esfuerza en mis intentos por asearme a mi misma, las dos ayudantes algo sorprendidas intentan arrebatarme la esponja a lo que yo las gruño, ni hablar, ahora tengo yo el control, no seré una carga si yo no quiero.

Mi abuela se acerca a la médica que aún mantiene su mano apoyada en mi espalda, si he de pensar en  que estoy sin ropas ante ellas y en especial delante de Serena, creo que no tendría valor de nada, así que no me permito pensar en ello y sigo con mi empeño, mi abuela posa una mano en el hombro de la mujer, ésta se retira, ahora es ella la que posa su mano en mi hombro con suavidad y la otra sobre mis manos, mientras yo sigo mi tarea, la miro, indicándole que me deje, ella asiente en  ocasiones como ésa me alegro de que no nos haga falta hablar para entendernos, la mujer se retira a un asiento guardando la distancia y Serena va a su lado, mi abuela me permite continuar hasta que no me quedan fuerzas y me siento exhausta y muy satisfecha de no haberlas dejado hacer...

Me recuesto de nuevo, intentando evitar que me asistan, el cuerpo me palpita y me duele pero no es igual que antes, en esta ocasión es de satisfacción si se puede llamar así a este malestar, la verdad no me importa he conseguido mi objetivo y no pienso ceder, lo pienso hacer cada día y cada vez más.





SERENA

Desde que volvió en sí la evolución ha sido mucho mas favorable y su empeño y esfuerzo nos ha dejado marcadas a todas, como una señal de que jamás deberíamos rendirnos, la verdad, cada día me siento mucho más segura de su recuperación y orgullosa de ella, no se rinde ante el dolor, no se deja llevar por la impotencia, si ha de desesperarse intenta ocultarlo, teniendo en cuenta que a ninguna nos pasa por alto ese estado….

Lo que no ha cambiado es ésa determinación suya por alejarme de ella intentando demostrar que no le importo y así decepcionarme para que la deje… se lo comenté a mi madre al dejarla sola tras la cena, según ella muchos son los que actúan así, bajo la idea de que así los harán sufrir menos, que no serán una carga en sus vidas para los que quieren, piensan que no son dignos de ser amados que no lo merecen, más bien son  dignos de lástima, aunque tampoco consientan que otros los traten como a tales, como es normal se sienten humillados y más impotentes.

La tristeza que sentía al escuchar sus explicaciones sólo me causaban más dolor, pero no era suficiente para corromper mis esperanzas ni dudar de mi decisión, todo lo contrario, afiancé más mi determinación de estar a su lado y demostrarle que nada cambiará que la amo y que eso nadie puede marchitarlo por muy dolida e impotente que ella se sienta, mi razón para estar con ella y devolverle la confianza en la persona que es y en un futuro juntas, por más que se resista.

Lo primero era seguir consiguiendo que ella no pudiera dejar de mirarme, ya que me devoraba con la mirada cuando creía que no me daba cuenta, hasta que se rinda a lo que de verdad siente y se permita mantenerme a su lado, con el corazón.
Las ideas no dejaban de ir y venir, y mi mente era como un hervidero, pensaba en el como y en los pasos a seguir para captar más su atención, lo primero creo que sería cambiar mi imagen cuándo estoy a su lado, con cualquier excusa, si le entran celos u ansias, me parece que seré muy afortunada en recibir sus achaques y ver como afloran sus sentimientos.

Cavilaba sin parar mientras volvía a la cama y escuché un sonido casi ahogado, como un gemido, todos mis sentidos se pusieron alerta, lo único que pensaba mientras recorría los pocos pasos que me separaban de su puerta era que se había dañado intentando moverse de la cama ella sola. Con precaución  de no asustarla, gire el pomo de la puerta, su cuerpo seguía en el mismo lugar, pero en una posición distinta, parecía que se mecía, no se tensaba de dolor, tampoco parecía que llorase, me dispuse a cerrar de nuevo, cuándo ella gimió con suavidad de nuevo, su cuerpo cambió d lado en la cama, ya no me daba la espalda…

Sus mejillas estaban sonrosadas y sus ojos entornados, en su rostro no se percibía dolor todo lo contrario, como si estuviera a gusto, su respiración era entrecortada y contenía ciertos sonidos que me provocaban una inquietud que no sabía definir, la boca se me secaba, mi mente no daba crédito a lo que mis ojos veían pero mi cuerpo le respondía con todos sus sentidos, su mano iba y venía entre sus piernas con un ritmo pausado y a la vez con intensidad la cual aumentaba al igual que su respiración, ella se estaba masturbando yo la observaba anonadada y excitada, deseaba ir a su lado y darle placer yo misma, quería ser yo quién la hiciera sentir así, ver su rostro con claridad y besarla…

Sus gemidos aumentaban, su cuerpo se agitaba más, evitaba movimientos bruscos y continuaba sin cesar, yo escondida tras la puerta, por una rendija la observaba y mientras yo también me dejaba llevar por la excitación, imitaba sus movimientos acompasando el ritmo al suyo, con cada gemido que escuchaba más me excitaba y más placer con solo oírla, ya solo quería escucharla para disfrutar más, su voz era como una droga que me hacía volar…

Ignoro el tiempo que pasé ahí parada, si alguien me vió me importó bien poco, sólo necesitaba estar a su lado, aunque ella no lo supiera, un gemido ahogado y fuerte fue arrancado de su garganta en el momento culminante, dejándola sin fuerzas y adormilada, su cuerpo se relajó con una dulce sonrisa de alivio y sosiego.

Mientras mi cuerpo se tensaba, con un gran calor y alivio a la vez, nunca me había sentido así,  me encontraba algo mareada y como si mi cuerpo ya no fuera mío, con suavidad cerré la puerta, por temor a que se diera cuenta de que la había espiado en un momento tan íntimo, y recompuse mi ropa.

Un sueño relajante y unas ganas tremendas de llegar a la cama para dejarme caer, me sentía feliz no es lo mismo que estar con ella, me daba igual en el fondo, era como haberlo compartido, al menos en mi fuero interno, me di cuenta que el echo de que sintiera deseos sexuales me daba mayor confianza en lo que tenía en mente, no pude evitar reír con suavidad, como si tuviera un triunfo en la palma de la mano, la idea de ver su rostro con cada idea que mi mente exploraba de un modo pícaro y provocador….

Con todo tipo de pensamientos pervertidos pude llegar somnolienta a la cama, a penas me quité los zapatos y me tumbé sobre las sabanas ya sin conocimiento de si llevaba ropa o no.

Horas más tarde desperté entumecida por el frío y la humedad de la habitación, era tan tarde cuándo me acosté que no recordaba nada, y me dejé la ventana abierta, eché una manta por mis hombros y me dirigí a cerrarla, escuché un carraspeo a mi espalda y me giré sobresaltada buscando a su dueña, era Diana, apoyada en el marco de la puerta me miraba con intensidad, por alguna razón me hacía sentir incómoda, ése modo de mirarme…

-           ¿Te encuentras mejor?.

-           Si, ¿por?.

-           Bueno, llegaste a mi cama tambaleándote y acalorada, te dejaste caer en ella directamente vencida por el sueño.

Su cama… OH dios, eso significa que perdí el sentido de hacía dónde iba a noche tras… no podía ni pensarlo, me sonrojé, ardía de vergüenza y mi mente suplicaba por que la mujer no supiera nada más, mientras me mantenía muda, ya por temor a revelar nada.

-           Si te parece, te acompaño a tu dormitorio, creo que el cansancio te ha dejado bastante desorientada cariño, anda vamos es muy tarde y todas descansan…

Se la veía muy lúcida para cómo estuvo los últimos días,  parte de mi preocupación por ella se distendió dejándome respirar de alivio, la mujer estaba recuperando las fuerzas, eso era una gran noticia y un muy buen avance ya que parecía que hasta hace poco hubiera perdido las esperanzas…

Me dejé guiar, su mano posada en mi espalda de un modo protector, al llegar a la puerta se despidió de mi con un beso en la frente antes de que yo entrara y se volvió a su dormitorio dónde ella me encontró, cerró la puerta y yo abrí la mía, mi madre no estaba, no me preocupó ya que seguro que se encontraba vigilando a la paciente o leyendo algún libro antes de acostarse, escuché en ese momento un ligero toque fuera de mi habitación y sin saber por qué me asomé por una rendija, vi a mi madre entrar a hurtadillas en el dormitorio de Diana.

Debo de estar soñando, no es posible, no me lo podía ni imaginar y menos creérmelo, mi madre y Diana… pareja.

Cerré de nuevo la puerta, me senté en la cama algo aturdida por la sorpresa y bueno, me dio por reír descontroladamente, tapé mi cara con un cojín para no ser oída, mientras mi mente aclaraba que yo preocupada por que me vieran dándome amor y descubro que ellas dos están juntas, era como un chiste ingenuo.

A los minutos de estar riéndome se abre la puerta de mi dormitorio, no he oído si han tocado, pues no puedo parar de reír, es mi tía, me mira como si estuviera loca, la risa no cesa todo lo contrario, ver su cara y pensar que ignora que conoce a la pareja de mi madre me da más risa, le indico que se siente con un gesto, entra cerrando y se sienta a mi lado, cada vez que me calmo, la miro y me vuelve a dar la risa, ella me sonríe divertida de verme así, esperando a que se me pase.

Entre risas y momentos de control se lo explico, con tanto reír pierdo el pudor de contarle cierto momento, por el que ella sonríe más, al llegar al punto de que me trae a mi cuarto Diana se destornilla y cuando le revelo mi descubrimiento abre los ojos como platos y ahora es ella la que ríe descontroladamente, me hace señas de salir y yo que no…

Entre que sí y que no, la puerta se vuelve abrir, nos quedamos calladas, hasta que vemos que son ellas, lo que ya se vuelve mas divertido y  somos incapaces de parar de reír, nos cogemos la una a la otra, cogiéndonos el estomago, llorando como criaturas y sin parar de reír…

Ya casi nos hemos calmado las dos y las miramos, ambas serias y con gesto de incomprensión, sino fuera porque no puedo más seguiría riéndome por sus expresiones, me levanto despacio y algo encogida de tata carcajada, me acerco y beso a mi madre en la cara y luego a Diana, salgo entre ellas medio riéndome ya sin fuerzas, mi tía me sigue realizando el mismo gesto, nos miran incrédulas y sin comprender.

-¿Estáis borrachas?
- Sólo eufóricas de alegría hermana, todavía no pero vamos a ello.
-¿No?, ¿y vais a beber ahora?, ¿qué locura es esta?
-Bueno la felicidad hermana… hasta luego, ah Diana bienvenida a la familia…
Ya no me pude contener, mi tía tampoco, nos reíamos de nuevo, apoyándonos la una en la otra, dejándonos caer en el suelo, Diana sonrojada, mi madre mirando a los cielos.

-Diana cariño, estas dos borrachas de la risa, nos han descubierto.

-Ya veo, me parece más adecuado celebrarlo juntas que ellas dos por su cuenta.
-Desde luego no creo que sean capaces ni de ponerse en pie, al menos que corran al baño…

Dicho esto, mi tía sale corriendo a la desesperada, yo me tiro de espaldas medio encogida mientras río y mi madre y su pareja se les desencaja la mandíbula de la risa al verla correr a saltos…


TIARA


Mientras ella se pasea de nuevo por mi dormitorio yo trato de no pensar en las risas de la noche pasada, al darme cuenta de que era ella todo mi cuerpo reaccionó por segunda ocasión en esa noche, antes de escucharla fue su aroma el que me dejó poseída por la excitación y luego esa voz suya ronca de reír con un ligero tono cantarín en un principio…

Deseaba sentir cada roce de ella cuando cambiaba las sabanas, seguir ese roce y llegar mas lejos de lo que mi conciencia me permitía, una promesa era mi única barrera para no tomarla entre mis brazos y besarla. Me sentía mas segura tras la noche anterior, por pura casualidad descubrí que levemente podía ir movimiento las piernas sin apoyarlas, con un esfuerzo superior a lo que hubiera pensado, pero reconfortante al ver que aún tenía una esperanza; me dolían pero era mas poderoso el éxtasis y el deseo contenido que la incomodidad, en un principio no me fijé, al acabar, pasé de estar boca arriba a ladeada y algo encogida, me dio la prueba de que me podría valer en un futuro, ignoro hasta que punto, pero seguro que no me vería reducida a una silla de ruedas o peor una cama, deseaba gritar de alivio, deseaba llamar a todas y me contuve con toda mi alma al notar ruidos fuera, al estar la puerta cerrada no podía escuchar la conversación pero si a ella reír como una niña, feliz con esa euforia contagiosa e inocente del momento, me moría de ganas por verla reír así y disfrutar de algo mas que su sonido.

Ignoro lo ocurrido la noche pasada, lo mas que pude oír eran sus risas y algarabía que todas compartieron en el exterior de mi dormitorio, algo de envidia si que me provocaba,   todas llevan ojeras, sonrisas cómplices de unas para otras, incluso mi abuela, era participe de esa complicidad con una alegría que desde niña no la vi mostrar, era como verla renacer de un entonces a un presente, compartía miradas con Serena y sonrisas divertidas, chistes con la doctora y se reía como una colegiala de quince años, era divertido y reconfortante verlas a todas así de unidas y felices, solo notaba en un aparte a Serena, era como si algo la distrajera de vez en cuando, si pensara mal diría que trama algo, era mas intrigante ver esa complicidad y felicidad compartida, más a mi abuela como una joven enamorada…. Enamorada, por qué habré usado ese apelativo no lo se, pero ahora más que antes me fijo en ella, me cuesta creer que me plantee que a estas alturas ella pueda haber encontrado alguien especial en su vida, si es así me alegro, ya le tocaba de disfrutar del cariño y la felicidad de alguien, pero bueno, ¿Quién será ese alguien?.... vuelvo a mirarla, llevada por la curiosidad de una risa algo grave, pero con un aire sensual, que atrae la atención de todas, sobretodo la mía por que se de quien es esa voz y por más que me sorprenda no me equivoco, nunca la escuché de esa manera, una especie de tensión en la habitación me hace percibir que algo está cambiando delante de mí, la doctora le hace un gesto a mi abuela y salen juntas del dormitorio como si yo no existiera, ambas sonriendo y mi abuela con una mirada muy brillante.

