domingo, 21 de agosto de 2011

LA LOBA






Calidez en este día que promete alegría, un día  de playa como otro cualquiera, dónde las miradas cautivan sensaciones irrefrenables, apetitos ocultos, que la lascivia va mostrando en gestos de suculenta ansia, por un hambre distinta a la habitual, pero que agradable lujuria saciada en manjares ajenos, aquellos que ofrecen inocentemente a esta hambrienta fiera que se yergue en mi interior...

Una fiera que se siente desinhibida ante tanta dicha, deseando aullar su euforia a la luna llena, darle libertad a sus emociones, mostrar a sus congéneres cuan sedienta esta y devorar sin pausa cada centímetro de suculenta entrega, con algo más que la mirada y así sentir la tersura de una piel dorada por el sol…


Cada victima es recorrida escrupulosamente con una mirada penetrante, que augura grandes pasiones, ardientes ojos que en la oscuridad de mi alma brillan con un fulgor haciendo arder mi propia imaginación…

Las horas pasan, el día va dando a su fin y mi alma se siente más apaciguada, mientras  las doncellas corretean por el manto cálido de la playa y un inmenso mar nos saluda con el susurro de su oleaje, el cual nos motiva con sus caricias, tiernas y frescas, deseando cada vez mas internarnos  y relajar nuestras ansias en sus atenciones....

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