Intenté centrarme en la persona que todavía me hacia compañía en mi dormitorio, era difícil pues la expresión de mi abuela y sus cambios todavía rondaban mi mente, aun con todo la dueña de mis pensamientos, y la tentación de los dioses echa carne, mis ojos ya son esclavos de sus encantos, de su sensualidad, sus senos sobresalían de un escote generoso, provocando un hambre que jamás pensé que volvería a sentir, la boca se me secaba con cada movimiento de ella, ya que en mi opinión no llevaba sostén y sus senos se movían a merced de la danza y la sensualidad de sus pasos gráciles entre una tarea y otra…
¿Por que torturarme más mirándola cuando no puedo saciarme?, nada en ella se me hacia más suculento que verla cruzar cada día sus piernas con un movimiento deslizante que me provocaba unas grandes ganas de acariciar sus muslos y mirarla, cada momento que ella pasaba a mi lado, me hacía olvidar cada una de mis promesas y convicciones, de alguna manera me estaba rindiendo a sus encantos y sus sonrisas, hoy me era imposible resistirme, si ella se me insinuara no podría rechazarla por más que quisiera, empezaba a pensar que me había poseído y puesto a su merced haciéndome débil y anulando mi determinación, si ella conoce mis pretensiones anteriores desde luego ha sabido sortear todas y cada una de ellas, ya sólo deseaba pasar más tiempo a su lado, negarme la verdad es inútil, soy una mentirosa nefasta y débil ante sus encantos…

Toda una cruzada del corazón y el pensamiento, finalmente ella sale con esa calma que desde ayer lleva enmarcada en su semblante, sin tanta tensión y preocupación, un cierto alivio me vino, si ella no estaba padeciendo, para mí ya no era una carga moral el verla cerca de mí, era egoísta, una excusa para no alejarla de mi lado…

Ya que no me quedaba otra seria mejor disfrutar de su feminidad oculta, ya era hermosa pero cada día lo era más, cada vez descubría una parte nueva de ella que me fascinaba y me intrigaba más, era como descubrir un mundo nuevo en sus ojos, su sonrisa, sus gestos, deseando descubrir todo aquello que todavía no conocía haciéndome sentir insatisfecha, deseando saborear sus labios de nuevo como aquella noche, que supe que sería mía y que me negué, fui una cobarde hipócrita, que se negaba ver que esa belleza era mi futuro, y si lo sigo pensando, ¿qué futuro puedo darle como invalida?…

Con otro esfuerzo de voluntad alejé los pensamientos de su persona ya que empezaba a sentir que no podía contener la lascivia que ella me provocaba con su mera presencia, debía de buscar una salida alternativa a la obsesión que vivía cada día por ella,  mi mente daba saltos de una cosa a otra sin solución ya que de alguna manera acaba en el punto de partida, le di más vueltas desesperada por no pensar en fantasías eróticas, al final me quedé sin recursos hasta que cuando ya me rendía mi propia mente me dio la solución casi sin proponérmelo, mi abuela, sus cambios, la complicidad, la intimidad de los gestos con la doctora, el notarla enamorada, la felicidad que brotaba de cada nota de su voz… las miradas dulces con la doctora, ese brillo tan….

Miradas cómplices, dulzura, ese brillo de anticipación compartido con la misma persona, la doctora… O yo estoy loca o en verdad mi abuela sí está enamorada pero de quién jamás pensé… me cuesta hacerme a la idea y necesito asegurarme, no es que esté en contra pero bueno toda una vida llorando a un difunto marido, viviendo una soledad ermitaña, para de pronto descubrir que también gusta de las mujeres, me hace preguntarme un sin fin de cosas; ¿desde cuándo?, ¿tuvo parejas femeninas anteriormente?, ¿ella sabia antes de que le gustaban o ha sido de un pasado reciente a ahora?.

Supongo que con la edad que tiene y la época en la que ha crecido no era fácil llevar una inclinación incomprendida y que se llegó a considerar en un pasado una enfermedad…  A veces es fácil cerrar las puertas con conceptos pero pienso que si una puede ser rechazada por ser quien es,  es igual de sencillo de rechazar a otros por ser como son, y no seré yo quien peque de superficial y no la comprenda cuando la veo tan feliz.

Para el mundo  saber diferenciar un gusto de un problema mayor es difícil  y acercarse a veces es peligroso pero sin ello no se puede conocer la realidad solo el temor de lo que uno percibe,  sentir miedo por lo que uno no comprende es lo peor, olvida los principios de no juzgar sin saber que se está juzgando. Uno crece toda la vida y pocos miran mas allá del echo de ser adultos y pensar que ya saben lo que tienen que saber tienden a ser unos hipócritas, por desgracia una gran mayoría viven de esa hipocresía y unos valores llenos de perjuicios.

Así es la vida, unos tanto y otros tan poco, y así creció mi primer amor, en la incomprensión y rechazo de su familia en la hipocresía de que no tenia valor como mujer y cuyo juicio cayó sobre ella como la primera piedra a soportar, sin embargo Serena ha conocido la cara oculta y que muy pocos tienen valor de mirar de frente y aceptar, y algo digno de admirar por que puedo decir que son un grupo muy peculiar y de quienes aprender...

Y mi abuela en la sombra hasta el día de hoy, sin ni siquiera dejarse ver por mi, pese a que sabia quien era yo, sólo esperó a que yo me aceptara cara al mundo, pero en desdichada hora, pues tuve la mala suerte de encontrarme y perder mi futuro, la oportunidad de luchar ofreciendo una vida en condiciones sin ser un peso muerto en la vida de nadie... Si muevo las piernas pero no tengo uso de ellas, aunque llegara el día que así fuera nada me confirma ni promete que sea en las mismas condiciones que en el pasado, sin secuelas.


SERENA

Algo en mi a cambiado ya no siento ese desasosiego que hasta el día de hoy me acompañaba en mis horas y con cada pensamiento se me hacia mas pesada la carga que sobre mí llevaba, no comprendo bien que sentía pero soy consciente que he tomando una resolución y me siento muchísimo mejor ahora que sé que puedo hacer y como volverla hacia mí como conseguir tenerla en mis brazos y devolverle las ansias de vivir y que encuentre aspiraciones que la embarguen de dicha y así olvide los pormenores de la situación que actualmente vive, deseo vivir en un futuro a su lado compartiendo esos momentos que anhelo y espero con ilusión, por que algo me dice que las cosas van a cambiar para mejor.

Al  salir del dormitorio me siento muy feliz, ella no ha podido evitar vigilarme como un ave a la caza, en cada movimiento que yo realizaba su mirada fija y siempre constante, por momento me embargaba gran nerviosismo y en ocasiones grandes deseos de girarme y robarle ese beso que tanto ansío, en especial cuando su mirada ardía de deseo….

Al fondo del pasillo risas y palabras entrecortadas, en el piso inferior música y algún que otro murmullo, necesitaba salir, así que me planteé hacer la lista de la compra y alejarme de todo antes que me muera de celos entre tanto romanticismo.

Supongo que ser la única que no puede acercarse a su pareja y coquetearle y tomarla en sus brazos y besarla me está volviendo algo arisca, tendré que controlar mis ánimos  y relajarme, sino con el tiempo me desquiciaré…

Casi no me prestan atención mis tías al salir al exterior con un cuaderno y un bolígrafo para escribir, me siento en una silla que hay preparada para estar a la fresca, y algo desconcertada miro el papel en blanco lo divertido es que mi mente se encuentra igual, de pronto no se que hace falta en la casa y que me gustaría hacer para la cena y así sorprender a todas o más bien mantenerme ocupada.

Sin saber que voy a escribir empiezo sin conocimiento casi de lo que hago…

“Entre nubarrones
Me  he de inspirar,
Al desahogo aspiro,
Buscando consuelo
En la señora de la vida,
Dadora de dones,
Poetisa de la belleza,
Madre naturaleza,
Ante ti me postro
En pos de tu bendición,
En pos de tu fuerza,
En pos de tu sabiduría,
Suspirando por la paz
Que ansia mi alma.

Concededme ese abrazo
Redentor,
Que guardas en tu seno,
Concededme entereza
Y sabiduría,
Que me guíe hacia el futuro,
Concededme paz
Que me otorgue tranquilidad,
Cuando más falta
Necesite mi señora…

Madre naturaleza
Atiende mi plegaria,
A esta sierva desvalida
En momentos de tristeza,
Que vuelca sus lágrimas
En el seno de la vida,
Permitiendo sobre sí
Esa caricia angustiosa
De la desdicha.

Que vuestra guarda
Me guíe y mi corazón
No se rinda….”

Bueno esto no me lo esperaba, pero ha salido hermoso, supongo que necesitaba desahogarme, y bueno liberarme y dar una oración, aunque no me esperaba algo así….

Supongo que puedo decir que yo también estoy romántica ya que por la poesía me ha dado, mejor la guardo no tengo ganas de guasa, me hace la idea que la puedo aprovechar en su momento….

Algo más animada comienzo al fina a realizar la lista y con las llaves del coche en mano tomo camino hasta este y salgo del lugar con calma, haciéndome el animo de que puede que encuentre algo interesante en el pueblo y sobretodo algo que me inspire en como conseguir a Tiara y romper sus barreras del todo, bueno quizás un picardías bajo la bata podría ayudar si me paseo así en la noche antes de acostarme por su cuarto…

No me siento muy centrada en nada, todos los sucesos de la noche pasada me tienen aún algo descolocada, pero con ganas de seguir mis días con mas fuerza y determinación.

No tardo en llegar al centro del pueblo y cogiendo la cesta que hay al maletero me dispongo a buscar todo lo de la lista y fisgonear de paso y así ver si encuentro algo más interesante que anime más el ambiente, si animo mas aquello tendré que salir de la casa unos días, mejor me lo pienso con mas cuidado…

Tras encontrar los primeros artículos me fue más fácil ir encontrando el resto de la lista y bueno un saludo por aquí y otro por allá, acomedíaciones y preguntas de rigor, el tiempo se me va pasando rápido,
Al final no me da tiempo de fisgonear en algunos locales y en el fondo me siento agotada así que decido que ya va siendo hora que vuelva con todo.

Algo cargada llego al vehículo y abrió el maletero algo distraída sin prestar mucha atención a mi alrededor, al girarme para ir al asiento de conductor me encuentro bloqueada por un hombre enorme y corpulento y con un rostro que daba miedo, me sentía muy intranquila algo me decía que nada bueno llevaba en la mente y que me alejara de él.

Al intentar retroceder éste me agarro de un brazo, estirando de mi tropecé y casi le caí encima pero lo esquive a tiempo, pero apestaba a alcohol y falta de aseo, solo con lo primero más temí sus intenciones, de pronto me suelta y cae a mis pies inconsciente, mi mente no razona en esos momentos, sólo escucho el latido de mi corazón y el miedo que siento me provoca temblores por todo el cuerpo, me siento algo desorientada y la vista la mantengo fija en una mujer de edad parecida a la de Diana, con una sartén en mano que mantiene firme como un arma sobre mi agresor…

La mujer me habla pero por alguna razón que no llego a comprender, no soy capaz de escucharla, aparte de la palpitación en mis oídos que parecen un tambor desbocado por el ruido incesante que escucho y me impide oír nada mas, simplemente la miro a la espera de algo que me permita comprender que dice la mujer, aunque yo pienso que debemos salir de ahí cuanto antes no sea que vuelva en si y entonces estemos perdidas las dos.

TIARA

La habitación daba una sensación de vacío y tristeza sin ella cerca, sin embargo había dejado todo tipo de detalles alrededor de su reciente presencia, no podía evitar fijarme en cada uno de ellos y acordarme de cuando estuvo haciendo esto y lo otro en cada momento que vino a atenderme, era como un camino de señales de que siempre está a mi lado aunque no la vea.

Con algo más de ánimo comienzo a realizar ejercicios intentado recuperar mi movilidad recién descubierta, todo el cuerpo me protesta en cada intento pero me digo, “sigo viva” y con eso me basta para no ablandarme y seguir intentándolo…

Estoy tan centrada en no rendirme ante las protestas de mi cuerpo mal trecho, que no presto atención a la puerta, simplemente tengo la vista fija en como doblo ligeramente la rodilla y descubriendo hasta donde soy capaz de moverla, sólo al cabo de un rato me percató de una presencia en el marco de la puerta observándome, me giro sobresaltada al ser descubierta tan pronto.

Es la madre de Serena me mira con una sonrisa, los ojos le brillan y no se si temerla o más bien no se qué pensar…. Se acerca a mí me empieza a palpar de un modo más detenido me da toques en los muslos y me mira y creo entender que quiere que lo vuelva a hacer, lo intento aguantando el dolor y me esfuerzo al máximo para que ella valore mejor, cuando vuelvo abrir los ojos ella me mira con una gran sonrisa, se gira y cierra la puerta con llave, se pone el dedo en los labios a señal de silencio y me desarropa, me siento indefensa así desnuda ante su mirada escrutadora, pero veo que se dirige al pie de la cama y se acomoda ahí, me coge una pierna y me la fuerza a doblar, el dolor es insoportable y me muerdo los labios en un intento de no gritar, apenas lo consigo ya que un gemido se me escapa.

Ella se incorpora ligeramente y repite con la otra pierna, me observa pero no cede en la presión de doblarla, aguanto como puedo pero siento el ímpetu de empujar para que no la doble más, no sé que provoca que lo haga, pero empujo con todas mis fuerzas al no aguantar más y consigo estirar buena parte de la rodilla, apenas lo consigo ella se echa a reir, se la ve feliz y diría que por como me mira más de un plan lleva en su mente por que noto como observa cada miembro de mi cuerpo y mide alrededor el como apañar algo….. Esta mujer, es como si esperara a que yo reaccionara o descubriera que puedo moverme….

-          Parece que al ceder la inflamación a restaurado el sistema nervioso y ya tienes control, pero ahora tienes una gran tarea por delante si no quieres quedar como una tullida Taira, si quieres lo haremos juntas sin que se sepa, pero tendrás que poner todo de tu parte.

-          Entonces si puedo volver a moverme de nuevo, ¿es cierto?, puedo caminar de nuevo aunque no me recupere del todo, ¿verdad?.


-          Sí y puede que tengamos más de una sorpresa si sigues con esta perseverancia ya verás cuando tu abuela lo sepa y las demás.

-          No, no lo diga por favor, no quiero luego que se hagan ilusiones y decepcionarlas no quiero llevar ese peso encima hasta que pueda responder sin dudas, por favor manténgalo en secreto.


Ella me mira con calma, algo me dice que sabe que siento que me oprime en mi interior incluso a qué le temo en realidad, a no conseguirlo, pero claro no es algo que piense desvelar, si acepta y espero que lo haga al menos por el bien del paciente, me sentiré aliviada , aunque sepa que la estoy como chantajeando.

Ella asiente sin palabras, me explica que ejercicios debo hacer por mi misma y cuáles con su ayuda, estamos hablando cuando tocan a la puerta otra vez me siento descubierta pero ella me mira haciéndome una señal de calma…..

-          un momento, ¿quién es?
-           
-          Soy Diana vengo avisar que me han llamado de la taberna para que vaya, no tardaré.
-           
-          Ocurre algo serio, si es así te acompaño.

-          No para nada, un susto que me quieren contar y pedir consejo ya sabes amigas de toda la vida, ¿esta bien mi nieta?

-          Como nunca mujer no te apures, ves que luego no te digan que tardas y disfruta de la tarde.

-          Una cosa, ¿por que no se me abre la puerta?

-          Por que estoy desnuda bajo reconocimiento y no quiero que me vea nadie abuela, cálmate no vayas a pensar lo peor.

-          Bueno ya me voy y tranquilas solo se me hizo raro, hasta luego.

Tras estas palabras la escucho bajar tranquilamente la escalera su voz en esos momentos me ha hecho sentir un gran alivio ya no tiene ese matiz de agotamiento y pesadumbre.

Observo a mi doctora, ella aún tiene la vista en la puerta como si su mente no estuviera en este dormitorio….

No pude evitar pensar en que estaba pensando por su gesto pero me echo a reír al recordar un gesto parecido esta mañana, ella vuelve su rostro hacia mí, me mira con algo de desconcierto pensando en si se ha dicho algo fuera de lo común….

-          Me alegro mucho que ella halla encontrado la felicidad a su lado y más volver a ver como sonríe y recupera la felicidad, debo dar las gracias por que llegarais como una bendición a nuestra familia.
-           
Los ojos se le abren como platos y tras esto echa a reír con todas sus ganas,  igual que la noche en la escalera, me trae recuerdos de sus voces y bueno algunas preguntas.


SERENA

La mujer que me ha salvado se precipita sobre mí, me mira  de una manera extraña, me toma el rostro con su mano huesuda la cual le tiembla visiblemente, alza mi rostro mirándome fijamente unos instantes, su gesto cambia y acto seguido me coge la mano estirando de mi sin miramientos, no me resisto, tampoco se que hacer, simplemente me dejo guiar por la única persona en la que puedo confiar en esos instantes, hasta que sepa que me pasa espero encontrar un refugio….

Me arrastra a trompicones a unos metros de dónde hemos dejado a mi agresor y la compra desparramada, abre la puerta de una taberna en la que se escucha algo de bullicio, al entrar nosotras y la mujer blandiendo la sartén, salen todos en avalancha apenas nos apartamos fuera, me doy cuenta que no es que no los escuche mas bien los oigo apenas como amortiguados y de lejos, sigue costándome pensar pero siento que estoy mejor y eso me provoca algo de alivio.

Tengo que llamar a mi madre o a mi tía, necesito que venga alguien que yo conozca, lo que más me desconcierta es mirar mi móvil como si fuera la primera vez que tengo uno en mis manos, no recuerdo ni como funciona y sé bien que lo sé usar a la perfección dios es como si me hubiera vuelto inútil….

La mujer me lleva a una mesa me toma de los hombros y me hace sentarme, ella se me pone en frente de mi a hablarme, noto como con paciencia consigo distinguir que me dice si estoy en la casa de Diana yo asiento sin atreverme a decir nada por si no me sale la voz… ella me devuelve el gesto y me deja ahí sola, al rato vuelve con una taza humeante y me la coloca entre las manos, yo la miro y al notar el aroma lo reconozco es tila, tomo un sorbo y me sobresalto por el gusto ya que descubro que está tocada con unas gotas de licor de anís, la mujer que está sentada me observaba y al mirarla veo que se ríe por mi reacción, me parece que la escucho más ahora que se esta riendo.

Mientras tomo nota del rostro de la mujer me doy cuenta que todavía no le he dado ni las gracias, para colmo no se si soy capaz de decir ni una silaba, pero no quiero parecer desagradecida, me aclaro la garganta antes de intentarlo y le doy las gracias a la mujer la cual me sonríe comprensivamente, me da algo más de tranquilidad su gesto ya que me da la seguridad de que la voz si me sale no se si en condiciones pero soy capaz de hablar…

Empiezo a percibir miradas sobre nosotras y cada vez mas alboroto, me giro y lo me quedo sin un solo pensamiento en la mente, la gente aplaude y ríe mirándonos a también alzan sus brazos los más mayores a modo de victoria la mujer que me ha salvado se coloca por delante de mí con la sartén en la mano y la alza a modo de trofeo realizando luego un grácil saludo pintoresco de una obra de mosqueteros que vi ya hace un tiempo, me dan ganas de reír solo con la escena, me parece irónico tras lo ocurrido que me quiera reír pero es la verdad y bueno al final pienso que no hago mal a nadie mientras disfruto de las escenas humorísticas de la mujer en la que se representa como la gran heroína…

Al empezar a destornillarme me doy cuenta que escucho a todos reír como yo, que los oigo a todos con claridad, que me siento liberada y mucho más relajada, que la opresión que sentía ya no me molesta, estaba tan asustado que me bloqueé del todo, me quedé tan indefensa como una criatura, dándome cuenta que si estoy sana y salva es por una mujer mayor que yo y más indefensa por su falta de agilidad y fuerza, tiene ella más fuerza en valor y voluntad que yo en el dedo meñique.

De pronto todo el local queda en silencio, escucho una especie de gruñido, algunos se apartan de una figura alta que se va adentrando entre el gentío, otros no lo hacen y son empujados con brutalidad, me levanto sintiendo que todo mi cuerpo me grita corre…. Pero estoy decidida a no huir no quiero vivir en un sitio temiendo a un borracho, el agredido por la mujer sigue empujando a todos mirando fijamente a mi salvadora la cual se mantiene firme en su lugar desafiándolo, ese hombre esta tan fuera de sí que no hay duda que no se va a frenar y la va a dañar, no puedo permitir que eso ocurra, estoy bien gracias a ella y no quiero que le pase nada por mi causa, me coloco a su lado mirándole fijamente, el me presta atención en ese instante, llegando a nuestra altura, alza el brazo para golpearme a mi, me agacho esquivándole y le quito la sartén a mi protectora golpeándole en las rodillas con el canto de ésta a mi agresor, me levanto precipitadamente mientras el me coge del brazo entre los gritos del resto de gente que se mueve hacia nosotros en esos momentos cuando yo alzo la sartén y le golpeo en su cabeza gacha por el golpe en sus rodillas, él cae postrado a mi lado, aún agarra mi brazo, pero sin tanta fuerza, un hombre golpea su mano y soy liberada, la mujer me coge la sartén y estira de mi alejándonos de él, aun se mantiene consciente y no tardara en levantarse, par mi sorpresa varios hombres con cuerdas empiezan a envolverlo con ellas estirando con fuerza, tarda unos minutos en percatarse de que pasa a su alrededor y que hacen los demás, y se revuelve luchando por desasirse de las cuerdas…

Ya es tarde entre varios estiran de las cabos y varios le dan en el reverso de las rodillas haciéndole caer para sujetarle mejor, empiezan a realizar nudos y asegurar de que no pueda desatarse, luego otros comienzan con los topillos pero no dura mucho cuando varios se sientan sobre sus piernas a modo de presa, observo la escena consternada comprendiendo que no es la primea vez, que es como si fuera algo cotidiano, como si ataran a un toro bravo que se ha desbocado.

Me dejo caer en la silla que ocupaba y la mujer pone su mano en mi hombro yo la miro asustada como si no me creyera lo que acabo de hacer, entonces ella me dice que le recuerdo a alguien que quisieron mucho por aquí y a la que perdieron hace ya tiempo, que esa mula rabiosa fue la causa de su desdicha y la mayor desgracia de ése lugar.

Yo la observo, con preguntas sobre esa persona, tengo muchísima curiosidad y algo me dice que es muy importante, pero ese momento de intimidad e incluso complicidad, se rompe en el momento que se abre la puerta y ella gira su rostro y sonríe de un modo muy afectuoso. Sigo su mirada y descubro con gran alivio que es Diana la que traspasa el umbral con un gesto agrio y adusto, la noto preparada para todo, se acerca al borracho y lo mira con gran desprecio, simplemente esa mirada basta para olvidarse de él y centrarse en mí…..

Las lágrimas se me saltan de alegría, la abrazo desesperada buscando su consuelo, ella me acoge entre susurros de animo y protectores, su dulzura me emociona todavía mas, y todo el miedo que antes sentía lo desahogo en sus brazos entre temblores, ella no me suelta todo lo contrario estrecha mas su abrazo, esperando a que se me pase y me recupere de la impresión de los últimos sucesos vividos.

La mujer a mi espalda la saluda y le dice que estoy bien que llegó a tiempo, apenas me agarro Jacobo, ella le atizó con la sartén y lo dejo a dormir la siesta a la calle, no le duro mucho el sueño ya que volvió tambaleándose dispuesto a mas y como fuera, también que lo he enfrentado protegiéndola, y que lo he derribado esquivando a tiempo y puñetazo de él, que los paisanos lo han terminado de acorralar y reducir con las cuerdas, y sigue así en su cólera, han llamado a la guardia y vienen de nuevo a por él….


TIARA

Durante horas a intervalos ella y la madre de Serena se dedicaron ha realizar los ejercicios de un modo repetitivo, se sentía exhausta y a su vez muy satisfecha, el echo de poder hacer algo que valiera realmente la pena y le privara de seguir en esa cama, era la mejor noticia que pudo haber recibido y ante todo la mayor motivación.

Su abuela tardaba mucho en volver de su salida y lo que más le preocupaba era el echo de por un aviso, realmente se sentía muy intrigada por las razones que provocarían que saliera tan precipitadamente al pueblo…

La doctora ya sudaba del mismo esfuerzo que ella realizaba en sostener sus piernas alternativamente y empujar para que ella las estirara y así fortaleciera sus músculos y los desentumeciera. Cuando ninguna de las dos pudo ya seguir, descansaron un rato antes de quedar para el día siguiente, la situación creó tal complicidad entre nosotras que sin saber bien por que nos pusimos a reír ya sin saber si por dicha o por nervios, pero realmente me sentía feliz y con unas ganas  tremendas de abrazarla, yo no le dije nada pero con todo ella si me abrazo y al sentir su abrazo ya no me reprimí más estrechándola con todas mis fuerzas, era como buscar cogerme a algo y no dejarme caer, ella debía de percibirlo por que no se retiro de modo alguno, todo lo contrario me daba ánimos y eso provocaba unas fuerzas en mi interior renovadas.

Finalmente tras esos momentos de cariño y apoyo ella se marchó del dormitorio volviéndome a dejar sola entre esas cuatro paredes, necesitaba salir al aire libre con toda mi alma, ése encierro me estaba matando, era como ser un preso con las ansias de salir a cielo abierto y sentirse libre…

Estaba tan agotada que no llegué a saber que me pusieron de cena y eso que desde lo ocurrido era muy variada, con tanta mujer en la casa todas probaban sus dotes culinarias y la verdad todo era una novedad para mí, realmente se convirtió en mi distracción sorpresa diaria, cuando las tripas me apretaban solo tenía ilusión por saber el menú del día para luego tener mas curiosidad por quien cocinó.

Dormí unas tres horas, al despertar la cena se encontraba sobre la mesita y unos gritos rabiosos se escuchaban desde abajo atravesando los tabiques del edificio, algo muy grave ha debido ocurrir y pensando en que mi abuela salió todo mi cuerpo se descompone pensando que algo le ha ocurrido, no me puedo contener y comiendo a gritar con todos mis gritos llamándola deseando que sea ella quien acuda y nadie más, debo saber si está bien, asegurarme de que nada malo le ha ocurrido y si no es ella….
¿Qué ha provocado tanta rabia en el piso inferior? por que estoy harta de quedar aparte de todo. Me excluyen por estar convaleciente y precisamente este aislamiento es lo peor, no cuento mas que para que se preocupen de mí como un saco del que cargar y del cual no se ha de hablar… estoy en mi casa con mi abuela en familia y no cuento, lo peor es no saber como explicar todo esto sin crear un conflicto y menos un disgusto a mi abuela, pero tengo que recordarles que soy alguien mas que su nieta convaleciente soy una mujer que quiere vivir en el mundo no aparte de todo…

en ese instante escucho a la tía gritar de que le va a dejar sin testículos a ese mal nacido, que ningún hombre le pone encima la mano a nadie de su familia y menos a su sobrina, que no debería estar suelto un desperdicio de persona como ese tal Jacobo…. Al escuchar su nombre la piel se eriza y empiezo a comprender que ha ocurrido, a más o a menos lo que me encuentro con ese indeseable cada cierto tiempo en la oficina cuando se acerca, como la última vez que estuvo mi abuela para salvar la situación…

los gritos son calmados cuando interviene Serena diciendo que le arreo un sartenazo en el segundo intento al local de la taberna, ahí ya no pude aguantar más, con solo imaginarme la escena me daba la risa y un gran regocijo de saber que ella no se amilanó ni se dejó manejar por el miedo, me sentía feliz y orgullosa de ella y con unas ganas tremendas de abrazarla, empecé a gritar llamándolas, y acudió la doctora, se me queda mirando pongo mi dedo en mis labios y comienzo a llamar al resto a gritos, ante el gesto sorprendido de ella y sus cejas alzadas me sonríe como esperando una explicación….

Sube mi abuela preocupada por que grite de ésa manera y bueno la miro de frente….

-          me alegro que Jacobo no haya podido ponerte un dedo encima y más escuchar desde lo lejos que Serena se encuentra bien abuela, no tanto de que todo en la casa se lleve en secreto a mis espaldas, estoy en la cama pero no soy ajena a todo y me duele que actuéis así…

-          Tiara…..


En ese instante ella se me echa al cuello entre sollozos, algo conmocionada por tan repentina reacción la abrazo a la espera de que se calme, alzo la vista a la madre de Serena la cual se tapa la boca y nos observa con lagrimas en los ojos y en silencio, empiezo a pensar que soy yo la que se ha aislado y se han debido de dar cuenta de mis pocas ganas de vivir de las ultimas semanas, ahora soy yo la que se siente culpable por mi actitud y egoísmo, comprendo cuanto las he hecho sufrir a ambas y el por que aislaron los hechos que nos rodeaban, por que no me hundiera mas en mi miserable depresión.

Cierro los ojos y me llegan ecos de mis pensamientos pasados, de mi desgana y rechazo y cada vez la sensación de culpa es peor sobre mi conciencia…. Y reconocer que amo a esa muchacha y estaba dispuesta a apartarla de mí por mi propio rechazo a mi estado y situación, sin dar una oportunidad a sus esfuerzos, pude haberla perdido pero algo me dice que aún tengo una posibilidad a su lado, algo muy cálido anida en mi pecho y tengo más esperanza en el futuro y no solo ya ganas de luchar, tengo ilusión por el futuro.

Extiendo mi brazo hacia la mujer que nos observa conmocionada y la invito a unirse a nosotras, ella es parte de ésta familia y se merece estar con nosotras tras todo el apoyo a mi abuela  y la felicidad devuelta a su vida y muy posiblemente a la de todos.

Los sollozos de mi abuela y de Melissa atraen la atención de las demás, algo tímidas suben hasta el marco de la puerta y nos miran sin comprender mucho, Serena reacciona ante la escena y se emociona, aún observándola de reojo percibo con claridad las lágrimas que deja escapar en silencio, como me gustaría que se uniera al abrazo ella también, pero de alguna manera me cohíbo y no me atrevo todavía, algo me dice que tengo cosas que solucionar primero entre nosotras, lo que no tengo aún claro es ¿cómo?....


SERENA

Mientras Diana me lleva a un aparte y comprueba si estoy bien observando las marcas en mi cuello aun recientes, me va dando ánimos mientras me pregunta sobre lo ocurrido de igual manera que noto como su mirada se oscurece por momentos conforme le explico y respondo a sus preguntas, no estoy segura pero pienso que es cólera y de alguna manera temo no responderle y que explote sobre mí…

Apenas termino ella me acaricia el rostro repitiendo con calma que todo ha pasado que ya no tengo que temer nada y empieza a reír por lo bajo, es algo que me llama mucho la atención y suscita muchas preguntas, la vuelvo a observar y su mirada es brillante, algo me dice que esta mujer tiene algo en mente, la cuestión es si ella me lo va a revelar o lo descubriré en algún momento yo, por que si algo estoy segura es de que tiene que ver conmigo.
Me toma de la mano y da un abrazo a mi salvadora a la cual le promete una comida en casa y hablar de los mejores años y los últimos cotilleos, algo se me hace cómico en la situación las veo como dos guerreras tiernas….

Al salir nos cruzamos con dos guardias que han aparcado su vehículo enfrente, Diana los saluda con familiaridad y les indica que mi agresor esta en el interior que me lleva a dar una vuelta y aliviarme el mal trago con la agresión, que prefiere llevarme ella antes de ir a un mismo tiempo al retén, los guardias asienten como si fuera algo de lo más natural, esta mujer parece una gran autoridad en el lugar en vez una simple anciana, me vuelve a guiar hasta el vehículo que usa mi madre y me indica que entre, tras unos minutos de viaje, me encuentro en el mismo lugar dónde conocí a Tiara, no comprendo nada y pienso que si ella nos vio y si sabrá de que lo que yo siento por su nieta nació en este mismo lugar.

Ella se baja del vehículo, yo la sigo muy intrigada, confusa por lo ocurrido, por que me lleve lejos del local y precisamente aquí que en ocasiones lo considero el fin del mundo, cuando deseo estar sola e incluso mi refugio para pensar, desde que Tiara tuvo el accidente habré venido como tres veces a gritar y desahogarme a solas, a soltar todas las lágrimas que contenía y todo el dolor que no podía expresar delante de ella ni de las demás, no deseaba que nadie me viera sufrir y menos llorar, me hacía sentir acomplejada y débil, un sentimiento muy desagradable que no deseaba en lo más mínimo compartir….

Ella  dirige sus pasos hasta el arrecife y allí se detiene con un gesto de agotamiento y pensativo, es como si algo la corroyera por dentro, no se si algún cargo de conciencia o un mal recuerdo del pasado, lo que me preocupa es que esté tan cerca del arrecife y caiga por el borde, yo no me atrevo a acercarme, por alguna razón siento miedo y una gran ansiedad por que se aleje de ahí y venga a mi lado.

-          Hace años aquí se desarrollo una trágica muerte y una gran pérdida, este lugar es como tabú para muchos, en el pasado nos reuníamos aquí y montábamos cenas en el verano y la primavera en fechas cruciales, desde entonces este lugar se ha convertido en mausoleo de melancolía y dolor e incluso de rencor….

-          Diana, sentémonos por favor, de verdad que lo estoy pasando fatal viéndote tan cerca del borde, quiero escuchar todo pero sin padecer por que caigas…

Ella asiente y da la espalda al mar acercándose a mí, con algo de dificultad se sienta  a mí lado suspirando, no tarda en dejar la mirada perdida en el horizonte gris, de alguna manera se que ella ya no se siente a mi lado, que ha regresado a algún punto de su pasado, a unos recuerdos que está claro le causan mucho dolor, siento de alguna manera que me va afectar la verdad de sus palabras, que hay algo que en el fondo tiene que ver conmigo, sino directamente indirecta.
-          En aquel entonces mi nieta era muy joven, apenas una cría salida de su cascaron, que empezaba a conocer el amor, a sentir felicidad y deseos de un futuro, sobretodo un gran sentido de protección y fidelidad a su palabra y sentimientos…

Su mirada baja un momento al suelo donde su mano pasea por el césped en el que estamos sentadas, tras alzar la mirada apenas se percibe en sus ojos unas lágrimas y su voz suena en estos momentos rota.

-          una muchacha de gran corazón y mirada triste atrajo la atención de mi nieta, alguien que entregaba con toda su voluntad y esfuerzo hacia quienes la rodeaban con todo su corazón, con una nobleza e integridad que causaba admiración al saber de quien era descendiente y pensar que un ser así pudiera crecer bajo una sombra e influencia tan nefasta como su padre… la muchacha era muy luchadora y su padre la degradaba a diario y la humillaba, arruinando muy seguido su confianza, el siempre quiso un varón y maldijo siempre el que tuviera una hembra, la muchacha no tenia culpa y aun así cargo con ella hasta el día de su muerte en el que pago con su vida toda la felicidad de la que pudo disfrutar.

La mujer mantiene su vista al frente y no es consciente del gran dolor que yo siento al pensar en Tiara enamorada de otra persona, en pensar si su corazón aún seguirá siendo de esa muchacha, si me amara algún día y si podré curar sus heridas del pasado y ganarme su corazón….

-          ellas dos siempre aprovechaban su tiempo para ayudarme en correos cuando yo me ocupaba de la oficina, aquello se llenaba de sus risas y bromas y la alegría era contagiosa, todo se truncaba al llegar su padre la muchacha desaparecía antes de que el la viera y la moliera a palos por no estar en la casa u buscándose un buen partido que le diera nietos, nadie le podía sostener la mirada a ese hombre sin sentir repulsión por su modo de tratarla, tampoco podíamos hacer nada ya que él era el padre y entonces las leyes no habían evolucionado tanto y actuar por nuestra cuenta era tirarse a un toro, su fuerza y tamaño intimidaba a la mayoría, la bebida le ha hecho perder mucho hasta el día de hoy.

Ahora siento lastima por la muchacha y algo me hace recordar la situación de mi madre con mi padre, mi madre debió comprender muy bien la situación de la muchacha y también la reacción general de los lugareños, en ese momento me doy cuenta del miedo general del personal de la taberna y la sangre se me hiela, empiezo a notar temblores en mi cuerpo y un frío helado en mi interior, casi sin valor alzo mi mirada hacia la suya la cual me observa y me sostiene la mía con seguridad y dolor, asintiendo como comprendiendo la pregunta muda, el pensamiento que mi mente mantiene a fuego cambiando la lastima por cólera e impotencia.

-          ellas vivieron un gran amor, ambas lo daban todo y soñaban con un futro lejos de él, con evitar que ese mal nacido la volviera a dañar, aquí se encontraban en las épocas de tormenta, hasta que un día el padre se presentó degrado a su hija tratándola de inútil y furcia, que él la haría una mujer de bien, a su modo de pensar, quería violarla ella se resistió, entre forcejeos y golpes el la lanzó por ese acantilado, robando su vida y entregando su cuero a las aguas heladas de la tempestad que se estaba meciendo con un fuerte viento…. Todo esto delante de Tiara, la cuál se ha culpado por su muerte todo este tiempo, hasta aparecer  tú.

Un silencio se establece entre ambas, mientras ella se levanta y vuelve al vehículo, mi mente sigue atrapada en sus palabras, en sus recuerdos, en los sentimientos de Tiara, en mi lugar en toda ésta historia, en si tengo algún futuro a su lado sin la sombra de ésa muchacha y en el dolor que aún carga.

Me lleva a la comisaría donde ya todo el mundo a dado testimonio, apenas llegué confirmé los hechos y me reconoció un guardia que tomó fotos del cuello por donde me sujetó, tras esto volvimos a la casa, simplemente quería descansar, dar un abrazo a mi madre y sentirme segura antes de acostarme en mi cama y darle vueltas a las preguntas que mi cabeza retenía…

No llegué a disfrutar de la paz que tanto ansiaba, ya que mi madre apenas recibió la noticia y mi tía, se pusieron como locas y querían reclamar a la policía de que un individuo tan peligroso estuviera libre con todos los problemas ocasionados…. Mi tía desde luego no quería dejarlo sólo en palabras…


TIARA


Todavía se encontraban en el umbral de mi puerta intentado dispersarse para dejarnos intimidad, la tía se despedía sin mucha ceremonia con su pareja tomada de la mano, no puedo evitar rememorar el momento en que me encontré con ella, cuando en el aparcamiento me asaltó besándome, retiró unos momentos la vista de ellas para observar las manos de mi abuela que sujetaba entre las mías, percibiendo cierto temblor en ellas las aprieto en un intento de devolverle los ánimos cuándo un fuerte estruendo de algo cayendo al suelo a plomo nos sobresalta a todas, lo siguiente que atino a escuchar son los gritos de la tía y la madre de Serena….

Impulsivamente intento incorporarme y salir por la puerta, el nombre de Serena retumba repetidamente por las paredes de la estancia, en boca de todas no hay otra palabra que no sea su nombre y yo me desespero por verla, por socorrerla y dejar esta cama a la que estoy atada por mi invalidez, siento una gran congoja por no poder estar a su lado como el resto, impotencia de no poder levantarme y sostenerme para alzarla yo misma y cuidar de ella.

Mi abuela me mantiene sujeta al verme tan inquieta, preocupada de que me precipite y caiga al suelo, dándome consuelo ya que la incertidumbre y el miedo que percibo en las voces de todas me provoca cada vez más miedo, las lágrimas escapan a mi control, un ansia destructiva se apodera de mí y tomo la lamparita de noche lanzándola a la pared frontal de mi dormitorio…

Todo queda en silencio tras escuchar estrellar el objeto, no estoy segura si disculparme por mis actos, soy consciente que no he sabido controlarme  pero también que no me importa, miro de reojo hacia el lugar donde ella  está echada todavía y mis ojos se encuentran con los de su madre, un halo de comprensión surge entre ambas, siento algo de vergüenza y ella con un gesto de paz y tranquilidad me insta a tener calma y paciencia, no hay contradicción, algo me dice que ha impuesto un poder de autoridad sobre mí de un modo silencioso, ni siquiera puedo articular una palabra de suplica o aliento, mucho menos alcanzo a tener fuerzas para disculparme.

Bajo mi atenta mirada entre todas la alzan en brazos y trasladan a su dormitorio, fuera del alcance de mí, aún noto más frustración por no poder ver que ocurre, sólo puedo esperar e ir recuperando el control, escuchó a ratos ruidos y susurros, la tía sale con prisas y sube cargada con una bandeja, su pareja tras ayudar a llevarla, se mantiene apartada a la espera, con los párpados cerrados y cabizbaja, algo me hace pensar  en su actitud, que desprende un deje de abandono u derrumbamiento…

Mi abuela se separa finalmente de mi lado para acudir al dormitorio contiguo a ver si precisan de ayuda, apenas transcurren unos minutos ella vuelve a mi lado, se la ve más relajada, ojalá yo tuviera su temple.

-          Tiara, cálmate, Melissa me ha explicado que ha sido un bajón de tensión, está agotada y no ha comido casi nada éstos días, además todo lo que hoy ha sucedido la ha afectado más de lo que suponíamos y ha superado su resistencia, sólo necesita descanso y reponerse, tranquila Tiara, no es nada grave, sin embargo me preocupa más que hacer con Jacobo, la ha colocado en su punto de mira, hoy la acorraló con intención de secuestrarla, sus planes al respecto los ignoramos, te aseguro que ha sido el mal trago del susto, luego se repuso y le enfrentó, la salvaron a tiempo de que nadie supiera nada, así que ahora que está a salvo, me preocupa más qué pretende ése mal nacido y exactamente que busca.

Sus palabras me tensan, cada recuerdo del pasado renace en mi memoria, reviviendo los últimos momentos con Estela, pero en sus últimos instantes no era su rostro el que yo contemplaba… es el rostro de Serena, con un gesto de terror que me desgarra de dolor por dentro ante el pánico de perderla de igual manera, sintiendo que estoy maldita para el amor, que mi mera presencia las daña e incluso las pone en peligro…


SERENA



Entre tanto bullicio una voz que resonó por encima nuestra provocó el silencio, era Tiara que alzaba la voz cada vez más intentando hacerse oír como fuera, Diana se giro de inmediato hacia las escaleras, seguida de Melissa, una con el corazón en un puño y la otra preocupada de que se hubiera lastimado más intentando alcanzar algo fuera de su alcance.

Nosotras las seguimos, yo igual de tensa que Diana y mis tías por curiosidad, apenas alcanzamos el pie de la escalera frenamos en seco, una especie de discusión se desarrolla arriba y entre las voces distingo en la voz de Tiara un cambio de actitud, siento alivio, pero no soy capaz de pensar mucho más, sigo a mis tías que me adelantan y llegamos al marco de la puerta para ver un momento muy emotivo, el abrazo entre abuela y nieta en el que es incluida mi madre tomándola como miembro de la familia, mi madre esta encontrando su lugar, yo puede que ni siquiera llegue a tenerlo, Estela siempre estará entre nosotras, no puedo luchar contra un fantasma…

Todo a mi alrededor comienza a ser difuso y el suelo deja de estar bajo mis pies, mi cuerpo deja de ejercer resistencia a la gravedad y siento como caigo en el vacío, todo deja de tener luz y la oscuridad poco a poco toma posesión de mis sentidos al igual que mis pensamientos dejan de ser racionales hasta no ser capaz de pensar….

No se cuanto tiempo estuve en esa especie de vacío en el que de alguna manera, todo lo que  yo sentía era dolor, no tenía conciencia de cómo o por qué me sentía así, pero era lo único que había para mí en ese lugar, pero algo me decía que en mí había mucho más sufrimiento de lo que realmente era consciente.

Como si de un gran agujero emergiera y contra una gran corriente luchara, fui saliendo de esa sopor dolorosa, por desgracia para encontrarme con la realidad de mis pensamientos, los descubrimientos que me llenaban de amargura, el dolor de una lucha incierta, la soledad  y la perdida, unas grandes ansías de llorar, pero pronto percibí que no estaba sola, sus voces rondaban mi conciencia a ratos, en aquellos que mas cerca estaba de la realidad, para huir de ella a causa de mi sufrimiento intentando no mostrar cuanto me dolía todo cuanto ahora ya conocía.

Era irremediable, cada vez era mas fácil distinguir los sentidos de mi persona, las voces que me hablaban su contacto, los aromas que desprendían, su preocupación me traspasaba como una puñalada, acobardándome más a abrir los ojos y mirarlas de frente, evitando contar todo lo sucedido y todo lo que ahora sabía….

Las manos de mi madre sostienen las mías calidamente, es lo único que me provoca alivio, algo me dice que estoy en mi cuarto aunque no recuerdo que antes estuviera ahí….

Su voz me habla suavemente, con cariño y ternura como cuando era pequeña, eso me hace pensar en aquel entonces y me provoca añoranza y tristeza de no haber podido seguir siendo una niña, dolor por amar a alguien que todavía ama el recuerdo de un fantasma.

Unas lágrimas acuden a mis ojos en respuesta de mis pensamientos y este corazón roto que todavía late en mi interior, me tenso ligeramente por el dolor que me atraviesa intentando no dejarme caer en u n llanto desgarrador que sujeto en mi garganta, no quiero que sepan cuan desafortunada soy, solo quiero encontrar la soledad…… vaciar todo cuanto llevo en mi interior y reubicar mi vida.

Olvido, en eso pienso, llegar al olvido, pero no aquí he de marcharme y alejarme de ella y de todo, liberar todo este dolor a solas, hasta que recupere mi fuerza para mirar de frente, superar este mal para caminar con dignidad sin postrarme y humillarme a mi misma por un amor no correspondido.

Abro lentamente los ojos, en un principio solo silencio, ni yo misma soy capaz de decir nada solo miro a mi madre que me mira angustiada, entra un instante Diana y la miro casi sin animo, ella me observa unos momentos, toma la mano a mi madre y la lleva  consigo, quedando mi tía a mi lado, le pido agua y algo que comer con el único pensamientos de desembarazarme de esta inútil debilidad.

Mi madre no tarda en volver a mi lado, en su rostro se distingue una gran tensión y mucha preocupación, le dice a Diana que he sufrido una bajada de tensión y que llevo días mal alimentándome, yo no la contradigo, se que no es cierto pero tampoco quiero dar explicaciones.

Doy gracias de que mi dormitorio esté en sombras, algo extraño en un principio y al alzar la vista comprendo el por que, han colocado un paño sobre la lámpara para amortiguar la luz y así no me dañe la vista al despertar.

Mi madre intenta hablar conmigo aunque no halle las palabras adecuadas, cosa por lo que doy gracias al cielo, mi tía reaparece de nuevo por la puerta cargada con una bandeja, me siento a duras penas, es como si mi cuerpo no fuera del todo mío, bebo agua con la suspicacia de que mi estomago no sea capaz de retenerla…

Espero un rato bajo la atenta mirada de mi familia, mientras mantengo la mirada baja, evitando conectar visualmente con ninguna y pienso que soy una cobarde, bueno mas vale cobarde que ratón atrapado….

Poco a poco voy dando cuenta de la comida, algo de caldo y tostadas con aceite y sal, un yogur que creo que en el fondo es lo que mejor me ha sentado por lo fresquito que estaba…. Mi tía retira la bandeja y se la pasa a alguien fuera, tras esto vuelve a mi lado, las observo de reojo esperando sus preguntas, es mí tía la que toma valor y me pregunta si estoy bien, asiento, tras esto al ver que no tengo intención de hablar se levanta y tira de mi madre para fuera, me dan ganas de clamar a los cielos gracias, se marchan cerrando la puerta y al fin yo y las sombras a solas.

Me tapo con la almohada y dejo escapar las primeras lágrimas, luego un gran ahogo se apodera de mí con un dolor que me hace morir una y otra vez, contengo mis ganas de gritar de gemir de golpear la pared, simplemente me permito ese desahogo antes de levantarme coger cuanto necesite y marcharme lejos, ese es mi único deseo, tengo medios económicos gracias a mi hermano así que simplemente es alejarme del alcance de mi padre y la presencia de ella, e intentar reiniciar mi vida olvidándola….

A altas horas de la noche me levanto silenciosa, tomo una bolsa de viaje y me compongo un equipaje ligero, lo esencial más la documentación necesaria, con cautela me arrimo a la puerta, todo mi cuerpo me responde en calambres que son ignorados, salgo sin hacer ruido al pasillo, escucho las respiraciones regulares de todas y eso me da más confianza, un deje de tristeza me viene al descender las escaleras, llego a la puerta y busco las llaves, no las encuentro, Diana es muy ordenada y no es corriente que las deje en otro lado, percibo un carraspeo y un gran temor se apodera de mí, me giro muy despacio pidiendo en silencio que no sea mi madre ni Diana, pronto aspiro de alivio ya que es la pareja de mi tía, me observa con calma, sosteniendo en muestra de que es ella quien tiene las llaves, sin mediar palabra toma otra bolsa pareja a la mía de un rincón, abre la puerta y me invita a salir con un gesto, la sigo intrigada e intentando comprender que le sucede el por qué ella marcha de allí, a fin de cuentas tiene al lado de mi tía su felicidad.

Ella coge mi bolsa y la suya y las mete en el maletero de su vehículo, parece que tiene decidido que vayamos juntas, la sigo sin mediar palabra ya que ella no me pone impedimentos y subo al coche tras ella, le da al contacto de arranque y en breve éste ronronea poniéndose en marcha y sin más salimos embaladas a un nuevo horizonte como los vaqueros de las películas…. Sería mejor pensar en Telma y Louis.






TIARA

Durante la noche un ruido me despertó, algo me decía que no andaban bien las cosas, no fui capaz de volver a dormirme, pasando toda la noche desvelada y pendiente de cualquier sonido, en especial de su dormitorio, pero era como sentir una gran soledad a esas horas sin nadie seca, como si la casa se hubiera quedado vacía….

Mi abuela y Melissa se levantaron temprano y para mí fue un gran alivio escuchar algo que no fueran los grillos del campo, mi abuela vino a verme antes de bajar y me dio sus buenos días como de costumbre, en esos momentos sólo pensaba cuándo vendría ella a verme y poder disfrutar de su compañía e ir conversando con ella y cambiar las circunstancias que hasta entonces había regido nuestra relación o más bien la falta de ella.

Su madre paso a verla y salió de inmediato con un sobre en sus manos, su rostro estaba consternado y muy confuso, bajó las escaleras corriendo, llamándola por doquier pero parecía que no hubiera ni respuesta y menos señales de que estuviera cerca, mi abuela me dejó sola yendo a ayudar y ver que ocurría, yo empezaba a sentir nauseas y una gran desolación, algo me decía que aquello que me desveló en la noche fue su marcha…

Sigo al tanto de las voces y sonidos en el piso inferior, pero sin mucha esperanza, cada vez estoy mas segura que escuché como se iba y sin saberlo, me siento impotente con la mera idea de no haber podido hacer nada, de no haber echo nada por retenerla a mi lado por ganar su corazón en vez hacerla infeliz cuando estuvo a mi lado por mí, siento una gran rabia por no poderme mover de mi cuarto, de estar imposibilitada para salir tras ella, por levantarme de esa jaula y marchar en su busca, el no poder mirarla a los ojos ahora y decirle “Te amo”.

La tía de ella pasa por delante de mi dormitorio sin prestar mucha atención a los acontecimientos de la noche, es más se la ve muy demacrada e incluso una peste a alcohol llega desde la distancia, parece que ha tenido una noche movida u mas bien deprimente, no se bien que pensar ni tampoco quiero hacerlo, ahora solo quiero ver que ha ocurrido y que ha provocado la marcha de Serena, quiero saber por que he perdido la oportunidad de mostrarle lo que siento por ella, de tener un futuro a su lado.

Cierro los ojos soltando las primeras lágrimas por su ida, siento que algo dentro de mí se rompe y con ello todo dentro de mi ser empieza a desmoronarse…. Creo que está siendo peor su perdida que mi invalidez, he perdido la luz en mi vida, es lo único que en esos momentos soy capaz de discernir.

Al cabo de mucho tiempo mi abuela y Melissa suben a mi dormitorio, la madre está destrozada, me pone sobre el regazo una carta dirigida a mí, ella sostiene otra entre sus manos, en esos momentos me cuesta comprender que ese sobre va dirigido a mi persona, mi abuela asiente y yo vuelvo a mirar el sobre sin creer que haya dejado algo para mí, es cruel ese tipo de despedida en la que yo no puedo ni luchar por retenerla y me tengo que conformar con las migajas de su marcha.

Abro con cuidado pese a mis manos temblorosas, el sobre con sus ultimas palabras y lo que en sí debería de ser una despedida, era lo único en lo que yo pensaba, pero apenas lo abrí las lágrimas me cegaron la vista y no fui capaz de leer, su madre quiso leerla por mi pero ni siquiera se lo permití, sus palabras quería que quedaran entre ella y yo, en esos momentos sentía que era algo muy intimo y que no podía compartir con nadie.

Con un gesto les pido que me dejen a solas, ellas no han sido capaz de decir nada, simplemente esperar si en mi carta indicaba hacia dónde marchaba, yo simplemente quería saber si ya no me amaba, sabía de hace tiempo lo que ella sentía por que reconocía los síntomas en mi misma aunque no lo reconociera.

Con la congoja en un puño, aspirando a cada momento para aliviar el ahogo que me impedía respirar con una fuerte presión en el tórax, término de sacar del sobre su carta, apenas veo su letra me emociona ver lo bella que es, dándome tristeza de no haber compartido antes momentos más íntimos con ella.


Querida Tiara:

Se que en todo este tiempo, nunca he llegado a confesarte nada de lo que pienso u siento, que te he mostrado mi afecto y cuidados, sin embargo antes de marcharme y aunque sea de una manera tan cobarde quiero hacerte conocer mis sentimientos hacia ti, desde el primer día que nos encontramos en la plaza no he podido pensar en otra cosa que en verte, tras verte en el faro, fui consciente de que sentía por ti una atracción de la que hasta entonces nunca fui consciente…

Has sido la persona mas importante para mí, el primer amor de mi vida y la estrella inalcanzable que brilla y me fascina pero por mas que la sonría esa estrella no bajara del cielo para estar a mi lado, he sabido de tu gran amor y he sido consciente de que no me puedo comparar y menos alcanzar a tomar su lugar, que jamás llegaré a ser algo mas que una amiga a tu lado, cuando Estela sigue siendo el amor de tu vida, el ser por el que llorabas en el faro y a quien leías esa poesía que encontré tirada, soy alguien minúsculo a su lado y sufro con saber que cada día te he amado más y he luchado con la presencia de un fantasma, con su recuerdo sin saberlo, que no vale la pena que siga ahí esperando y que antes de mirarte de nuevo y morir de dolor delante de ti es mejor que me vaya y busque mi lugar y mi futuro, me marcho para encontrar algo que me llené y me devuelva el aliento que he perdido.

Voy a intentar buscar la felicidad Tiara, pero quiero que tu no te rindas a quedarte en esa cama ahí postrada puedes seguir atendiendo la oficina en el mostrador y reencaminar tu vida, puedes buscar nuevas metas, yo simplemente voy a tratar de olvidarte para poder mirarte en un futuro con el aprecio que siento por ti y no con dolor, no es justo que tu me veas sufrir por ti, nadie tiene la culpa de que el amor sea caprichoso…

Cuídate mucho Tiara y por favor cuida de mi madre que no se derrumbe, se que tu abuela estará a su lado, pero bueno es lo único que te puedo pedir, por el momento no confiaré a nadie a donde me voy, simplemente cuando llegue y me sienta con ánimos de veros y deciros, os lo diré, cuidaros mucho se despide esta prófuga sin destino.


Serena.




SERENA

Desde el momento que salimos de la casa no hubo mas frases que mediar entre nosotras, ni siquiera preguntas, ella se iba yo también, yo no preguntaba ella tampoco, así que con la nostalgia y la tristeza ya teníamos suficiente compañía en tal reducido espacio….

Además para que contarle para que piense que he perdido la lucidez seguro, aunque bueno quizás ella si, pero no me voy a entrometer no tengo derecho ni ganas de pensar ni averiguar la razón de que la tenga aquí a mi lado, al menos no salgo sola de la isla, quizás sea algo desmesurado pero no me pienso quedar en las cercanías si mi madre no me encuentra prefiero que mi padre menos y con más razón pensando en el futuro que él me tiene predestinado.

Con sólo recordarlo el estómago se me revuelve, decido alejar esos pensamientos de mi mente para ser sustituidos por la carta que le he dejado escrita a ella, con cada palabra mi corazón se rompía para caer en un mar de lágrimas, era inevitable, yo no soy el amor de su vida, no puedo ser la sustituta de una muerta, no puedo mirarla y saber que no me ve a mí sino a ella, aunque no la pueda poner rostro aunque sólo sepa de su trágica historia y su nombre, ella siempre será el sol y yo la sombra.

No puedo odiarla ni siquiera albergar rencor, simplemente dolor por amarla, por soñar con ella, por aspirar a una felicidad a su lado, por luchar por un imposible, ella jamás me concedió esperanzas siempre intento desalentarme y yo fui la que persistió e incitó a que pudiéramos tener una vida juntas, aunque no lo dijera de palabras, pero ese era mi deseo.

Las corrientes tajantes y frías me golpeaban en el rostro como cuchillas a altas horas de la madrugada, todavía no nos habíamos permitido realizar ninguna parada, tampoco es que tuviéramos necesidad de descanso, en ese momento mandaba las ansias de huir y alejarnos del lugar donde albergaba nuestro amor y el dolor que acuchillaba nuestros corazones sin piedad.

El amanecer ya asomaba en la distancia pintando el techo de tonalidades rojizas con grises de la noche, cambiando cada vez más rápido a tonos más cálidos y acogedores, invitaban a tenderse a dormir y relajarse, a recordar momentos felices, de esta manera mi mente comenzó a divagar en los momentos compartidos con Tiara en aquellos que todavía estando a su lado respiraba esperanzas, en los que era feliz con su mera presencia, en cambio ahora cada recuerdo se convertía en puñaladas por su ausencia, por su perdida, por la desdicha de no poder conquistar ese corazón que se marchita en el recuerdo de un amor perdido…. Me doy cuenta que actúo como ella y me mentalizo con no vivir de ésa manera, de encontrar en un futuro alguien que me corresponda y ser feliz, sin sombras del pasado.

Mi compañera de viaje se retira de la autovía y toma un camino a una zona de descanso, le digo que no lo haga, que es fácil que mi padre tenga noticias así ya que se mueve mucho por la ciudad, que es mejor ir a un pueblo cercano y descansar en algún local de la zona, ella vuelve a tomar la autovía sin ni siquiera replicar mi lógica, la noto como ausente, su estado me preocupa y me gustaría saber como está mi tía, conocer la razón que envuelve la marcha de una mujer que la ama y llora al volante en esta fuga tan inesperada…

Ya no lleva sus cabellos sueltos como de costumbre en estos momentos los recoge en su nuca de un modo casi descuidado, sin el mimo que de costumbre ella muestra en su apariencia.

Dejo de observarla al percatarme que pienso de un modo analítico intentando centrarme en sus problemas y colocando su situación en la mía, cambiando los papeles y pensando en como estará Tiara tras mi marcha, no debo preocuparme de ella a fin de cuentas no me ama y no sufrirá mi ausencia del mismo modo que yo mi marcha y su perdida.

Ya se distingue en la distancia otra población ella me indica con la cabeza el lugar y yo asiento, mis pensamientos ahora se dirigen a mi madre de la que me he despedido con una mísera carta de despedida y acomodamiento, pidiendo que no me busque, pidiendo que me deje pasar un tiempo a solas que cuando esté lista para explicarle yo hablaré con ella, me siento rastrera por tratarla así, pero de seguro que ella ni de lejos me habría dejado marchar y me habría obligado a enfrentarme a la situación sin ni siquiera estar lista para las respuestas…

Un giro brusco me devuelve a la realidad haciéndome notar que ya estamos en las calles transitadas, en seguida vemos un par de locales dónde tomar algo y aliviarnos del calor y demás en los aseos.

Frente a un parque encontramos estacionamiento y nos apeamos ansiosas de estirarnos y desperezar nuestros cuerpos ya algo entumecidos de varias horas sin movernos del asiento, ella se dirige en seguida al local mas cercano una cafetería con un aire refrescante y de ambiente alegre, pienso en ese instante que no es mi estado de ánimo pero lo prefiero a otro deprimente…

Apenas entramos el resto de personal en el local se gira a mirarnos, los ignoro sin preocuparme, excepto por alguno que si uno se fija llega a pensar que babea como un perro salido, desde luego nada como eso para recordar que una es mujer y es un cacho de carne para los varones de alrededor.

Parece que mis pensamientos van parejos a mis sentimientos y estado de ánimo, dios me estoy volviendo arisca y todo, lo que hace un corazón roto perder objetividad y optimismo, desde luego puedo decir que ahora conozco lo que es un corazón roto, soy masoquista sigo revolcándome en el lodo de mi autocompasión, nada mejor que psicoanalizarme para ver cuan bajo caigo.



TIARA

Dejando la carta de lado, no puedo parar de razonar cada una de sus palabras, Estela…. Su nombre ya no me dice nada, ni siquiera el dolor de su pérdida, ya simplemente es el recuerdo desafortunado del pasado que ha cargado mi conciencia durante demasiado tiempo, pero algo he debido de hacer para que ella piense que todavía es importante para mí, no he podido permitirme por mi conciencia el gusto de conocerla más profundamente pero con todo ella me ha dado mucho más de lo que hubiera pensado, me ha devuelto la confianza, las ganas de vivir, el ansia por verla, el disfrutar de mi existencia, el ser feliz con solo mirarla, el desear un futuro, el valor de querer luchar y la determinación de seguir mis principios y no los conceptos ajenos…

Estuvo cerca de mí cuando no la quise, estuvo a mi lado cuando desconfiaba, estuvo luchando por mi aun me esforcé por que me rechazaba, me demostró sus sentimientos pese a que no me los confesaba y yo lo sabía, algo dentro de mí conocía la verdad del por que ella seguía a mi lado, me amaba y yo a ella, seguí siendo una necia que no quería ver que tenía a mi alrededor sin saber apreciar nada desperdiciando incluso mi propia vida.

Ahora es demasiado tarde, se ha marchado sin despedirse de nadie, se ha ido por mi culpa, por no demostrarle que la amo, tengo que recuperarla, de eso estoy segura pero desde luego antes debo encontrarla y sobretodo no seguir en esta cama atada sin esperanza, ella se fue por mi pues ahora tengo que ir yo por ella.

-          ¡Melissa!, ven por favor.

Parece que estaba fuera a la espera de que le dijera algo, sus ojos abnegado en lágrimas me conmueven y sus hombros caídos son una muestra de cual es su estado de ánimo, dejo de lado mis observaciones y la miro de frente, si hay alguien que me puede ayudar a recuperarla y para ello he de volver a caminar, es ella así que me he de centrar en recuperar esa parte de mí para presentarme delante de Serena y demostrarle que se equivoca, espero que su madre no tenga inconvenientes por que todavía no sé si ella quiere salir a buscarla.

-ayúdame a recuperarme cuanto antes, ayúdame a poder seguirla y recuperarla, a evitar que huya de lo que siente, por favor.

Ella me mira con los ojos consternados, es como si algo la hubiera tocado dentro de ella, en verdad no se definir su expresión pero desde luego no me parece rechazo ni negación, las palabras me han salido del alma, es como si me hubiera desnudado delante de ella y estuviera expuesta a su escrutinio, sin embargo es como si ella estuviera medio ausente tras mis palabras, así que la tomo de la mano y le pido que me ayude otra vez, ella me mira a los ojos muy emocionada y apretándome la mano asiente, se acerca a mis piernas noto como las toca es como si cada día tuviera mas sentido del tacto.

Tras eso sale del dormitorio sin cerrar la puerta y escucho como habla con mi abuela, le pide que prepare ella el desayuno, luego se acerca a su hermana la cuál anda apoyada con semblante deprimente en la pared, la mira muy seria y sin decir nada  le da una bofetada….

-          Despierta de esa autocompasión, has pasado por mucho para hundirte el día de hoy y dime una cosa, ¿la amas?.

-          Si.

-          Pues ya puedes buscarlas y encontrar el modo de recuperar su confianza y su amor o me vas a decir que tiene mas valor una muchacha lisiada que una mujer curtida. Ves a ducharte y coge tu agenda y el teléfono y comienza a  seguirles la pista, ahora no te entrometas no quiero que Serena se sienta controlada y cometa otra tontería mayor, pero con tu chica tendrás que esperar a que ella se calme y sobretodo esforzarte por cambiar tus temores, no puedes esperar una traición y tampoco el rechazo, ella ha seguido a tu lado mucho tiempo como para que la trates como sino fuera importante en tu vida y a mi me consta que jamás te visto a anhelar a alguien como a ella cuando la miras.

Tras tal discurso se gira hacia mí, me mira directamente y solo puedo sentir su temple en mi persona como una espada forjada que me roza poniéndome a prueba, en un principio me provoca temor pero solo con ver en mi interior la mirada de Serena me devuelve la templaza como para devolverle al mirada en igualdad de condiciones.

Una ligera sonrisa aflora a sus labios mientras su hermana se tiene en pie con aspecto deplorable a la vez que algo cómico por su estado de niña regañada, a veces hay escenas que sorprenden de por vida.

Ambas marchan del descansillo y escucho la puerta de un dormitorio y los pies de alguien bajando la escalera, tras un rato escucho un vehículo arrancar de delante de casa, supongo que es Melissa la que conduce y su hermana la que se metió a su dormitorio.

Sigo pensando en la carta mientras imágenes de ella recorren mi memoria cuando vuelvo a escuchar pasos en la escalera en esta ocasión mas lentos y cansados, hacia tantos años que ella casi no subía arriba que ahora que lo pienso le debe ser agotador subir cada vez a verme y traerme la comida, con todo no se rinde ni cede sigue haciéndolo para estar a mi lado.

Ella se asoma por la puerta y me mira, no tengo mucho ánimo de sonreír pero lo intento, ella se acerca a mi lado y me coloca al lado la bandeja del desayuno, luego se sienta al borde de la cama con las manos recogidas en su regazo y la mirada perdida al otro lado de la puerta, algo le ronda por la cabeza, me pregunto que pasaría el día anterior que marchó por que ahora que lo pienso todavía no me lo ha contado.

Sin embargo no le pregunto ya que miro la bandeja y la boca se me hace agua del hambre que tengo, hasta me parece poca comida lo que hay en la bandeja, simplemente la idea me hace sonreír ya que hasta no hace mucho casi ni tocaba la comida.

Doy buena cuenta de las tostadas con el café con leche y la manzana, miro los dulces y apartando la bandeja me quedo con el plato de estos sobre el regazo,  mi abuela sigue ausente así que poso mi mano sobre las suyas para obtener su atención y espero a que me mire, no tarda y percibo cierta tristeza en su mirada, le pregunto por las razones por las que salió sola ayer y con prisas.

Ella baja la cabeza y comienza a contarme los sucesos del día anterior con cada palabra que avanza la historia mas consternada me siento, la idea de pensar que Jacobo ha intentado dañarla me recorre por dentro como fuego que me abrasa, deseando matarlo con toda mi alma, al llegar al acantilado en donde conversan y mi abuela confiesa contarle nuestra historia y su trágica muerte yo me muero de dolor, ésa es la razón de que se haya marchado ahora y no antes, piensa que la sigo llorando y que ella no es nada para mí, mi abuela es la causante de todo este daño en el que no he podido ni defenderme, no he tenido ni la oportunidad de hablar de mi pasado ni de demostrarle lo que siento y mi abuela inconscientemente me ha arrebatado todo…


SERENA

Casi no soy capaz de tomar nada, no tengo apetito y mi acompañante se ha cruzado de brazos mirándome fijamente, de acuerdo entendido no nos movemos hasta que termine de desayunar, aunque más bien me dan ganas de escupirle que ella se preocupe de lo suyo que me da igual la idea que tenga sobre lo que yo haga… pero siendo sincera ni ánimo para eso tengo y si lo pienso estoy viajando en su coche y antes de separarnos prefiero poner tierra de por medio entre mi futuro y mi pasado, así que me trago mi orgullo y de mal gana voy comiendo esperando a que se de por satisfecha.

Cuando prácticamente no me queda nada en el plato ella se levanta se acerca a caja y pide la cuenta, así que también soy su invitada, ni que fuera una indigente que no tuviera ni con que alimentarse, de acuerdo todavía no tengo dónde vivir pero tengo que mirar algunas ofertas y empezar por ahí y con lo de mi hermano tengo medios con los que mantenerme, supongo que ella lo sabe, aunque también puede ser algo habitual en ella invitar a quienes le acompañan.

Ella vuelve a mi lado por mi espalda me toca el hombro y sale hacia fuera del local, yo me levanto y la sigo sin siquiera despedirme de nadie, al fin y al cabo tampoco conozco a nadie del lugar, así que nadie en quien pensar.

Ella vuelve al volante y espera a que me coloque el cinturón el cuál se me resiste un poco por si no me sintiera ya suficientemente frustrada, desde luego hay algo que no comprendo, me siento triste y desvalida, destrozada y dolida, pero con todo por qué estoy frustrada, es lo único que todavía no comprendo.

La radio suena con fuerza y yo la miro con algo de molestia y es cuando pienso que me estoy comportando como una amargada que todo cuanto la rodea le es molesto y desagradable, me parece que será cuestión de buscar algo positivo en mi vida por que con esta actitud no avanzaré hacia ningún lado que no sea dañarme a mi misma.
Decido echarme a dormir y no pensar más en los momentos que creí que tras el accidente casi la pierdo y el como ahora me alejo de ella dándola por perdida, dándome a mi por despreciada e intento imaginar sus palabras de rechazo y su adoración por Estela, recordando como quiso alejarme de su lado y yo me negué… mi cabeza aún casi dormida no cesa de mandarme recuerdos y pensamientos, mas las inyecciones de autocompasión que tanto me deprimen, al final me voy quedando dormida con más ganas de llorar, pero si lo hago suscitaré preguntas que no voy a responder.

Dormito durante tres horas y media antes de detenernos en una gasolinera a repostar, ella vuelve de cubrir el gasto con un periódico en las manos, lo tira a mi regazo mientras rodea el vehículo volviendo al volante, yo lo tomo entre mis manos comprobando que no es un periódico cualquiera, sino uno de empleo e inmobiliarias de distintas zonas, a lo que mi mente responde de un modo positivo, ya tengo algo que hacer y como buscar un empleo. Desde luego esta prensa es muy útil para cuando se viaja y se tiene que trasladar alguien precipitadamente, permite cubrir varias zonas de una vez sin estar trasladándose buscando calle por calle.

Rodeo algunos apartamentos de distintas zonas que estaban en distritos repletos de negocios y muy concurridos para no sentirme tan sola y distraerme viendo pasar la gente, de paso teniendo cerca los establecimientos sin tener que ir lejos para comprar, la cuestión es que no quiero nada demasiado apartado que tenga que usar coche para todo, aunque ese es otro punto a tomar en cuenta un vehículo con el que moverme por mi cuenta, pienso en dos de mi hermano que tiene en un almacén pero luego pienso que seria fácil localizarme con las matriculas, así que es algo que descarto, planteándome buscarme alguno de segunda mano para mi uso personal.

La expectativa de hacer planes me distrajo un buen rato, llegamos a una zona turística de actividades naturales rodeada de grandes extensiones de campo, en la zona oeste se distinguía casi el comienzo de una mini ciudad, le di una indicación a mi conductora personal, ella se alzó de hombros y cambió su rumbo, conforme llegaba el lugar se hacia mas acogedor, había varias zonas de unifamiliares como grandes urbanizaciones, más adelante vimos la zona comercial y más apartado siguiendo una carteara llegamos a una población con su plaza de la iglesia y todo, a la izquierda una zona comercial con un cine y locales de ocio alrededor, nos apeamos del coche y empezamos a pasear, al llegar al ayuntamiento nos encontramos con varios letreros de empleo municipal, ambas nos miramos y empezamos a cortejar los plazas mas lo que pedían para cada puesto.

Mi compañera toma uno de enferme en pediatría y yo la observo pensando otro miembro de la familia en medicina…. Observo el de la biblioteca planteándome cogerlo ya que yo soy feliz entre libros e historias y me gusta ayudar a buscar cosas en las enciclopedias, vuelvo a mirarla y me decido a preguntarle…

-          ¿estas decidida a quedarte aquí?, por que si lo haces por cuidarme no deberías, creo que tendrías que buscar tu camino…

-          mi camino…. Bueno Serena no tengo destino y si soy sincera me da igual empezar por aquí que en cualquier otro lugar, así que si no te importa podemos seguir juntas hasta que tengamos claro que hacer en nuestras vidas, ¿te parece?.

Lo pienso, supongo que no me quiero quedar sola en un lugar como este y tampoco echarla como si tuviera que darle una patada, cada una es libre de hacer lo que quiera y cuando quiera, así que asiento aceptando y entramos a presentarnos como posibles candidatas, nos piden una documentación  estudios y pasar unas pruebas en mi caso es conocimientos sobre búsqueda como de datos históricos y como conocimiento de las ultimas tendencias en la lectura e incluso de lectura didáctica, de esta última se da el caso que sé a través de mi madre así que puedo darle las gracias mentalmente.

Tomamos los formularios, nos dirigimos a la papelería del lugar que se llama “Valle Frondoso”, la verdad el nombre lo merece ya que es tan hermoso como donde vive Tiara y su abuela. Tomamos fotocopias de la documentación requerida y con los formularios en la mano vamos a la cafetería para rellenarlos, media hora mas tarde estamos de vuelta presentando lo requerido, lo sellan y llevan a la oficina y nos indican que nos avisaran por vía telefónica de la entrevista, bueno sólo queda volver a la cafetería y tomarnos unos sándwiches mientras buscamos alojamiento.


TIARA


Tras las últimas palabras de mi abuela no soy capaz de pronunciar palabra, en vez sentir rabia hacia ella y su inconsciencia lo que siento es tristeza por mi estupidez de no haber hablando nunca con ella de Estela de no haber desvelado mi carga y que conociera mis temores pasados, los cuales han provocado su marcha tras conocer la verdad, tal como ella dice en su carta me lo tengo merecido el que ella se marche y me quede sola, ya que solo la hice sufrir en mi compañía y nunca abría una puerta para ella, ni le di oportunidad de que pensara que la quiero a mi lado.

Es triste pensar que aquello que creyó un secreto era mi carga y mi culpa personal durante tanto tiempo que me cegué tanto como para no admitir que la amo y lo peor fue rechazarla por orgullo y autocompasión cuando la tuve a mi lado cuando más la necesite, no lo quise ver, no quise mirar la realidad por sus ojos sólo me hundía en mi desdicha sin valor para luchar ni por mi ni por nadie…

Mi abuela marchó dejándome sola tal y como antes Serena había echo, la verdad tampoco quería a nadie a mi lado en esos momentos, mi mente se dividía entre su perdida y recuperarla, deseaba luchar y mostrarle que la amo y a la vez perdía las fuerzas por el dolor deseando echarme a llorar y morirme así de tristeza… era tan contradictorio que me confundía todavía más.

Ignoro que era más duro si su marcha o mis propias recriminaciones, pero la cuestión es que era incapaz de perdonarme a mi misma en esos momentos y de daba más coraje la misma idea una y otra vez, “cobarde le huiste al amor, traicionaste a tu corazón y perdiste a tu princesa”

Una y otra vez me repetía los mismos pensamientos lo cual me carcomía por dentro provocándome mucha ira contra mi misma, en esos instantes sólo quería salir de ésa cama y echar a andar, demostrar que podía hacerlo y que estaba lista para luchar contra lo que fuera y sobretodo recuperarla por sus medios y sin la intercesión de nadie, ella provocó su marcha y era ella quien tenia que recuperarla, antes debía poner en su lugar a Jacobo y dejarle en claro que merecía él el destino que le dio a su hija y que nadie más pagaría su enajenación…

Mientras mi cuerpo temblaba de tensión y mucha rabia la puerta se abría tras de mí, ni siquiera la escuché, mi mente no estaba en lo más mínimo en lo que sucedía, mis piernas se agitaban sin control entre espasmos y estaba tan centrada en lo que sentía por todo que no me percaté de la reacción de mi cuerpo, quería levantarme  patear la pared y todo cuanto me rodeaba en especial todo cuanto declarara mi invalidez.

Una mano se posa con cuidado en mi hombro, giro mi rostro a mirar quien ha entrado con la intención de reclamar que me dejen sola, es Melissa la cuál me mira con los ojos muy abiertos y sorprendidos, no presto mucha atención a su gesto y retiro bruscamente su mano de mí, rechazo su presencia y ella aunque se retira de mi lado no se marcha, se queda ahí como desafiándome con calma, cada vez siento más rabia y giro mi cuerpo hacia ella arrastrándome a medias, no pienso en el dolor tampoco en si puedo o no, simplemente quiero que se marche, levantarme de ahí y sacarla, solo pienso en una cosa, que me dejen sola de una vez.

Con tozudez apoyo los pies en el suelo, siento espasmos desde mis caderas hasta las plantas de los pies, me cuesta ignorar su dolor pero sólo con recordar su marcha y el por que puede más mi rabia y mi dolor interior que el físico, intento levantarme sin resultado, no me sostienen ni un instante, repito otra vez y caigo sentada a escaso un palmo de altura, la miro con una rabia tal que si pudiera le daría tantos golpes a la paredes que la rodea que la asustaría tanto como para que no se acercara a mí, la cólera que siento es cada vez mayor, quiero ver su miedo mientras golpeo la pared, deseo que se marche de mi lado y que me abandonen a mi autocompasión…

Ella se mantiene ahí parada y desafiándome sonriéndome como si supiera que soy tan inútil como para conseguirlo y echarla, la rabia es cada vez mayor con sólo pensarlo y vuelvo a intentarlo, me sostengo a duras penas mientras me convulsiono y se apodera de mi los temblores que provocan euforia en mi interior y una gran cólera de impotencia, algo me dice que he de llegar a su lado, que tengo que sujetarla entre mis manos, ignoro que llevo con claridad en mi mente, simplemente quiero llegar hasta ella, intento dar un paso, pero mi cuerpo cede desplomándose a sus pies, ella me sujeta justo antes de caer del todo al suelo, mis manos se sujetan a sus brazos y a sus hombros, mientras me vuelvo a convulsionar entre sollozos…

Comienzo a llorar en sus brazos sujetándome a ella y deseando morir sin saber bien si es por su marcha o por alguna otra cosa, simplemente todo me supera en esos momentos dejándome indefensa y desmoronándome como una niña en brazos de su madre.

El aire me falta, toso y me ahogo entre arcadas, sigo llorando a la vez que todo mi cuerpo se pone en mi contra, desvariando los síntomas de un extremo a otro.


SERENA


Mientras me dirijo a la mesa no paro de darle vueltas a cómo se encontraran todas, en cuál habrá sido la reacción de su madre y si no habrá sido un golpe muy duro para ella haberse marchado así, pero siendo sincera en quien más pienso es en ella, en si le habrá dolido mi marcha o se sentirá aliviada, mientras no sienta culpa creo que puedo asumirlo, pero no tengo valor para averiguarlo y tampoco quiero perder mi voluntad y determinación escuchando sus suplicas por teléfono, el móvil lo llevo en mi bolsa de viaje apagado, evitando toda tentación de rendirme, sería idiota exponiéndome más a sufrir de manera voluntaria.

Sigo a mi acompañante sin prestar mucha atención por dónde voy por lo que acabo pisando un excremento de perro, paro en seco mirando mi sandalia y bufando de asco al escucharme parar y mi reacción me mira bajando la vista, alza una de sus perfectas cejas e irremediablemente se echa a reír, yo intento tomármelo con humor pese a sentirme molesta conmigo misma por mi falta de atención, al final las risas de ella pueden conmigo y empiezo a reír yo también con ganas, ambas nos sentimos incontrolables ya que nos es imposible parar, apenas frenamos una y nos miramos nos da más fuerte aunque nos sintamos agotadas de reír y nos duela el estomago, da la sensación que nuestro cuerpo desahogue todo cuanto tiene retenido de ésa manera, extraño pero cierto ya que comienzo a sentirme mejor.

Las lágrimas corren por nuestra cara y no se si definir nuestros aspectos entre patéticos o cómicos por que aun cuando estamos en este estado nuestras miradas están lejos de toda alegría…

Entre toses el ataque de risa va menguando y mientras yo arrastro por la arena de la plaza el pie para desprender el pastel de perro vamos caminando hacia la cafetería de nuevo, desde luego ha de ser muy fresca por que suelta una peste que espanta incluso a los muertos.

Antes de sentarme a la mesa dejo al otro lado de una maceta de cara a la calzada el calzado y me siento descalza bajo las miradas de algunos clientes, ella me mira con ganas de reírse y se tapa la boca intentando contenerse, yo ya se que hago así el ridículo pero prefiero eso a comer lo que sea aspirando esa peste, al final ella se calma y llega al mismo tiempo un chico con su camisa blanca con el cuello abierto hasta medio pecho, unos pantalones de pinza negros de tela fina para el calor se nos acerca con una libreta de tomar notas y un bolígrafo, es cuando me fijo que también lleva un delantal negro atado a la cintura y que casi no se distingue del color del pantalón, así que la terraza tiene camarero mejor así  no me he de quedar aquí sola mientras ella pide en la barra lo que vayamos a tomar, apenas nos saluda nos expone que ofrece el local y ambas pedimos unos sándwiches mixtos, ella pide un tinto de verano a lo que yo accedo a tomar lo mismo por no pensar ya siquiera que beber yo.

Apenas se marcha el chico y nosotras nos quedamos solas, ella se apoya en la mesa y me mira, parece que me quiere decir algo pero también que está indecisa de si decirlo o no e incluso puede que no sepa como hacerlo, mientras no me pida una relación por mi que sea lo que sea…

-          Serena, estabas pensando en ella y en lo que has dejado atrás ¿verdad?

Bueno pregunta evidente con respuesta igual de evidente. Supongo que ha llegado el momento de sinceridad y compañerismo por poco que me apetezca pero con todo lo mismo ella me explica sus razones de marcharse.

-          sí, nunca me he alejado de mi madre e incluso la universidad la tuve cerca de dónde vivíamos para seguir en mi casa y no ingresar en una residencia de estudiantes.

-          No solo piensas en tu madre eso es evidente de ser ella tu principal preocupación ya la habrías llamado y avisado de que te encuentras bien aunque solo sea para tranquilizarla, temes saber más de Tiara y el como te pueda afectar que enfrentarte a tu madre y decirle que no se preocupe.

-          Puedo pensar que tú estás en las mismas.

-          Digamos que la diferencia es que tu tienes allí familia y yo simplemente era la pareja de tu tía así que soy como un postizo que ya perdió su utilidad y es desechable, no formo allí nada con nadie y lo que he compartido… ya no tiene futuro.

Escucho como lo explica evitando dar detalles y menospreciando para si misma todo lazo que la una a nosotras, pero no puede evitar esa impresión que cada palabra lleva del dolor que comprime en su silencio, lleva una mascara y muy dignamente, lo que si lo pienso, admiro su modo de ocultar a los demás su estado, pero llevo un tiempo conociéndola y puedo distinguir parte de lo que el resto no puede percibir.

-          Bueno yo sigo aquí y no te veo como una postiza así que yo al menos te puedo escuchar y me gustaría saber como se ha dado el caso de que con lo bien que estabais se ha llegado a ésta ruptura.

-          Es complicado Serena y discúlpame todavía no tengo fuerzas para sincerar mis sentimientos y menos mis razones de esta ruptura quizás más adelante podamos desahogarnos la una con la otra, seguro que tu te ves en las mismas.

Me quedo pensando sobre sus palabras admitiendo que sigue teniendo razón por lo que asiento con la cabeza sin seguir dando pie a mas conversación tomo el folleto informativo del lugar que se encuentra en una mesa contigua comenzando a comprobar si tienen algún lugar donde alojarnos, es cuando veo un bajo que se alquila y se lo muestro a ella la que toma nota en su móvil del numero y realiza una llamada para informarse, tras conversar por el aparato unos 5 minutos concierta para esa tarde una cita para ver el estado del bajo, tras eso cuelga y me mira sonriendo y me dice que si está tan bien como le indican nos saldrá bastante económico, una noticia alentadora si lo pienso, ahora toca esperar e ir conociendo los alrededores para aprender a situarme.

El camarero vuelve a nuestra mesa para colocar sobre nuestra mesa un mantel de papel desechable y tras unos minutos comienza a servirnos el vino y los sándwiches, nos pregunta si deseamos tomar algo más a lo que indicamos que por el momento nada más, el estómago me gruñe de hambre, parece que al final no estaré tan inapetente, al mirar a mi frente veo que me mira ella sonriendo con sorna y algo picara y es cuando me percato de que el chico todavía no se ha marchado y me mira a mí.

-          ¿disculpa ocurre algo?

-          Bueno no son de aquí y me preguntaba si mas tarde quieren que las acompañe a conocer alrededores o en todo caso si precisan ayuda para algo…


No me lo puedo creer, desde luego tiene descaro, quiere ligar conmigo y eso que está en horario laboral, vaya ahora comeré siendo vigilada por un varón ansioso de compañía lo que me faltaba…

-          Descuida si tuviera alguna consulta te la haría antes de irnos pero la verdad no  nos hace falta nada nos gusta ir por nuestra cuenta, se agradece el detalle, gracias.

-          Bueno en todo caso aquí me tienen y me llamo Andrés.

-          Mucho gusto…

Al no decir nada mas yo el chico al final se aleja y yo suspiro exasperada por la situación, una ligera sonrisa suena frente a mí y la miro molesta.

-          Chica eres linda no puedes evitar que se fijen en ti, que tu no gustes de ellos no significa que no pase al contrario además no llevas un letrero que diga a todos, “soy lesbiana”.

Vale, no me queda otra que gruñirle ya que no quiero darle más dialogo ya que sólo falta que babee sobre mi comida y si se enfría ya no es lo mismo, no tengo ganas de perder más tiempo en aliviar mi estomago el cual creo que gruñe más al aspirar el aroma tan delicioso que desprende.

Todo queda relegado a un segundo plano y nos dedicamos a comer y beber sin ganas ya de conversar de nada más, esta vez la dejo volver a pagar la cuenta teniendo en cuenta que mi calzado apesta y no se me antoja entrar ahí con ese olor pegado a los pies, la miro algo desesperada por salir corriendo antes de que vuelva a abordarnos el chico, ella asiente siguiéndome el paso mientras huyo dirección hacia donde veo zona verde cerca con la intención de seguir restregando en el césped las sandalias para terminar de quitarme lo que quede de ese olor en ellas y buscar un lugar tranquilo y fresco dónde leer un poco el libro que llevo a la mochila que cuelga de  mi hombro izquierdo, no me sentía a gusto dejándola al vehículo ya que lleva en su interior la documentación importante, así que prefiero llevarla conmigo por el momento.


TIARA


Con gran esfuerzo Melissa consigue alcanzar el borde de la cama cargándome como puede mientras que yo ya me volví a convertir en un peso muerto sin fuerzas ya con las que sostenerme y menos sujetarme, casi no estoy segura mientras mis lágrimas corren por mi rostro si estoy consciente o a medias, pese a que percibo su esfuerzo yo ya me siento como ausente de cuanto hace, es como si mi mente no reconociera de un modo consciente cuanto ocurre o como si no fuera conmigo….

Mi mente simplemente divaga entre sus recuerdos y mis pensamientos pasados, sumiéndome poco a poco en un letargo doloroso, en el que mi conciencia lucha con la perdida de Estela que se refleja hoy con la marcha de Serena, hasta el punto que ya no veo caer por el acantilado a Estela ahora sufro viendo caer por ahí a Serena, la idea que se refleja en mi sueño aún semi inconsciente me desgarra tan dolorosamente que mi llanto se intensifica.

Percibo como mi cuerpo es arrastrado por las sabanas lentamente, el como recolocan mi cuerpo en el colchón y vuelvo a ser cubierta con la sabana, luego un peso se acomoda a mi lado dejándose medio caer en un gesto de agotamiento… ignoro el por qué o la razón que me impulsa pero me abrazo a ese cuerpo que me acompaña a la cama, tras ser correspondida con otro abrazo derramo mis últimas lágrimas cayendo de nuevo en ese sueño desasosegado que me persigue una y otra vez, en el que veo caer a Serena unas veces por el acantilado, otras a Estela, también en ocasiones son sustituidas por mi abuela o por Melissa….

Cuando vuelvo a abrir los ojos sigo abrazada por Melissa la cual se mantiene a mi lado, en un principio me sorprendo pero no tardo en comprender  el por que, yo la he tenido sujeta en sueños todo el tiempo y parece que ella no pudo soltarse o simplemente no quiso alejarse al verme así….

Abro los ojos del todo y ella me mira sondeándome, en verdad esta mujer cuando menos lo esperas te mira de una manera que dirías que tiene rayos x en los ojos y puede verlo y saberlo todo de ti sin saber como consigue llegar a tanto sin contarle realmente nada.

Sin muchas ganas de sonreír asiento intentando indicarle que me encuentro mejor con la intención de que se quede tranquila y bueno a ver si así la distraigo y termina de mirarme de esa manera tan inquietante, parece que funciona por que se estira y se va sentando al borde mientras yo el menor movimiento es como si tuviera todo mi cuerpo destrozado, una mueca se me escapa por el dolor, ella se echa a reír en ese momento y la miro, ella me mira como si estuviera orgullosa de algo y yo sigo ignorante sin comprender ese cambio de actitud, apenas recuerdo el como acabó ella durmiendo a mi lado aparte de que yo lloraba y soñaba que todas caían por el acantilado como Estela. Es extraño, pero ella me muestra una mirada cómplice que no se bien como interpretar.

Intento recordar que más sucedió antes de dormirme llorando…. Los hechos del día anterior explicados por mi abuela, la razón de que ella conciba que sigo tras el recuerdo de mi ex, la rabia e intolerancia de lo que pretendió Jacobo, la impotencia mas la ira por estar ahí imposibilitada… tras ese último pensamiento me viene a la mente la rabia y cólera evocadas tras todo eso y dirigidas hacia Melissa, ella me sigue mirando parece que va viendo mis cambios y comprendiendo que voy recordando.

Esa rabia, la cólera con la que me impulse hasta el punto de salir de mi cama y dios sabe como me levante, sí fui capaz de alzarme a duras penas y sostenerme e incluso creo que camine hacia ella en mi ímpetu y desesperación por echarla y que me dejaran sola…

Mi sorpresa debe ser mas que evidente por que ella se echa a reír mirándome feliz, yo casi no me creo que haya conseguido tal prodigio, no estoy invalida, puedo caminar puedo luchar por ir tras ella y sobretodo puedo hacerla feliz tal como yo deseo sin conformarme.

Llena de gozo la abrazo esto de locos si antes cargué contra ella ahora me la echaría a hombros y comenzaría a saltar como una desquiciada, pero gracias a ella he descubierto que puedo valerme y recuperarme.

Mis tripas me suenan a la vez que percibo que mi cuerpo esta encogido de hambre, ella sonríe y me señala la mesita donde espera mi desayuno, supongo que ya frío miro la hora y casi es medio día he dormido toda la mañana, pero desde luego ha merecido la pena ya que el gozo que siento es tan grande que no me puedo casi contener, cojo la bandeja precipitadamente y casi me lo tiro todo pero bueno me da ya igual, empiezo a comer con ganas casi parece que tema que me vayan a quitar la comida pero en serio estoy famélica…

Mientras devoro lo que tengo por desayuno y pensando que tendré por comida ella me explica que esta tarde va a realizar conmigo los primeros ejercicios y va a traer un andador para mí, para ayudarme a ponerme en pie de vez en cuando y trabajar mi equilibrio. Con cada palabra suya mas emocionada me siento casi parece que me vaya a ir de campamento sólo que aún más importante, es más podré ver más pronto a Serena y decirle como de equivocada está y cuanto siento por ella.

Apenas he terminado con lo que hay en la bandeja mi abuela aparece por la puerta con otra igual llena con la comida, observo que es hervido y ensalada, la tomo con urgencia de sus manos mientras ella me mira totalmente sorprendida, la sonrío toda emocionada ya que no puedo parar de sonreír y pensar en el logro de esa mañana, Melissa no para de reírse por el aspecto de ambas, mi abuela me observa como si estuviera enajenada lo que provoca mas risas y yo sonrío como una idiota sin poder contenerme, al final ella se sienta en una silla por insistencia de ambas y al retirar la bandeja muevo las piernas para estirarlas y es cuando se percata de que puedo moverlas…

Ella se cubre el rostro con las manos a la vez que grita y es cuando ambas nos echamos hacia ella ya que ha comenzado a llorar de la impresión y nos inquietamos con la idea que le de algo por la sorpresa.





SERENA


Tras caminar un largo trecho de campo, el cuál cruzábamos  por no bordearlo ni respirar el polvo levantado por los turismos de la zona, las ganas de llorar volvían a presionarme con soltar ahí mismo las primeras lágrimas, no por cuanto tiempo esto me iba a durar pero en verdad deseaba que pasara pronto.

Escuchamos un riachuelo cercano y seguimos su sonido hasta llegar a la linde de una arboleda, era un sueño todo ese silencio con la brisa mecer las ramas de los árboles, escuchar el refrescante sonido del agua correr mientras algunos pájaros trinan en las copas, si uno lo piensa es como un cuento en el que un lobo acecha entre tanta armonía.

No lejos de los troncos unas rocas semi cubiertas de musgo invitan a sentarse en ellas a la fresca, algo me recorre por entera y echo a correr impulsada por ese ímpetu inesperado que me provocan ganas de reír aunque bien no sepa por que, pero si se algo que este rincón es maravilloso.

Saltando me subí a ese pequeño islote entre tanta naturaleza, no me sostuve mucho tiempo ya que apenas me ponía recta caía a la tierra sentada a causa del musgo resbaladizo, en vez asustarme o dolorida acabé riendo de mi propia estupidez y pensé que era como volver a ser una niña, me trajo recuerdos del pasado con Derek en los que ambos correteábamos por cualquier lugar tirándonos hierbajos e incluso a cualquier río o fuente de las que salíamos chorreando pero felices, me di cuanta cuánto lo echaba de menos y cuánto habíamos compartido para pensar que ya no podría conversar con de mis cosas como antaño.

Cerré los ojos evitando caer en esa trampa sutil de melancolía y tristeza por su perdida y por haberme alejado de Tiara igual que por echar de menos a mi madre, así se siente una sola cuando se aleja de todos…

Un roce me devolvió de mis pensamientos a cuanto me rodeaba era la ex de mi tía que se sentaba suspirando en las rocas en las que yo intente subirme anteriormente, me miró directamente y una sonrisa desganada asomaba a sus labios, desde luego ella lo llevaba tan mal como yo, volví a cerrar los ojos y dejarme acariciar por la brisa fresca que todavía corría por las copas de los árboles y la hierva que nos rodeaba, la cual me acariciaba al son de la brisa…

Finalmente me recosté y sin saber por qué comencé ha hablar saber mi hermano, al cabo de un rato me quedé en silencio, luego ella dejó escapar un llanto sordo que me desgarró por dentro, sin perdida de tiempo abrí los ojos mientras me levantaba y la abracé, ya no se si para consolarla a ella o por que yo también lo necesitaba, pero era lo único que me salía en esos momentos incluso cualquier palabra ya no tenia sentido a fin de cuantas nada aliviaría el dolor y la carga que ambas sosteníamos en nuestro interior y por la que sufríamos.

Así estuvimos un tiempo cuando no era ella era yo quien lloraba incluso entre llanto y llanto de vez en cuando el nombre de nuestro amor se nos escapaba en el desahogo y la necesidad de poder expresar todo lo que manteníamos en silencio, ella fue quien tomó primero valor para abrir su incertidumbre y ese corazón roto que apenas sostenía con una sonrisa de circunstancias.

Mi tía todavía vive en la traición del pasado y en el temor, hasta el punto de no considerar lo que entre ellas existe con un futuro, simplemente no confía que pueda tener algo con un buen fin, tomando todo como algo transitorio, claro Samanta tiene una familia a la que no va a visitar hace mucho y si no lo hace es por que espera el día en que mi tía se de cuanta en que ella la ama para siempre, no teniendo que temer nada, lo que no esperaba era que ella se rechazara a si misma y viera primero lo que su familia fuera a ver antes que la persona que la ama, anoche la echó de su lado tras beber en exceso, incluso le expuso que aparecería una chica mas joven con la que se marcharía, me duele pensar cuanto me ha ido explicando entre un sofoco y otro, lo peor que no tiene valor de volver con su familia y menos que la vean así de derrumbada ya que su padre sigue con que debe casarse con un buen hombre y olvidarse de estos romances…


Tiara

Melissa se lleva a mi abuela a tumbarse un rato tras la impresión de descubrir que soy capaz de mover las piernas, ciertamente es una sorpresa para ella que en sí ya había asumido verme de por vida en este estado y esperando que reanude mi vida desde un nuevo punto de vista sin permitir que me afecte, por lo que he podido comprender entre sus sollozos y palabras entrecortadas ella simplemente quería que recuperara las ganas de vivir.

Al cabo de unas horas que yo usé para disfrutar de la lectura de uno de los libros que Serena dejó para mí hace semanas, volvió a pasar por mi cuarto mi abuela la cual se deshacía en sonrisas y abrazos, la pobre no cabía en sí de la emoción, ahora era yo a la que se le escapaban las lágrimas de verla tan hiperactiva tras tanto tiempo decaída, debo darle las gracias a Melissa gracias a su compañía mi abuela no cayó enferma.

Ella no para de divagar en lo que podemos hacer y en el futuro y el volverme a ver caminar y que saldremos mas y que volveré a sonreír como antaño, si lo pienso hace tanto que no sonrió que dudo de que recuerde como se hace…

Va de un lado para otro mirando prendas elásticas que yo me pueda poner con facilidad y parloteando sin parar hasta que entra con una bandeja de te Mel, la miro cómplice y ella me devuelve una sonrisa por respuesta, desde luego para cuando llegue la noche mi abuela no podrá tenerse en pie de la euforia que la domina.

Mi abuela se gira al escuchar la suave risa de su pareja y la sonríe como una niña traviesa pillada en desobedeciendo alguna instrucción, algo me dice que ella tendría que estar también en cama, será mejor que la invite a tumbarse conmigo a ver si eso ayuda a que se relaje un poco.

Con calma voy haciendo sitio en mi cama y dando unas palmadas a mi lado la voy invitando, ella me mira como anhelante y casi no recuerdo la vez que ella durmió a mi lado, con más calma ella se acerca a mi lado y me toma la mano toda emocionada mientras sus mejillas son empapadas por las lágrimas que no es capaz de contener todavía, finalmente su chica la coge de los pies y girando con suavidad la ayuda a tumbarse a mí lado, la abrazo firmemente y la dejo recostarse sobre mí, antaño era al revés pero me siento feliz de ser yo quien le ofrezca mi hombro para descansar a mi lado y darle consuelo.

Al cabo de unos minutos su respiración se vuelve pausada y poco a poco va tomando un ritmo en el que un sueño profundo se va abriendo al fin entre tanta emotividad, suspiro aliviada y giro mi rostro hacia mi otra acompañante la cual ha tomado el libro que yo estuve leyendo y lo hojea antes de volver a mirar un reloj de muñeca ya muy gastado, se levanta y vuelve a salir de la habitación, esta vez en dirección a ver a su hermana ya que llego a escuchar como le toca a la puerta antes de abrir y entrar.

El silencio me hace ver lo cansada que me siento cuando no soy capaz de tener los ojos abiertos ni la mente clara, finalmente me dejo vencer por el cansancio sin dejar de abrazar a mi abuela.

SERENA

La tomo de la mano en un momento ya de decidir si seguíamos llorando o nos tomábamos el destino por nuestra cuenta, ella tras contar mi situación con Taira me miró a los ojos y me dio un gran beso en la mejilla mientras me abrazaba y no pronunció palabra alguna, lo que pensara y la incertidumbre que le causara se la guardó para sí.

Ignoro si fue ese gesto o simplemente desprenderme de todas las palabras que rondaban en mi interior con cada recuerdo de ella y cada sentimiento de culpa y dolor por separarme de cuanto conocía y de las personas que más necesitaba, pero ellas no me podían ayudar en algo tan trascendental como aceptar que yo no era el amor de su vida y que ése estaba predestinado a alguien que ya no volvería pese a que todavía viviera en su recuerdo.

La arrastré por el mismo camino por el que llegamos y al volver a la plaza tomé las riendas de la primera decisión que llevar a cabo, dónde vivir por el momento y pensar cuanto menos en el pasado y más en el futuro, así que volviendo a mirar el periódico local y el móvil, comencé a marcar los números elegidos del lugar en el que estábamos estancadas a la espera de una nueva corriente con un nuevo futuro, por el momento el presente estaba ahí y por supuesto para curar heridas daba igual dónde mientras encontráramos un lugar dónde resguardarnos y pasar la ruptura sin prisas.

Me giro a mirar a Sam mientras el primer numero marcada resuena en el auricular del aparato y lo que me encuentro me hace perder la compostura y romper a reír con toda mi alma, la mujer siempre lista en apariencia y con aspecto distinguido en esos instantes era la imagen de una campesina recién llegada de retozar en un pajar o en el mismo campo, toda ella cubierta de briznas de hierva y algunas hojas que quedaron pegadas en los pliegues de su ropa, ella en un principio no comprende la razón de mi risa y yo en un intento de que se mirar la señalo a ella y a la vez cuelgo la llamada en el mismo instante en el que una mujer mayor responde la llamada, es imposible que riéndome de ésa manera sea capaz de conversar y menos atender a la otra persona.

Al final ella se acerca a nuestro coche que queda a su lado y se mira en el retrovisor y su risa con un toque cantarín empieza a resonar desde el interior del vehículo, cada vez con más potencia, y no se por qué pero creo que algo bueno acaba de ocurrir y de alguna manera la cosa puede ir mejor si nos mantenemos juntas.

Así estuvimos un buen rato mirándonos y cada vez que las risas cesaban con una mirada mutua volvíamos al principio, la situación se hizo tal que la gente de la zona se paraba a cierta distancia para observarnos sin comprender las razones de nuestras risas o más bien para tomarnos por alcohólicas, que lejos de la verdad.

Como la cosa no tenia remedio y esa electricidad de complicidad y desahogo nos nacía sin manera de contenernos en una risa que ya no parecía tener sentido, no tuve más que alejarme de ella dándole la espalda, camine un trecho de la plaza y tras mirar los patios de las fachadas elegí uno con un escalón de nivel alto para sentarme en él y poner mi cabeza entre mis rodillas, esa posición era un recurso simple que me ayudaba a recuperar la compostura y esperaba que me ayudara como en el pasado, respiraba profundamente mientras dejaba la mente en blanco y me di cuenta que escuchaba en el silencio del anochecer los grillos de alrededor que ya entonaban sus acostumbrados cantos nocturnos, fue su sonido lo que consiguió que me relajara y volviera a intentar la llamada pendiente.

No presté atención a mi alrededor ni siquiera me percate que las luces nocturnas de las calles ya comenzaban a alumbrar por alrededor dándole un cierto encanto… en ese momento mis sentidos se centraban en el repique del teléfono y la espera a que descolgaran y escuchar la voz de alguien conocido…

Al cuarto toque mi llamada fue atendida y las lágrimas empezaron a saltar de mis ojos al escuchar la voz de mi madre respondiendo al aparato, quería decirle que estaba bien y que no se preocupara, sin embargo no fui capaz de pronunciar palabra y al perder el valor colgué la llamada mientras todo mi ser se volvía a derrumbar, mi cuerpo se agitaba por el llanto silencioso que me atenazaba con cada silaba pronuncia por mi madre y que se repetía en mi mente, “dígame, Melissa al aparato”, todavía estaba con escuchaba su voz en mi interior cuando alguien me habló, tarde en darme cuenta y la persona que se dirigía a mí poso su mano suavemente en mi hombro a modo de atención, di un respingo a la vez que alcé la vista sobresaltada para chocar con la visión de una mujer de edad avanzada que se dirigía a mí, sus ojos claros fijos en mí me dejaron como apopléjica, su sonrisa amable esperaba una respuesta al menos eso intuí pero yo ni siquiera había escuchado sus palabras y por lo tanto no sabia que responderle.

Simplemente me quedé observándola, llevaba los cabellos encanados y no parecía que usara tintes para ocultar su cabellos blancos, su edad no parecía tan avanzada me lo pareció en un principio por las patas de gallo de sus ojos y el color de sus cabellos, vestía camisa y pantalones algo poco corriente para alguien que aparentaba cierta edad y lo curioso es que llevaba los cabellos cortos, debía ser una mujer avanzada a su tiempo, la mire de nuevo al rostro intentando pronunciar una disculpa y levantándome de mi asiento improvisado ya que se me ocurrió que quizás quisiera entrar a su vivienda, y fue cuando volvió a hablarme…

- ¿Necesitas ayuda?





















































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